Mentiras piadosas

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Adán y Eva habían comenzado a salir formalmente, desde el día en que ambos confesaron sus sentimiento las tardes en el Edén se volvieron más cálidas al escuchar a la pareja cantar a dueto.

Eva seguía visitando a Lucifer, si bien seguían siendo amigos su relación no fue la misma de antes, ninguno hablo o tocó el tema del beso, sin decirlo en voz alta ambos acordaron no hablar del tema.

En la mente del arcángel solo se hacía presente su misión principal, darle a Eva el fruto del conocimiento, liberarla de la ignorancia para que aquella alma exploradora pueda ser libre de tomar sus propias decisiones.

Dicha tarea se había vuelto más difícil con Adán cerca, el varón no era mucho de su agrado después de como trato a Lilith pero Eva parecía encantada por la actitud infantil del castaño.

Si bien eran un pareja, ambos humanos decidieron tener tiempo para ellos mismos, su relación no había cambiado tanto a cuando eran amigos, la única diferencia importante era pasar la tarde juntos dándose mimos, fuera de eso la mayoría de días seguían su curso normal, cada uno explorando el Edén a su ritmo, algunas veces Eva acompañaba a Adán y viceversa, por lo que al de blanca tez se le dificultó convencer o tan solo ver a la mujer.

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Justo ahora el arcángel la esperaba, convertido en serpiente para pasar desapercibido a la mirada de sus hermanos o de los querubines que protegían el Edén.

A la distancia una figura comenzaba a hacerse presente, el rubio la reconoció como Eva, sus largas cabelleras cafés y sus gestos de alegría al correr hacia aquel espacio la delataban.

Una vez se aseguró de que el varón no la seguía se transformó nuevamente en un ángel, dejando que la mujer lo viera allí.

- Lucifer! - exclamó alegré de verle - Que alegría encontrarte, necesito tu ayuda.

- En qué puedo servirte? - el contrario la miro extrañado, la joven cargaba consigo miles de objetos.

- Quiero encontrar el mejor regalo para Adán - con la mención de aquel hombre la expresión curiosa del arcángel cambio a una de fastidio - Solo que no se que darle - comento desanimada.

- ¿Qué puedes darle a alguien que lo tiene y conoce todo? - la chica parecía consternada y Lucifer pensó su tal vez podría utilizar eso a su favor.

- Oh querida, yo sé de algo que ni el mismo Adán a probado - con esas palabras la menor levantó la mirada esperanzada, quería darle algo especial al hombre que le robo el corazón.

Lo miro atenta a cada palabra, movimiento o gesticulación del contrario, el brillo en sus ojos era notable esperando a que le diera el nombre de tal cosa u objeto que ni el primer hombre había probado - Una manzana - inquirió sonriendo.

Y fue así que las esperanzas de Eva decayeron, sintió como su ánimo desaparecía y comenzó a preocuparse, Adán, el primer hombre, el joven que tanto la había cuidado y amado....quería retribuir aquellos dulces gestos pero....ella no podía darle si quiera un regalo.

- Oh Eva, no te desanimes - dijo consolando a la joven - Era el regalo perfecto, no? - hablo con fingida tristeza - Si tan solo Dios no fuera tan egoísta -

Aquellas palabras llamaron la atención de la fémina, Dios egoísta? Su Dios nunca haría algo así!.....verdad?

El arcángel noto la duda sembrarse en la mujer y con un toque de malicia prosiguió - Les mintió acerca de la manzana recuerdas? - ante eso el desconcierto de la mujer aumento.

One-shot's Hazbin Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora