(3) ✲ LA CHICA Y EL LOBO ✲

61.4K 7.9K 5K
                                    

LEIGH

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

LEIGH

Para, Leigh.

No son ellos.

No es él.

No era la primera vez que mi corazón se aceleraba con esperanza, pero con el pasar del tiempo, había aprendido a no dejarme llevar porque la desilusión que llegaba después de confirmar que no eran ellos siempre me dolía. Al principio, me emocioné con frecuencia con las cosas más mínimas: una luz encendida, un ruido que venía de la casa. Sin embargo, la mayoría de las veces eran equipos de limpieza que iban a la mansión Stein cada cierto tiempo para evitar que se derrumbara en polvo y suciedad.

La casa había quedado exactamente como ellos la dejaron, no fue prioridad de los Stein empacar los muebles o electrodomésticos. ¿Cómo lo sabía? Hubo una noche de borrachera en la que me metí en la casa Stein, no fue mi mejor momento y al parecer el alcohol me impulsaba a cometer crímenes. Me había paseado por su amplia cocina donde discutí varias veces con ese rubio arrogante, luego la sala donde había consolado a Frey y a Kaia cuando Carter le disparó a Heist.

—¿Estás bien? —La pregunta de Mary no me sorprendió, asentí con la cabeza mientras me guardaba el celular en el bolsillo.

—Sigamos.

—Leigh. —La duda en la forma en la que dijo mi nombre fue clara.

—Quedamos en que mi vida no va a girar en torno a ellos... a él, ¿de acuerdo? —Le recordé—. Han pasado tres años, Mary. No puedo correr a esa casa solo porque hay una luz encendida o un auto en frente. Esperé lo suficiente. Hemos empezado la universidad y una nueva etapa, así que... —Me encogí de hombros.

—De acuerdo —murmuró mientras seguíamos caminando.

El ruido de una motocicleta nos sorprendió y nos echamos a un lado del camino, Hilda se puso frente a nosotros de inmediato. La moto emergió de una curva, era completamente negra y el conductor llevaba ropas oscuras y un casco a juego. Cuando nos pasó por un lado, él giró su rostro ligeramente hacia nosotros y una sensación extraña me envolvió, sentí como si me estuviera viendo a los ojos aunque no pudiera ver nada más que el vidrio oscuro de su casco.

—Este es no es un sendero para motos —murmuró Hilda y se comunicó con Aster, el otro guardaespaldas qué nos esperaba al principio del sendero, por el pequeño dispositivo en su oído—. Va a salir una moto del camino, ojo con él.

Esa sensación desagradable no desaparecía, quizás era el hecho de que no pude ver su rostro, aun no me llevaba bien con ese tipo de cosas.

—Hilda, es solo un motorizado. —Fingí que no me afectaba porque tenía que aprender a vivir expuesta, no quería darle la razón a mi padre, y vivir paranoica, pensando qué todo el mundo era sospechoso. ¿Quién querría hacerme daño? Heiner estaba muerto, los Steins se habían ido y lo último qué supe de Jaeda fue qué habían procesado su extradición de regreso a este país. Aún no entendía como había logrado que la enviaran a Alemania, pero Frey se había encargado de mandarla de regreso aquí para que fuera juzgada como debía ser.

Leigh (Darks #3)Where stories live. Discover now