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Thomas no podía dejar de dar vueltas en su habitación.

Ya caída la noche, los noticieros y sitios de chismes no dejaban de hablar sobre su relación con Ben, y el chico había esperado que su novio llegar allí, o tan solo le hablara, para saber cómo actuar ante toda esa repentina presión.

La mirada del chico iba constantemente a su celular, pero solo aparecían nuevas notificaciones en sus redes sociales con malos comentarios, algunos de apoyo, pero sobre todo personas juzgando su sexualidad.

¿Quiénes eran y porqué creían que tienen el poder para hablar sobre su sexualidad? Ellos no eran Dioses para juzgarlo, y Tom lo sabía, pero eso no significaba que no le doliera.

Aunque dolía más la indiferencia de Ben.

Una llamada entrante de Mal hizo que su celular terminara pegado en su oreja, mordiendo sus labios con cierta ansiedad.

—¡Ben está en un noticiero! ¡Enciende tu televisor!

Thomas hizo lo que su amiga le dijo sin cortar la llamada, y efectivamente, su novio estaba en las noticias, en lo que parecía ser un comunicado oficial de la Realeza de Auradon, porque Ben llevaba puesto un traje con los colores del reino y su corona en su cabeza.

—Hace unas horas, se me ha relacionado con el Príncipe Thomas en una serie de eventos que no han tenido lugar en la realidad—Comenzó el chico—. Rechazo categóricamente los comentarios maliciosos hacia mi persona y al Reino producto de malos entendidos por noticieros que no verifican la veracidad de sus titulares. Mi relación con el Príncipe Thomas no es más que diplomática, y no existe un tal noviazgo mencionado. Muchas gracias.

La imagen de Ben desapareció de la pantalla, y Thomas no supo qué decir.

—Tom...—Oyó la voz de Mal—. Lo siento mucho...

El chico no respondió y cortó la llamada, sintiendo como su garganta se había cerrado de un momento a otro y le costaba respirar.

Ben le había negado frente a todo el mundo, y le había dejado ante todos como alguien que no valía nada, hasta el punto de negar hasta una amistad entre ellos, casi actuando como si todo fuese una invención de su cabeza.

Perdió la noción del tiempo, abrazando sus piernas y acurrucado en un rincón de su habitación, rogando en su interior que Ben entrara al lugar y le dijera que todo lo que había dicho eran palabras vacías.

Pero nunca apareció, porque solo una chica con prendas se cuero moradas apareció en las cuatro paredes en las que se encontraba encerrado.

—Vamos, Tom—Murmuró Mal, tomando sus manos—. Levántate. Te sacaré de aquí.

—Me gusta tu ropa, Mally—Murmuró el chico—. Me gustaría ser fuerte como tu, y no patéticamente débil como lo soy ahora. Me gustaría desaparecer de aquí...

—No eres débil, Tommy—La chica negó con su cabeza—. Eres el chico más fuerte que he conocido, y te sacaré de aquí, pero necesito que dejes de llorar y pienses con la cabeza fría.

Thomas no podía hacer mucho. Solo quería desaparecer de allí, de Auradon. Ir a un lugar donde no le apunten con el dedo por dejar sus gustos relucir, ir a un lugar donde pueda conocer gente que no le apuñale por la espalda. Necesita ir a un lugar donde pueda ser él mismo.

—Vámonos a la Isla de los Perdidos—Habló Tom luego de unos minutos—. Siempre me hablaste que podías ser tu misma allí, yo también quiero saber si puedo ser yo mismo.

Mal sonrió y solamente alzó un bolso que tenía en su mano, del cual ya colgaban prendas que pertenecían al chico.

—Por eso somos mejores amigos, Thomas—Habló la chica—. Siempre pensamos lo mismo. Y allá iremos, a la Isla, parece ser un mejor lugar para los dos.

El pelinegro se acercó a la chica para él mismo seguir llenando su bolso con ropa, hasta que no hubo espacio para más luego de añadir otras cosas que necesitaría.

—¿Sabes algún hechizo para cruzar la barrera con mi moto?—Cuestionó Tom, colocándose una chaqueta de cuero negra que Evie le había personalizado hace algún tiempo.

—¿Dudas de mis capacidades?—Tom negó a las palabras de Mal, oyendo su risa—. Claro que conozco algún hechizo para eso, no te compliques mucho.

El par de mejores amigos salió de la habitación del Príncipe, corriendo hacia el estacionamiento donde estaba la motocicleta del chico. Se montaron en ella y Tom comenzó a conducir hacia el límite de Auradon y la Isla, siendo separados únicamente por el mar.

Noble corcel, como sea, llévame a donde puedas—Mal recitó un hechizo de su libro, volviendo a aferrarse al torso del chico—. Okay, ahora, acelera, Tom.

El chico decidió confiar en su amiga, y aceleró la motocicleta. Como por arte de magia, un camino dorado comenzó a formarse frente a ellos, abriendo paso a su destino: La Isla de los Perdidos.

[...]

Unos toques en la puerta del pelicastaño le sacaron de sus pensamientos, cayendo en cuenta que había escrito únicamente incoherencias en el papel frente a él, y es que su cabeza no podía dejar de pensar en lo ocurrido.

—Pase—Habló el chico.

Luego de que alguien filtrara la información sobre su relación con Thomas, Ben no supo como reaccionar correctamente, y cuando menos lo esperaba, no había escuchado consejos de sus padres y había dicho frente a todo el mundo que lo que sea que insinuaban era una ilusión, y que nada era real entre Tom y él.

Y es que temía, lamentablemente, del qué dirán. Le temía a las opiniones ajenas, y no había tardado en hacer caso a su yo impulsivo y protegerse a él mismo, entrando en razón de lo incorrecto que había estado cuando su madre le detuvo luego de haber dicho todo.

«—Deberías haber confiado en mi y en tu padre, Ben—Habló Bella, abrazando a su único hijo—. Siempre supe que algo más pasaba entre tu y Tom. Tu padre lo sabía, y se había preparado para ayudarte en lo que sea cuando la noticia saliera a la luz en caso de que el pueblo tuviese una reacción negativa. Pero ya no podemos hacer mucho luego de tu declaración. Deberías hablar con Thomas, sus padres no han recibido noticia de él, descubrieron que Audrey fue la culpable de que se masificara su relación.»

Evie entró a la oficina de Ben, cerrando la puerta detrás de ella antes de hablar.

—Mal volvió a la Isla—Fue lo primero que dijo la chica, y Ben se preocupó, porque consideraba a la hija de Maléfica como una fiel amiga—, y se fue junto a Thomas.

Ahí sintió que su mundo caía a pedazos definitivamente.

MY FAVORITE THINGS ━━ descendientesWhere stories live. Discover now