MY YOU [kookv]

「capitulo veintiocho - algo inesperado」

Pov Jungkook.

Mi hermana me pasó una taza de café y la tomé. Estábamos todos sentados afuera del quirófano, esperando que el médico nos diera alguna noticia.

DahYun se sentó a mi lado y apoyo su cabeza sobre mi hombro.

─ Él estará bien, hermano. ─me susurró, frotando mi espalda.

─ No puedo perderlo... Lo acabo de recuperar después de todos estos años, no puedo dejarlo ir. No puedo.

Ella me miró confundida, pero no preguntó nada.

Pasaron las horas, pero todavía no había noticias de mi esposo y me estaba matando vivo. Cada segundo, cada minuto, y cada hora sin él, era un tortura de mierda para mí.

Yo estaba vivo, seguro y respirando, mientras él luchaba por su vida y de nuestro hijo.

─ Jungkook. ─Yuna puso su mano sobre mi hombro antes de sentarse a mi lado. ─ Él estará bien. ─susurró.

─ Acabo de recuperarlo, Yuna. No puedo perderlo ahora también. ─yo suspiré mirándome las manos con la cara en blanco. ─ No puedo perderlos a ambos.

─ Lo sé, yo tampoco puedo. ─Ella respondió haciendo apretón en mi hombro.

En ese momento uno de los médicos salió corriendo del quirófano e inmediatamente nos levantamos.

─ ¿Cómo está mi esposo? ¿Y el bebé? ¿Puedo ver a mi esposo ya? ─le tire una pregunta tras otra, y el médico se giró hacia mí antes de quitarse la mascarilla.

─ Señor Jeon, tanto su esposo como el bebé, están fuera de peligro, pero no puede verlo ahora. Tendremos que realizar algunas pruebas más para asegurarnos de que no tengan ningún problema y se haga mayor. ─expresó y casi me desmayo de la felicidad. ─ Perdió mucha sangre, por lo que no sabemos cuándo recuperará la conciencia. Puede ser después de algunas horas e incluso días. ─él continuó explicando y yo asentí mientras Yuna seguía lanzando preguntas al médico.

Él está vivo.

Ambos están bien.

Sin perder un minuto más, entré corriendo a la habitación y los médicos me lanzaron una mirada molesta antes de dar un paso atrás cuando se dieron cuenta quién era.

Me senté en la silla al lado de su cama antes de tomar su mano entre las mías.

─ Déjenme a solas con mi esposo. ─les ordené sin quitar los ojos de su pálido rostro.

─ Pero señor...

─ ¡Por favor! ─dije con voz severa, sin ánimos de sus molestos motivos, me separaran de mi esposo.

Ellos asintieron antes de salir y dejándonos jodidamente solos como ordené. Pasé mi mano por su rostro antes de quitarle un mechón de cabello de la cara.

─ Lo siento, Tae. Lo siento muchísimo por todo.

Dijeron que se despertaría pronto.

Pero ¿Cuándo? Las horas se convirtieron en días y los días en semanas. Pero él todavía no se despertaba.

Me estaba matando por dentro al pensar en toda esta mierda. ¿Qué pasa si pasa algo? ¿Qué carajo haré sin él?

Yuna entró con dos tazas de café, seguido de EunWoo que llevaba tres bolsas en las manos.

Ella me sonrió y le puse los ojos en blanco; sin embargo, las comisuras de mis labios se alzaron.

Me entregó la taza de café solo y la tomé antes de agradecerle.