Gracias, mamá. (M)

283 4 1
                                    

Siento el peso abrumador de lo que acabo de descubrir, hay pensamientos caóticos revoloteando en mi mente, mi corazón late con fuerza mientras trato de procesar todo lo que leí hace un rato.

¿Dioses caprichosos que cumplen todo al pie de la letra? ¿Mi vida fue irreversiblemente transformada por solo un deseo? Todo suena como una maldita locura fantasiosa, pero realmente es una explicación para mí situación actual.

Mientras me sumergía en ese océano de pensamientos turbulentos mi mente comenzó a divagar en Antonio, en lo atractivo que se veia bajo la luz del sol, incluso comencé a pensar en el aroma del sudor de su cuello.

-Esto no puede estar pasando...

-Somos amigos...

Me levanto de la cama y me miro en el espejo de mi cuarto, apreciando a mis femeninos rasgos.

-Y en el fondo.. Todavia soy un hombre ¿verdad? no tengo por qué estar sintiendo todo eso.

Suelto un largo suspiro, para luego cambiarme a ropa más cómoda. Una camisa de tirantes y el short que me llegaba por las rodillas. Todo me queda un poco apretado, pero siento comodidad en cierto punto. Me vuelvo a acostar en la cama, mis ojos se cierran automáticamente debido al cansancio, me quedo dormido.

¿Otra vez este sueño?

Despierto en la misma prisión oscura. Pero está vez no escucho pasos, solo una voz en mi oído, una voz que suena ominosa.

"Buenas, humano."

"Ya sabes por qué pasó todo esto? No es así?"

Asiento involuntariamente.

"Debes aceptarlo, fue tu deseo y lo cumplimos."

Siento que algo sale de mi cuerpo.

Ahora soy mi yo femenino, estoy afuera de las rejas viendo a mi yo masculino.

"El ya no existe, querida. Debes aceptar que ahora eres una chica."

Mi yo masculino dentro de las rejas se desvanece, al mismo tiempo escucho un golpe en una puerta, momento en el que me despierto de golpe en la vida real.

Para mí sorpresa en la vida real los golpes en la puerta seguían, era mamá. Ahí estaba mamá... No pude encontrar una solución... ¿tendré a caso que explicarle todo?

Me levanto de la cama, decidido a abrir la puerta. Ahí estaba mamá. lucía cansada del trabajo.

-¿Quien eres, niña?

Pongo mis manos atrás de mi espalda, con un poco de miedo a mi mamá.

-Ma.. Soy yo, Marcos... Tengo muchas cosas que explicarte..

-¿Marcos? Dile a Marcos que no me juegue una broma así, ¿si?

Mi corazón se hunde en mi pecho ¿cómo podré explicarle a mi mamá toda está transformacion? Ni siquiera entiendo esto del todo bien, la desesperación me invade mientras trato de sacar palabras adecuadas.

-Mamá, se que no me crees.. Pero soy Marcos, te lo juro. Soy yo.

Mi madre me mira con incredulidad y desapego, aún no creía mucho en mis palabras.

-Niña, dime tu nombre.

-Mamá, soy Marcos. Tu te llamas Carmen.

Mamá se quedó sorprendida por como dije su nombre, con total confianza.

-¿Entonces si eres Marcos realmente?

-Así es, ma. Todo esto es muy difícil de explicar pero...

-Si eres Marcos, cómo explicas todo esto?

Dice, mientras señala mi cuerpo, mi rostro.

-Mamá, puedo explicarlo. Toma asiento ¿si?

Mi mamá, aún incrédula y algo desconfiada toma asiento en uno de los muebles de la casa. Yo comienzo a explicarle con detalle todo lo que había pasado.

A medida de que iba saliendo palabra por palabra de mi boca, mamá cambiaba su expresión. Paso de desconfiada, a confundida. De confundida de preocupada, y de preocupada a... ¿Emocionada? ¿Qué emoción tiene esto?

-Marcos, todo suena muy duro... Vas a tener que quedarte así ¿verdad? pero.. Mira, no es tan malo. Yo siempre quise tener una hija, tal vez pueda ayudar a que realmente si te guste tu nuevo cuerpo.

¿Que? Ella... está loca, mi nuevo cuerpo nunca me gustará.

-¿Esto es en serio? Yo no quiero este cuerpo...

-Pero debes aceptarlo, no es así? Eso no es lo que decía en ese artículo?

Mi mamá luce seria al decir eso.

-Vamos... Cariño, siempre quise tener una hija. Y mira, ahora que estás así, es una oportunidad perfecta para nosotras. ¿No crees?

¿Nosotras? Ella dijo nosotras? SIGO SIENDO UN HOMBRE...

-No me vuelvas a llamar con un pronombre femenino, yo sigo siendo un hombre. Sigo siendo Marcos.

Mi madre suspira fuertemente.

-A ver, entiendo que no te sientas cómodo ni nada con esto, pero...

Interrumpo su respuesta, está comenzando a ser muy insistente. Eso me fastidia y termino alzando la voz.

-NO, NO ENTIENDES. YO NO QUIERO SER UNA CHICA.

Mi madre me mira con sorpresa, al parecer por mi voz alzada. Pero su mirada rápidamente es cambiada por una mirada llena de determinación, incluso también alza la voz para igualar el tono de la mía.

-Esto es difícil de aceptar, pero negarte a todo esto solo te hará más daño. Debes aprender a vivir con esto a como de lugar o nunca podrás conseguir la felicidad.

-NO LO ENTIENDES, CARAJO! MI FELICIDAD ES VOLVER A SER HOMBRE. NO ESTAR EN ESTE CUERPO DE MUJER!

Mi madre se levanta del mueble, se acerca a mi. Pense que me daría una cachetada o algo, pero para mí sorpresa hoy está especialmente calmada.

-Marcos, por favor entiéndelo. No te puedes seguir aferrando al pasado, eso solo te destruirá. Debes aceptar que eres una chica ahora. Después de todo.. ¿No hay forma de revertirlo, cierto?

Estoy seguro de que está cegada por su deseo de tener una hija, estoy más que seguro.

-ESTE NO SOY YO! No puedo vivir así... No me siento cómodo con nada de esto.

-Claro que esto es difícil para ti, pero aferrarte al pasado de esta forma solo te hará sufrir, se que te costará aceptar tu nueva realidad. Pero yo intentaré ayudarte... ¿Está bien, Marcos?

Siento como se forma un nudo en mi garganta, lágrimas amenazan con salir. Pero las contengo por el momento.. ¿Y si mi madre tiene razon en todo esto? tal vez solo deba aceptar esto..

-Si no puedes aceptarlo, yo te ayudaré. Aceptarlo es la única manera de volver a vivir feliz, cómo me dijiste, no hay manera de revertir este "deseo negativo" ¿no es así?

Asiento, mi mente se llena de pensamientos de resignación ante mi madre.

-T-tal vez tengas razón, ma. Puede que me cueste aceptar todo esto... No prometo que esto sea fácil de aceptar para mí, pero...

Soy interrumpido, por mi madre que me abraza con ternura, involuntariamente yo también la abrazo.

-Pedire está semana de reposo, si? Intentaré ayudarte con lo que pueda, Marcos...

Derramo lágrimas sobre el hombro de mamá.

-Llora lo que sea necesario, si? Por cierto, duerme. Tal vez eso te ayude a relajarte un poco.

Me separo del abrazo, con lágrimas en mis ojos asiento y voy hacia mi cuarto. Me acuesto en la cama y cierro mis ojos para finalmente quedar dormido.

Mi nombre es NaomiWhere stories live. Discover now