(IV) Penumbra

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Ni siquiera me detuve a pensarlo. Me tragué todas mis preguntas y en cuanto reaccioné salí corriendo de ese lugar sin mirar atrás.

En mi desesperada lucha por huir no ví que alguien se aproximaba y choque con él.

--¿Qué te pasó? Parece que hubieras visto un fantasma--dijo Samantha al ver la expresión de horror que tenía grabada en el rostro--

Estaba tan asustada que las palabras no salieron de mi boca. La única solución que encontré para librarme de ella y de todos fue seguir corriendo hasta llegar a un lugar en el k pudiera pensar bien las cosas.

El bosque.

Fue mi opción más viable ya que supuse que en él no habían más que ardillas y árboles y podría sentarme en alguna parte a analizarlo todo despacio.

Bueno, o eso pensaba yo.

Caminaba entre las personas con una expresión de pánico grabada en el rostro. Todos me observaban con dudas, incluso otros se burlaban, pero todo eso a mí no me importó ni en lo mas mínimo.

Llegué al bosque, el cual estaba un poco más desolado de lo que había imaginado, no había ni una sola señal de vida, aunque no le presté atención a eso. Solo intenté comprender lo k había acabado de ver.

Debía encontrar la forma de acercarme a Liam para sacarle información. Porque aquí estaba sucediendo algo y mi intuición me decía que en él iba a encontrar todas las respuestas. Sin importar el miedo ni cuantas veces él pisara mi dignidad al acercármele, debía descubrirlo todo.

De un momento a otro una densa neblina cubrió todo el lugar.

Y de la nada me encontraba rodeada por una multitud inmensa. Todos me gritaban de una manera desquiciante, como si me reclamaran algo.

--Es tu deber--gritaban unos--

--Él te quiere a ti--continuaban otros--

--Todo es tu culpa--seguían diciendo--

De repente entre toda aquella muchedumbre ví una luz.

De ella salía una persona.

Se distinguía su perfecta silueta.

Era la de un hombre.

Era la de Liam.

--¡Corre, Rose, corre! Huye y no mires hacia atrás --gritó--

--¿Qué pasa Liam? No entiendo--pregunté confundida--

--Pronto lo entenderás, ya falta poco--dijo y me sonrió, solo que esta vez no era la sonrisa macabra de antes, era una sonrisa dulce que me hizo sentir a salvo--

No hablé más y solo corrí. Huí de ese lugar como me dijo porque sentí que podía confiar en él.

Llegué a un punto en el que ya no veía personas y pensé que ya todo estaba bien.

Pero no fue así.

De pronto, alguien tiró de mi brazo y me volteó hacia él, se veía como una extraña sombra porque no podía distinguir ni uno de sus rasgos:

--Por más que lo intentes, nunca podrás escapar de mi--dijo y desapareció entre la espesa neblina--

Me desperté en el bosque, entre temblores y sudoración fría, cada articulación de mi cuerpo estaba congelada, me encontraba inmóvil. Faltaba menos de una hora para que comenzara a oscurecer y ni siquiera estaba consciente del momento en el que me había quedado dormida.

Solo se que fue ese sueño otra vez. Ese que tengo desde que me mudé a este lugar. Ese que no me deja dormir en las noches. Ese que más que un sueño, era una horrible pesadilla.

Me dispuse a salir de ese lugar antes de que llegara la fría noche. El gran problema era que ni siquiera sabía cómo llegar a mi casa. Me encontraba totalmente perdida. Comencé a caminar sin rumbo por ese sitio que cada segundo que pasaba hacía que se pusiera más tenebroso.

En unos pocos minutos pasó lo que tanto temía, la penumbra de la noche llegó y con ella se fueron todas mis esperanzas de poder encontrar el camino a casa. Pero nunca he sido de las que se rinden, así que seguí buscando el modo de salir de ahí.

El tiempo pasaba y yo sentía como si estuviera caminando en círculos. Cada crujido de hojas bajo mis pies resonaba en el silencio del bosque.

De repente creí ver algo entre los árboles. Aunque no estaba segura si era producto de mi imaginación debido al miedo que tenía. Mi corazón y mis pensamientos se empezaron a agitar porque entre la oscuridad del bosque, cualquier cosa podía pasar e incluso, acechar.

Me detuve en seco, alguien se aproximaba hacia mí y esta vez si estaba totalmente segura de lo que estaba viendo.

--¿Quién está ahí?--pregunté con la voz entrecortada intentando hacerle pensar que no me causaba miedo--

Mas no obtuve ninguna respuesta.

Solo continuó acercándose con cautela, como si supiera que me estaba estremeciendo cada parte del cuerpo y estuviera consciente de eso. Se veía como si quisiera jugar con mi mente como un puto psicópata que disfruta el terror de los demás.

En un momento hasta pude apreciar vagamente entre las sombras su sonrisa, la cual esbozó ampliamente al notar mi estado de parálisis. Su figura se fue aclarando a medida que se acercaba.

--Que manera tan extraña de saludar al reencontrarnos después de salir corriendo de la nada--dijo--

Estaba a un metro de mi y pude apreciar detalladamente cada parte de su rostro. Tenía un aspecto algo demacrado, era totalmente diferente a la deslumbrante persona que estaba acostumbrada a ver.

Entre el impacto y todo lo que estaba pasando por mi mente en ese momento, solo pude pronunciar:

--Liam, ¿qué haces aquí?

☆☆☆

*Notita de la autora*

Holii. Primero que todo muchas gracias por llegar hasta aquí. Espero que te esté gustando la historia y la estés disfrutando tanto como yo lo hago escribiéndola. Vayan haciendo sus teorías y recuerden que todo se irá aclarando poco a poco, lindxxss.

Y cuéntenme, ¿que creen que hacía Liam en el bosque de noche?

Esto se está empezando a poner emocionante!! 💞

Si lo quieren descubrir todo, quédense hasta el final, los quiero ♡

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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