Capítulo 3.4

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Con un calentito café en la mano, junto a mis confiables e increíbles ganas de tirarme en la roca-cama que amo con toda mi alma...

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Pero, cómo siempre, no todo podía ser tan feliz. Antes siquiera de poder entrar a lo que ahora es nuestra casa, por culpa de Uzi. Ya podía oír sus gritos y los de N...

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Otra vez... estoy empezando a cansarme de esta situación tan repetitiva. No hay día que ellos dos no se estén gritando. Por un momento creí que se estaban haciendo amigos.

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Pero luego han intentado hacerse bromas muy pesadas e incluso algunas con un final no muy feliz pero si uno muy doloroso...

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E incluso, si intentó hacerlos llevarse mejor, de alguna manera ellos dos se las arreglan para insultarme coordinadamente.

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Aunque... ahora no parece que se estén peleando, o al menos no completamente... ¿se puede catalogar así?

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- ¿¡Cuánto es la raíz de 547!? - Oí exigir a N -

- ¡¡Ya te dije que no lo sé!! - Respondió -

- ... A ver... ya hiciste "a". Ahora necesitamos que resuelvas "b"... necesitamos "a" y "b" para resolver "c". Teorema de Pitágoras, ¿recuerdas? - Decidí abrir la puerta y caminar hacia donde se originaron sus voces -

- Ya lo sé, no estoy en preescolar - Tire mi café o el envase del mismo en donde solo robo-dios sabe -

- ¿Hiciste un rifle láser pero no puedes hacer esto? - Me seguí acercando a la habitación, estoy casi segura que es el comedor en dónde ellos dos están -

- ¡¡Bite Me!! ¡No es lo mismo! - Se oía enojada -

- ... - N suspiró - Okey, okey... sólo hagamos esto, es lo último y ya es muy tard... - Él no pudo finalizar su oración -

- ¿Siquiera por qué me ayudas? No te lo pedí en primer lugar - Oí como la silla se arrastraba - No voy a entregar esto, que se jodan los maestros - Pasos alejándose, era obvio que Uzi se estaba yendo -

- Uzi ven acá, esto ya es lo último - La voz de N se podía perservir cansada pero también molesta -

- ¡No! ¡Déjame en paz! - Ella azotó la puerta de lo que sospecho es su habitación -

- ¡¡Uzi ven ac...!! - N se pauso a sí mismo antes de soltar un fuerte quejido solo para que después - ¡Hija de puta! - Insultar a Uzi -

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Llegué justo a tiempo para ver cómo N golpeaba la mesa y luego se quedaba mirando la misma al mismo tiempo que maldecía.

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Pasaron algunos segundos en los que N se veía muy frustrado. Hasta que tomó el lápiz que estaba en la libreta y la propia libreta. Se inclinó hacia ella y comenzó a revisarla.

Me Cambiaste... NxVWhere stories live. Discover now