" NUNCA DEJES QUE NADIE ROBE TUS SUEÑOS "...
[Por qué podrías arrepentirte]
Solo quería vivir una infancia feliz, poder jugar a las muñecas y poder vertirme de forma colorida pero el tiempo... no está a favor de nadie. Todo sucede por una causa...
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Otro día sin poder dormir y descansar. Estando frente al mar, me tranquilizaba un poco y me ayudaba a poder aclarar algunas ideas. Llevaba un mes sin asistir a la universidad y estando desempleado no me era favorable dada mi situación.
La brisa fresca rozando mis mejillas y mi cabello me hacía sentir que no todo estaba perdido, tenía que tener optimismo en mi vida. Suspiré de nuevo una y otra vez.... estoy solo en este mundo.
──¡Soobin!.──Esa voz tan chillona rompió mi momento.
Estaba corriendo hacia mi y paró en seco golpeándome el brazo derecho. Su cara me lo decía todo, estaba preocupada.
──Te dije que no vinieras Eunha, ¿que haces aquí?.
──Llevas un mes sin ir a la escuela, estoy preocupada por tí. No lo entiendes Soobin.
Estaba cansado de este amor no correspondido, tenía una infinidad de problemas y este era uno de ellos.
──Tengo cosas que hacer Eunha. Nos vemos luego.
──¿irás de nuevo a la estación?, yo iré contigo.
Pare en secó y la mire, pero está vez resignado.
──No te darás por vencida, ¿verdad?
──Tu me gustas Soobin. No me rendiré tan fácil y tampoco te dejare con esto solo. Así que vamos.──Entre lazo nuestras manos y comenzo a caminar.──Me tienes a mí.... Y yo te tengo a ti.
Sonreí levemente y bajó cautela. Trate de borrar mis emociones pero es imposible. Ella me ayuda a ver la vida de diferente manera.
[...]
Llegamos a la estación y el oficial Park nos atendió. De nuevo sacaba aquel archivo viejo y polveado de sus cajones de casos cerrados. Miro su computadora y comenzó a teclear.
──El oficial Han está de vacaciones, así que los recibire yo.──Me sonrió sin mostrar los dientes.──¿En qué puedo ayudarte Soobin?.
──Se que el caso ya está cerrado pero, quería saber si me podría dar una información sobre mi hermana.──Dije esperanzado.──Se que ella está viva.... mi corazón me lo dice.
Su sonrisa se borró y me miró con seriedad. Me han negado cualquier información que hayan encontrado sobre el casó después de que cerró su investigación. Solo quiero encontrar una pequeña esperanza que me diga que mi hermana está viva, que mi presentimiento no es un engaño, un espejismo.
──No puedo hacerlo Soobin. Conoces las reglas de este lugar.
──¿Por qué no puede?, porfavor. Se lo suplico. No voy a pedir otra cosa, solo quiero eso. Usted no sabe lo que siento desde que ella no está conmigo.──Mis lágrimas salieron, se que no debía llorar pero...──Es mi única familia, porfavor.
Está vez, llegaría lejos. Todo por un poco de luz en mi vida. Me arrodillé frente al oficial Park, estaba sorprendido y con ello, Eunha. Debía dar lastima y pena pero es la forma de tener algo con lo que iniciar mi propia búsqueda. Junte mis manos y comence hacer fricción. Suplique una y otra vez.... Hasta que perdí la cuenta y me derrumbe en el suelo. Con un llanto sin fin y con un gran dolor en el.
──Soobin....──Diji casi inaudible para mí Eunha.
El dolor me había derrumbado, solo pido eso. No me interesa lo demás, solo quiero saber de ella, que fue de su vida y si me recuerda.
──Levantate Soobin y retirate.
El oficial Park se marchó de la oficina y me dejó sin importarle mis súplicas. No me voy a rendir, no seré tan fácil de vencer. Voy a encontrarla yo solo. Me puse de pie y limpie mis lágrimas y salí de esa maldita estación, Eunha me seguía el paso corriendo y gritando mi nombre desesperadamente pero era mejor perderla y estar solo. Así que corrí más rápido perdiendola por completo.
Este mundo es tan retorcido y complejo. Que la perdida de un ser querido se vuelve algo.... común. Mis padres murieron injustamente y nadie fue castigado por eso y mi hermana, solo desapareció de la nada. No puede terminar mi vida así.
──Solo me queda.... una opción.
Ir a ver a ese viejo estúpido. Que jamás le ha importado que es lo que pase conmigo ó con su sobrina. Tome el primer taxi que ví y utilice lo último de mi semana, era mi única esperanza.
──¿A dónde lo llevó?.──Me dijo el taxista antes de encaminar el auto.
──Ire con el presidente Jeon.
Solo me queda el, como un medio para poder encontrarla y que está vez, no se niegue en mi auxilio.
