Capitulo 3

251 36 5
                                    

Una mujer mayor se acercaba con un bastón en la mano para fijarse en los nuevos que habían llegado al palacio; a su lado estaba una chica pasada de peso que hablaba para corregir la postura de los recién llegados.

--¡Párense derecho y mentón arriba!-- Dijo la chica llamada Grett.

La anciana, llamada Miriam (te amo, guapa), se les acercaba para buscar sus defectos y quien le parecía atractivo lo apartaba a un lado --Envíalos a los baños para que los examine el doctor del harén-- hasta detenerse donde estaba nuestro hermoso protagonista, viéndolo fijamente --¿No te dijeron que te pararas derecho?-- preguntó --Vamos, haz caso, no hagas que me caigas mal, muchacho-- Dijo, dándole un golpe en la espalda y empujándolo hacia el otro lado.

--A las otras llévalas abajo y encárgate de ellas. Mañana tienen suerte de que al sultán no le atraigan las mujeres omegas-- Uno de los sirvientes intenta agarrar a Alejandro, pero este se le zafa y grita.

--¡SEÑORA, YO NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ, POR FAVOR, DÉJEME IR A CASA!

--Primero, deja de gritar que no vendes nada, mocoso, y segundo, ¿cómo te atreves a levantarme la voz? Deja de hacer un escándalo y haz caso.

--Pero yo... -- no terminó su oración porque fue interrumpido por Grett.

--Pero yo nada, cállate de una vez.

Miriam suspiró y volvió a hablar --Mira, no podemos hacer nada ahora. Eres propiedad del sultán, él decide qué hacer contigo. Dejemos este escándalo y llévalos, por favor, Dan-- este hizo lo pedido, agarrándolo de la muñeca. No tan fuerte para que doliera, pero tampoco suave para que se soltara otra vez.

A Alejandro no le gustaba que le dijeran que era propiedad de alguien que no conoce; prefería morir que ser propiedad de un sultán tal vez viejo y cascarrabias --¡SUELTENME, SUELTENME, PREFIERO SER MORIR AL SER PROPIEDAD DEL SULTÁN! ¡NO QUIERO, MATENME, POR FAVOR!--

--Ya bájale al volumen de tu voz-- dijo Dan, llevándoselo de una vez por todas.

.

.

.

.

.

En otro lado del palacio, justo en los aposentos de la madre sultana, estaban ella, su hijo beta y otras cuatro mujeres que serían sus damas de compañía.

--Madre, he recibido una carta el día de hoy... ha sido enviada desde Manisa-- decía el joven beta de pelo de dos colores, blanco y negro, llamado Aiden, esperando una respuesta de parte de aquella mujer, pero simplemente parecía que ella no lo estaba escuchando y estaba más que nada pensando--¿Madre?...

.

.

.

.

Recuerdos de la madre sultana

El palacio se encontraba en emergencia y ¿cuál es la razón? Pues secuestraron a ambos príncipes, quienes eran Tom y su hermano, hijos del sultán de madres diferentes.

--¿Qué haremos, mi sultán? Todavía no hay rastro de nuestro hijo --Decía preocupada y con ambas manos en las mejillas-- ¿Y si ya le ha pasado algo?

--Tranquilízate, Soña. Los encontraremos, no te preocupes-- se acercó a ella para abrazarla y tranquilizarla, pero se escuchó cómo la puerta de los aposentos era tocada y fue abierta, dejando entrar a uno de los sirvientes que tenía en las manos...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Sultan Esta Enamorado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora