Capítulo 48

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Edith permanecía cerca de Ivar cuando aquel hombre iba a ser sacrificado por aquel viaje a Inglaterra.

El hombre de agarró a unas cuerdas cuando apareció Lagertha. La mujer cogió una larga espada, con la cual se dirigió hasta el hombre, que por voluntad permanecía justo ahí en aquella especia de escenario.

En el cielo apareció un cometa, aquello debía ser una buena señal. La vista de Edith alcanzó a ver a Bjorn marcharse y a la vez se marchaba la amante de Lagertha.

Iban en la misma dirección y algo le hizo sospechar a Edith que aquellos dos tenían algún tipo de relación.

Lagertha piso la espada en el estomago del hombre. Edith tragó saliva cuando se clavó y el hombre no gritó. Al contrario, agarró los hombros de Lagertha para acercarla y que la espada le atravesase al completo hasta salir por su espalda. Todo aquello en un profundo silencio hasta caer al suelo muerto. Ivar sonreía, consideraba aquello un acto heroico.

Lagertha miró donde su amante estaba para después ver qué su hijo tampoco se encontraba. Lo sabía. Sabía que Bjorn estaba teniendo relaciones con ella.

Cuando volvía a su casa vio a Bjorn sentado en solitario alejado de aquellos que se refugiaban ya en sus hogares.

Ivar estaba con sus hermanos a petición de Edith, debían descansar antes de aquel largo viaje. Así que no lo pensó dos veces y fue hasta Bjorn que la miró de soslayo.

La inglesa se agachó para mirarle a los ojos.

-¿Vienes a darme sermones de que esté con Ubbe y Ivar y tú te tiras a esa mujer?

-¿De qué estás hablando Edith?-La voz ronca de aquel hombre tan alto le causó un escalofrío, sabía que todo era su fachada como guerrero, pero no podía negar que Bjorn piel de hierro era imponente como guerrero.

-Te has ido a follar con la amante de tu propia madre.

Bjorn resopló.

-¿Y a ti qué?

-¿A mí qué? Me dijiste que estaba loca.

-Yo no dije eso.

-Pero lo has pensado. Torvi ha sufrido mucho. No puedes dejarla así. Tenéis hijos en común, no merece que le mientas.

-Pasó algo en Algeciras. Una mujer. Llamó mi atención y me di cuenta que Torvi ya no era la mujer a la que amo.

-Pues no le hagas daño.

-Pero es mi esposa.

-Si dos personas no están destinadas a estar juntas no se le puede obligar. Mírame a mí con Ragnar. Lo que empieza mal, dadas las circunstancias, no acaba bien.

-Y ahora crees que con Ivar puede acabar bien.

-No hablamos de mí y de Ivar.

-¿Y con Ubbe? No me puedes mentir Edith. Estás confundida. Igual que yo. No me creo que ames a Ivar y no a Ubbe por lo poco que me has querido contar, te conozco.

Edith suspiró. Ubbe ahora pertenecía a Margrethe, ella ya no debía quererle.

-Tu madre se enterará Bjorn. Solo quiero decirte que Torvi y ella no merecen eso.

Y con esa ultima frase se marchó. Ella no era la más indicada pero al menos debía aconsejarle.

Por la mañana vio a los hermanos hablar con un Bjorn que daba indicaciones.

-¿No estás de acuerdo, Ivar?-Llegó a escuchar decir a Bjorn.

-Yo no he dicho nada.

-No hace falta. Tu edad te hace creer que ya lo sabes todo. Pero, ¿Qué sabes? ¿Qué has hecho tú? ¿Qué batallas has ganado? ¿Y qué batallas has perdido? Pues en el fracaso, hermanos es donde se aprende más.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt