El hijo de Vampyros

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En unas de las pocas islas que sobrevivieron tal catástrofe mundial. Una no tan pequeña isla con forma de un viejo castillo o al menos una parte de este mismo,  daba la sensación de un hogar aterrado y antiguo.

Pero en realidad la familia que vive ahí esta bastante cómoda en ese hogar tan peculiar.
Una pequeña familia muy peculiar, un Ex Guardian de Fab'hurito y una Zurcarak, sin olvidar del pequeño primogénito entre ellos dos, fruto de su amor.

Veamos que hacen en este hogar antiguo.

Un Yopuka mayor, de ojos azules caminaba por los pasillos de su hogar buscando a alguien en particular.

- BALISTER! ...¿¡DONDE ESTAS?! ...Hmm Dónde se habrá metido ese jovencito? - El Yopuka entro en una de las habitaciones de su hogar, una sala algo oscuro solo iluminada por un par de pequeñas velas - ¿Bals, Estás aquí hijo?

Un sonido de cadenas moverse se escucho haciendo tome un par de velas y se adentrará más en la habitación con calma - Bals se que estás aqui, sal ahora por favor.

Una risita se oía en la oscuridad mientras se veía más claramente la figura de un joven yopuka pelirrojo de ojos verdes aparecía con un pequeño murciélago entre manos.
- Jeje Buenas tardes, padre ¿Necesitas algo? -

- Que bueno que te encuentro Balister, y... sigues conservando esa cosa por lo que veo - Dijo Wagner apuntando al pequeño murciélago que estaba mordiendo el dedo de su hijo, el cual no parecía molestarse está acción de la criatura - Ya hablamos sobre esa cosa Balister...no quiero que esté aquí.

- Pero padre, se ah estado comportando bien estos últimos días y no hace daño a nadie - Insistió su hijo, abrazo a la pequeña criatura de la noche.

- Y tu dedo ahora mismo? Esas cosas beben sangre y no quiero que nada malo pase - Dijo, por la seguridad de su hijo, pero este se veía triste ante tales palabras que parecían malas, pero eran dichas con buenas intenciones.

- Prometo que lo cuidare, me aseguraré de que no beba mucha sangre! Seré como....ehh...su...su guardian! Si eso, seré como su guardian, siempre vigilando lo. - Dijo el pequeño Yopuka con confianza en su voz mientras se acercaba a su padre.

- Su guardian? Seguro de eso? No creo que sea adecuado, además esa cosa no creo que necesite uno.

- Ay vamos, por favor! Tu no eras antes guardian de uno de esos fab'hurito de allá afuera cuando yo era solo un bebé? Si tú puedes eso ¿Porque yo no puedo hacer lo mismo con algo menos peligro? Sería como un comienzo para mí...tu sabes que también quiero ser guardian como tú.

El Yopuka mayor lo meditó durante un rato, esas criaturas con alas no le traigan buenos recuerdos de su pasado, pero la determinación en los ojos de su hijos eran innegables para él. Si solo era esa pequeña criatura. Quizás podría dejarle en su cuidado, no podría hacer mucho daño si solo era uno, probablemente.

- Bien, puedes ser su guardián, pero mucho cuidado con esa cosa ¿entendido?

- ¡SI! Mil gracias padre, prometo que seré el mejor guardian, tengo un gran ejemplo para eso - Dijo feliz, acariciando la pequeña criatura con alas, la cula soltaba chillidos de alegrías - ¿Oíste Malik? Seré tu guardián desde este momento asique se bueno y no te metas en problemas.

- ¿Malik? Ok entiendo, le pusiste nombre.

- Le queda, digo tiene cara de eso.

- Lo que digas hijo, lo que tú digas.

Estaban en una tranquila paz hasta que la puerta fue tocada suavemente, ambos volteando a ver a una Zurcarak de pelaje blanca, caballo de un Color cobrizo y ojos verdes. Para desde la puerta con una cálida sonrisa - Hola ¿Que está pasando aquí?

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