One-Shots Barisi

it's a date

Palabras: 1034

Resumen: Los planes de Sonny Carisi se ven frustrados por un problema en el trabajo, pero al parecer no es el único con mala suerte.

N/A: Mi nota de autora real la voy a dejar al final del capítulo xq sino la voy a cagar y voy a hacer un súper spoiler.

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No estaba en posición de recriminar y lo sabía, por lo que tampoco podía hacer gran cosa por defenderse. Sin la teniente ahí, Carisi se dio la libertad de guardar su lado racional en una caja y alinearse sin ninguna duda a la obstinación de doble filo que Rollins poseía, después de todo, ellos acostumbraban a trabajar juntos. Le fue fácil creer que nada saldría mal, pero supo que erró en cuánto vieron a William Dodds aparecerse por la estación, con esa mirada acusatoria y una respiración que por su frecuencia, era audible.

Hubo un regaño, una advertencia —qué más bien, sonó a amenaza— sobre recoger sus placas y varios comentarios de desaprobación. A ojos del italiano, el jefe estaba más exaltado que de costumbre y no era para menos, además del problema en curso, aún lidiaba con la reciente muerte de Mike.

Pero para Rollins no había compasión ni empatía que evitara su furia. Una llamada de atención de Olivia, aunque la sacaba de sus casillas, era mucho más tolerable que cualquier cosa que Dodds pudiera decir; por qué Dodds a veces hablaba sin pensar y después hacía como si no hubiese ocurrido nada, y esas actitudes no iban con ella. Con tal evento en mente, continuo el resto de su turno juntando piezas, analizando y buscando evidencia que favoreciera al caso, pero sola. Cuando Carisi quiso acercarse, comprendió que por primera vez no podía hacer nada para contentarla y con ello, que la juntada de esa noche quedaba completamente cancelada.

Más tarde, Fin se acercó a Sonny y le dijo que necesitaba algunas órdenes, por lo que esté comprendió que su nuevo rol en el caso era ir por ellas.

—¿Puedo pasar?— Preguntó luego de dar dos golpes en la puerta. Su tono era diferente al acostumbrado.

Rafael Barba solo hizo un sonido de consentimiento, con los labios apretados mientras prestaba atención a evidencia de otros casos que iba a representar. En ningún momento le dirigió la mirada. Entonces el más alto ingresó a su despacho, yendo directo a su escritorio. Tan pronto como tomó asiento delante suyo, descubrió que él tampoco estaba de humor, o mejor dicho, que estaba de menos humor que otros días.

—Quiero un par de órdenes.— Dijo desganado y Rafael suspiró.

—¿No los hicieron desistir?

—Tenemos la ventaja de que generalmente trabajamos bien.

—¿Aún sin Olivia?— El tono en su voz no podía ser descrito por Carisi, pero sintió que había sido raro.

—Si.— Contestó, inseguro. —Aún sin Liv.

...

Su turno finalmente había terminado, pero Rollins seguía con mala cara y cuando intento interactuar con ella, simplemente pasó de él.

—¿Y ahora?— Escuchó al fiscal hablar detrás suyo. Traía unas hojas en mano, eso explicaba su presencia por el lugar.

—No sé. Hoy fue un día ajetreado.— Dijo, volteando a mirarlo. Por la hora y por su saco en el antebrazo, supuso que también había terminado su jornada. —¿Ya te vas?

—Aquí están tus órdenes antes que nada.— Le entrego los papeles y Carisi apresurado los tomo. —Y no, solo me gusta agarrar mis cosas y pasear por toda la estación para ver quién me lo pregunta.— Le contestó con esas típicas cejas alzadas y voz entre sería y burlona que por lo general irritaba a Sonny.

Pero la broma no le causó satisfacción a Rafael, pues no vio reacción alguna en él.

—Oye, ¿qué tienes?

El rubio resopló. —Nada.— Cuando Rafael iba a retomar la palabra, fue interrumpido por el detective. —Es solo que aprendí una nueva receta de pasta y tenía planes con Amanda para que la probara, pero, bueno, creo que ya te diste cuenta de que no lo hará.

—Mhm.— Barba miro la hora en el reloj de la pared mientras lo escuchaba hablar. —Bueno, qué pena.

—No sabes consolar gente.

—Solo te pregunté que te pasaba, jamás te dije que te iba a consolar.

Un silencio se hizo presente entre ambos. No era incómodo, pero tampoco era agradable. El contexto no se prestaba para que la armonía reinara, pero si para que a Carisi se le cruzara una idea.

—¿Tienes algo que hacer ahora?— Le preguntó, cambiando un poco su ánimo. Tenía que ser optimista.

—Voy a ir al teatro.— Comentó el cubano, sonando desinteresado de pronto. Eso llamó la atención del contrario. No lo conocía mucho fuera del trabajo, pero era sabido que al fiscal le gustaban las obras y los musicales, por lo que no entendía dicho cambio de actitud.

—¿Y por qué lo dices con esa cara de cachorro triste?— Sonny a veces agarraba demasiada confianza.

—Por nada.— Y Rafael no hacía nada más que desconfiar.

El recelo se hizo presente en su rostro. —¿Por nada? Creí que te fascinaba el teatro.

—Me gusta.

—¿Entonces?

Rafael lo miro a los ojos por primera vez y apretó los labios. No era optimista, pero tampoco pesimista.

—¿Tienes algo que hacer ahora?— Preguntó. —Ah, no, verdad. Que te cancelaron.

Carisi rodó los ojos y Barba sonrió por qué por fin obtuvo una reacción de su parte. Cuando el rubio se iba a ir, Rafael lo detuvo.

—Tengo dos boletos.— Los mostró delante de su rostro. —Son para Heisenberg.

—¿Me estás invitando a salir?— Pregunto incrédulo, soltando una risa de por medio.

—Suponiendo que antes preguntaste por mis planes por qué pensabas hacer lo mismo.— Apretó los labios en una sonrisa. —Puedes cocinar para mí después de la función.

Carisi dejó de reír, pero en su rostro se quedó una sonrisa dibujada mientras observaba los pedazos de cartón en las manos de Barba; de inmediato su cerebro hizo clic y captó que uno de los boletos era para Olivia, pero Olivia estaba en París, con Tucker. Seguro habían quedado para ver la obra desde antes, pero por la emoción del viaje, la teniente lo olvidó, lo que dejaba a Rafael con una desilusión más esos días. A veces le gustaría que el fiscal fuera más abierto con sus problemas y hablara con él. A veces, solo a veces, le gustaría ser más cercano a él. Lejos de todo lo que conllevaba ser un servidor en la U.V.E, fuera de los peligros y circunstancias desgarradoras que día con día los rodeaban.

—Bien, vamos.— Dijo, volviéndose al escritorio para agarrar sus cosas.

Barba sonrió. En el fondo, también le interesaba Carisi.

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N/A real: Vamos a suponer que Olivia y Tucker si se fueron a París antes de terminar su relación.