Forbidden Strawberries.

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La fresa se convierte en el fruto prohibido.

La fresa se convierte en el fruto prohibido

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_ Traje fresas para compartir. _ Anunció Mari con un brillo juguetón en sus ojos, destellando con un verde cítrico. Sus manos delicadas sostenían un recipiente, el cual brillaba con la promesa de dulzura.

Yoshiko, quien había estado jugando con mechones de su cabello azul durante un rato, ignorando la pila de hojas frente a ella, apartó la mirada. Su curiosidad chispeaba al observar las apetitosas fresas.

_ Se ven muy bien, Mari. _ comentó Riko, sus labios curvándose en un arco de dulzura, mientras sus ojos dorados resplandecían como el sol, llenos de anticipación.

_ Esta es una buena temporada, claramente son las mejores fresas que hay. _ Añadió Mari con orgullo, su voz resonando con confianza.

_ Deberíamos probarlas y averiguarlo, tal vez el vendedor te engañó. _ Bromeó Yoshiko con una risa musical, dejando su lápiz sobre la mesa. Pero antes de que pudiera siquiera acercarse al recipiente, un golpe en la puerta interrumpió el momento, haciendo que las tres volvieran su atención hacia la entrada. La mayor de la habitación extendió una invitación, y la puerta se abrió lentamente, revelando a la Marinera del grupo.

_ Los vestuarios están listos, ya pueden pasar por ellos. _ Anunció la chica, cuyas mejillas se ruborizaban bajo el cálido resplandor de la tarde. Mari asintió con elegancia y cubrió las fresas como si guardara secretos en su interior, antes de depositarlas con delicadeza en el centro de la mesa. Luego, extendió su mano hacia la dama de cabello rojo. Y Yoshiko, estaba a punto de seguirlas, pero Mari la detuvo con una mirada severa.

_ Yoshiko, hoy la tutora de la clase me informó sobre tu reciente descuido, así que deberías terminar tus deberes. _ Declaró Mari con firmeza, los ojos magenta se posaron en las hojas de la guía de trigonometría que había abandonado en la mesa. _ También, asegúrate de no comer ninguna fresa hasta nuestra llegada. Sería una lástima perder la oportunidad de disfrutar las fresas juntas. _

La más joven se quedó en la puerta, observando cómo las tres jóvenes se alejaban por el pasillo. Yoshiko, molesta, regresó a su asiento con la determinación de terminar aquella guía que parecía interminable. 

Con el paso del tiempo, las operaciones llegaron a su fin. La joven de hebras azul marino sonrió con orgullo mientras revisaba el resultado de su labor, pero notó con cierta preocupación que sus dos compañeras aún no habían llegado. Un sentimiento de inquietud se apoderó de ella mientras observaba el atardecer a través del gran ventanal de la habitación. Con un suspiro, se recostó ligeramente sobre sus brazos, dejando que su mirada se perdiera en el horizonte dorado.

Sus labios se sintieron secos, y en un gesto distraído, sus ojos se posaron en el envase que contenía las fresas. La tentación de probar una de ellas titilaba en su mente, pero sabía que debía resistir. La espera se volvía cada vez más larga, y Yoshiko se preguntaba dónde estarían Mari y Riko. Se levantó de su asiento con determinación, decidida a buscarlas en la sala de música. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de dirigirse hacia la puerta, sus ojos fueron atraídos una vez más hacia el envase de fresas.

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⏰ Last updated: Apr 22 ⏰

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A guilty game of three. [ Love Live! Sunshine!! ]Where stories live. Discover now