La Vida Puede Cambiar En Un Minuto

primera sesión

A la mañana siguiente la alarma sonó a las siete treinta, si la morena decidía acudir a las terapias Ana quería estar preparada para que no tuviese excusa alguna.

-Ana? Que hora es? No has puesto la alarma muy pronto?

- Era para que no tuvieses excusa alguna para no ir, decía la amiga asomada desde el baño.

- No tengo bañador solo traje dos chándals y dos mudas de ropa interior porque estaba segura que nos íbamos a ir a Barcelona hoy.

- Estabas? Eso es que nos quedamos? Le pregunto Ana con una sonrisa en la cara.

- Eso es que voy a ir a la primera sesión y después decidiré si continuo o no, pero sigo diciendo que no tengo bañador.

Ana le lanzó uno para que intentara ponérselo, Amelia sabía que si no podía solo tendría que llamarla.

- Y este bañador de donde lo sacaste?

- Ayer cuando te quedaste dormida después de la reunión con Luisita, fui a comprarlo algo me daba que ibas a querer dar esa clase acuática con la rubita.

El humor de la morena cambio totalmente, no había pensado en eso aunque a simple vista la chica es más que guapa.

- En serio Ana? Crees que voy a pensar en eso? Crees que ella se va a fijar en alguien como yo?.

- No quiero ir, se me han quitado las ganas y creo que todo será un fracaso, quiero irme a Barcelona.

Ana la miró de reojo, la morena seguía de un humor de perros.

- Mira si quieres nos vamos ahora mismo, no te voy a decir nada más ya sabes lo que hay, lo que te dijo ayer Luisita, pero eso sí, la vas a llamar tú para decírselo y si tienes que aguantar que te diga algo lo aguantas.

- No tengo que aguantar nada de lo que me diga, ni que fuera mi padre ahora vamos, lo que me hacía falta aguantar lo que no quiero de una desconocida.

- Sabes que pienso Amelia, que si eres una egoísta, que sabes de sobra que estás aterrada, pero te voy a decir algo, no te podemos ayudar si no quieres ayuda.

Ana empezó a recoger la poca ropa que habían traído, Amelia la miraba de un lado al otro y cuando su amiga ya estaba vestida con todo listo para meterlo en el coche la morena la llamo.

- Ana, perdona,  tienes razón vamos a la primera sesión para al menos saber cómo es y ya después decidimos.

La morena se vistió con unas calzonas que su amiga le había comprado el día anterior y una camiseta de tirante blanca.

Las dos llegaron al hospital, Sebas las estaba esperando en la puerta para acompañar a las chicas a la sala de rehabilitación donde estaría la rubia.

- Buenas Luisita, te traigo a una paciente, la rubia al darse la vuelta y ver qué era la morena no pudo evitar que le saliera una risa de victoria por verla ahí al menos hoy.

- Hola chicas, saludo Luisita al llegar a la altura de las amigas y Sebas, me alegro de verte Ana, vamos a estar más o menos una hora dependiendo si vemos adecuada la piscina en la primera sesión o no, puedes darme tu número de teléfono por si necesito que vengas antes?