15. it's not him, it's you.

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15

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15. no es él, eres tú.



Nancy estaba despierta. No tenía previsto haberse levantado a eso de las cuatro y algo de la madrugada. Pero, ahora no podía volverse a dormir. Estaba acostada en su cama, con un libro descansando en su estómago. Tampoco podía concentrarse en leer. Cada que intentaba seguir leyendo un capítulo de «Mujercitas», no podía evitar imaginarse a Laurie como Alaska. Sí, Alaska. Obviamente no se la imaginaba con su sombra de ojos negra ni sus miles de anillos adornando sus dedos. Se la imaginaba con cabello corto, despeinado y con el atuendo adecuado del siglo XIX.

Dieron las cinco en punto. Podía ver el comienzo del amanecer por la ventada aun acostada en su cama. El cielo era una mezcla de negro, azul marino, rosa y anaranjado. Se quedó perdida en el cuadro que se pintaba frente a ella hasta que algo azotó contra el cristal de su ventana.

En un principio pensó que se trataba de una rama caída o incluso pensó que era el excremento de un pájaro, pero, luego vio con mejor claridad como otra roca, una un poco más grande, casi resquebrajó su ventana. 

Se asomó, con los rayos del sol cegándola por unos momentos, y usando su mano como escudo, pudo ver que abajo estaban Alaska e Indiana.

Si hubiera sido solo Alaska, Nancy seguramente hubiera sonreído, pero la presencia de Indiana era preocupante. Estaba casi desnuda, también despeinada y desde arriba Nancy pudo notar que Indiana estaba bañada en sudor.

—Necesitamos ayuda —Alaska dijo, lo suficientemente alto como para que Nancy la escuchara.

Media hora más tarde, estaban reunidos todos en la casa del lago.

Alaska, Indiana y Nancy estaban sentadas en el sofá. Steve y Robin, todavía algo somnolientos estaban de pie junto a la ventana. Los preadolescentes estaban sentados en el suelo, intentando comprender, junto a Steve y Robin lo que acababa de suceder.

Eddie y Piper no pudieron ser contactados, seguro estarían ocultos todavía, con sus disfraces y porros demás.

Resultaba que las visiones con Dakota muerta no visitaban ya a Alaska, sino que ahora atormentaban a Indiana.

—Pudo haber sido una pesadilla. Ya sabes, una de esas parálisis del sueño, creo que así se llaman —Steve sugirió, pasando una mano por su cara y borrando cualquier rastro de lagañas y sueño de esta.

Robin, a su lado, asintió.

—No —Alaska negó, poniéndose de pie—. Esa cosa, lo que sea que cause estas visiones, se ha dado cuenta que ya no funcionan conmigo. La última visión, la cual supe distinguirla de la realidad enseguida, apareció esta criatura... —Alaska perdió su mirada en el tablero del juego D&D, intentando buscar las palabras exactas para describir el monstruo que la había intentado ahogar. Abrió sus ojos, a la vez que agarraba una figura del tablero y la elevaba al aire.

lovers rock  ⭒  nancy wheeler. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora