Tadaima

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Capitulo I. Pagina XII.

Una mañana tranquila, la vasija estaba en la residencia Midoriya, se encontraba recostado boca arriba reflexionando sobre la charla con el rubio.

-Chico, demuestra que tú deseo de ser un héroe es verdadero. No permitas que otros cambien tu sentido de la justicia, mientras sepas lo que está permitido y lo que no, serás un buen héroe.

Fue el recuerdo del hombre que lo escuchó, no solo eso, le aconsejó y motivó a seguir adelante.

-Por cierto, llámame Toshinori - comentó mientras le revolvía el cabello a la vasija.

La vasija en su cama solo asintió con la cabeza y se levantó de la cama; fue directo al baño a mirarse en el espejo, cuando lo hizo, susurró:

-Gracias Toshinori.

La vasija se levantó, se vistió y salió de casa, no sin antes de despedirse de la madre de Izuku.

Por otra parte, Katsuki Bakugou estaba en el metro. El chico siempre se levantaba temprano y estaba listo, a pesar de su apariencia, era muy ordenado. En su viaje, estaba observando por la ventana de forma pensante.

-Soy mejor. Seré el mejor. Seré el mejor héroe- se repetía constantemente en su cabeza, convenciendose de ese hecho. Cada mañana antes de llegar a la U.A, desde que se reencontró con "Izuku", Katsuki se repetía esas palabras volviéndola una rutina-. Tch, estúpido Deku. Solo es un maldito estorbo, soy mejor que él, él mismo saltó. . . No... Tengo la culpa. . . Él quiso...- de nuevo repetía en su mente, simplemente para escaparse de la culpa. Podría decirse que es su método defensivo, para proteger su mente del shock que sería tener esa carga. Sin duda se desmoronaría de no ser por eso. Así fue todo su viaje, maldiciendo el nombre "Izuku Midoriya".

Hablando de Izuku Midoriya, el verdadero, estaba descansando de una sesión de entrenamiento con el rey.

-Estoy impresionado- comentó el venerado rey al observar el crecimiento monstruoso de Midoriya-. Pareces estar en sincronía con el alma.

-¡G-gracias maestro! Pero... No creo que sea bueno, seguramente Kacchan sería mejor en esto. ¡Él es grandioso! Comparado yo... Soy un Deku- sin duda la autoestima era algo de lo cual no estaba orgulloso. Tantos años siendo despreciado lograron que creyera en eso, mientras él lograba algo, se minimiza e idolatra a Bakugou.

-No, este es tu esfuerzo. No el de Bakugou.

-Pero eso no cambia, a comparación de mi. Kacchan es la mejor opción, incluso...- «incluso tiene un kosei», esas palabras iban a salir de su boca, sin embargo se calló. No quería admitir que si se hubiera elegido a Bakugou, no, a alguien más en su lugar, no hubiera tenido ese poder.

-¿Incluso? Chico, has sido escogido tú, no por que tengas un kosei. Si no por tener un corazón noble. Tú eres una luz.

Izuku estaba seguro de que no merecía esas palabras, pues, su baja autoestima no le permitía darse crédito-¿Q-qué debo hacer ahora?- preguntó tratando de evitar sentirse decaído. El rey solo observó un momento y le dijo que se acercara. Izuku al estar al lado del rey, este solo se sentó-. ¿Debo sentarme?- Esperando su respuesta, el rey asintió con su cabeza e Izuku se sentó.

-Descansa, solo duerme un poco.

-¿D-dormir?

El rey no respondió, así que Izuku solo cerró sus ojos, esperando que nada sea un sueño.

La Vasija caminaba por los pasillos de la U.A, siempre se la pasa admirando este numndo desconocido. Solo encontraba maravillas en las creaciones de la gente, sin embargo, lo único que no le gustaba, era la naturaleza de esta gente. La mayoría es egoísta, codiciosa, avariciosa, lujuriosa, y demás; aunque sabe que no todos son así, como lo es Inko Midoriya, una madre ejemplar que se preocupa, que teme y agradece por su hijo.

El Caballero BlancoWhere stories live. Discover now