Felix, un lindo chico australiano de cabellos rosados, el cual asistía a una buena universidad de Corea, lo que ni sabía es que su rommate padecía de insomnio, el cual simplemente se curaba con una cosa.
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¡Temas sensibles!
-Autolesiones
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H...
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El sonido de el viento chocando con la ventana de la habitación hizo que Felix despertara.
El menor con confusión debido al profundo sueño que estaba teniendo hace unos minutos comenzó a despertar poco a poco.
Un suave olor a café y a pinturas hizo que algo se moviera en su interior.
Con tranquilidad y calma comenzó a abrir sus lindos ojitos para tratar de cobrar consciencia de donde se encontraba.
Su cuerpo se sentía descansado por completo, esa había sido la mejor siesta que Felix había tenido en toda su vida.
Al abrir sus ojos, lo único que su mirada pudo observar fue un bello rostro de un hombre que ya conocía, respirando y con una expresion de clara calma.
Cada suspiro, cada cabello, cada facción transmitían calma a cualquiera que lo mirara.
Felix se quedó quieto, estaba en shock, no sabía por qué estaba Hyunjin recostado a su lado en la cama, durmiendo plácidamente.
Felix trató de removerse en su lugar para tratar de huir hacia su habitación, pero la fuerte mano que lo agarraba por la cintura impedía cualquier movimiento de Felix.
—Quédate quieto, quiero descansar un poco más.—Dijo la voz profunda y mañanera de Hyunjin.
La voz de Hyunjin al despertar hizo a Felix estremecerse.
La voz de Hyunjin no era tan grave como para espantarte pero no era tan dulce como para encantarte.
—S-Si...—Felix comentó para luego acomodarse nuevamente en su posición inicial, con la única diferencia de que ahora abrazaba a Hyunjin con sus piernas y su cabeza la hundía en su pecho.
El cabello de Felix llegaba justo a la cara de Hyunjin, el cual se sintió fuertemente hipnotizado por el suave olor a manzana que el menor desprendía de sus cabellos.
Tal vez no estaba tan mal dormir con su compañero de cuarto ¿No?
De igual manera, Felix volvió a cerrar sus ojos, y Hyunjin replicó la acción no planeada, para que luego ambos cayeran dormidos denuevo.
(...)
Felix estaba en su pijama, su cabello mojado por la ducha que se había dado hace algunos momentos y una taza de té caliente entre sus frías manitos.
—¿Donde vas?—Felix Cuestiono.
Hyunjin estaba de píe frente a la puerta, lucia una chaqueta de cuero negro junto con un suéter color marrón oscuro, en su parte baja lucia unos jeans negros y holgados junto con unas botas negras.
