''🫧'' ⤷ Después de la destrucción del Edén y el abandono de Eva, Adán se sentía incompleto. Las personas que algún día amo ya no estaban con el, o al menos hasta que conoció a Miguel. ˚
˚ ⏖ Despues del exterminio, Adán no podía dejar de pen...
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Después de una larga remodelación del Hotel Hazbin habían terminado, unos más cansados que nunca y en especial Adam, quién ahora no sabía ni que había pasado.
Al parecer Lucifer lo había puesto inconsciente después de que las exorcistas se fueran y dejarán a Adam a su suerte, de verdad, Adam se sentía tan adolorido de la cabeza como si le hubieran pegado 30 putazos.
El angel miro hacia su alrededor, estaba en una habitación de ese Hotel de mierda, Adam gruño molestó y trato de levantarse con todas sus fuerzas, cosa que fue inutil porque cuando se levantó sintio un gran peso en sus alas y muñecas.
El angel se quedó estático y con una mirada confusa e irritada. Suspiro pesado al notar esas cadenas amarillas como el oro, Lucifer, ese hijo de puta era el único que podía encadenarlo como su perro. No podía olvidar ese trato que hicieron sobre el exterminio el cual lo condenó a ser encadenado las veces que quiera de Lucifer. Si hubiera conocido las mañas y condiciones de Lucifer, nunca hubiera aceptado eso.
Adam no se dió por vencido, trato de abrir esas alas amarillas pero fue inútil, parecían estar amarradas con una soga. Mierda, quería dormir y nunca despertar, podía saborear su sangre amarilla que salía por su nariz.
El angel se dió por vencido, agachó su cabeza esperando que todo el sufrimiento acabará, cuando cerraba los ojos podía recordar esas bonitas escenas de él y Lucifer en el jardín del Edén. Jugando, comiendo frutos, charlando y hasta verse sin decir ni una sola palabra, extrañaba a ese Lucifer.
Antes de que se deprimiera hasta no poder más escucho la puerta abrirse, confundido, volteo a ver y ahí se encontraba el de menor estatura, mirándolo de manera nefasta y empalagosa posible, Adam frunció el ceño y miro también a Lucifer, quien empezaba a cerrar la puerta con candado.
—— Déjame irme. —— la voz jadeante de Adam sonó, notandose cansado y algo herido.
Lucifer rio ligeramente, se fue acercando a Adam poco a poco como un depredador, cuando estuvo cerca de Adam solo se limito a mirarlo de forma simple y sonreír enamoradamente.
—— Eres mío, por fin te tengo bajo mi merced, Adamsito. —— aquella voz dominante hizo que ruborizara a Adam. —— Espere tanto tiempo, tantos años para tenerte a mi lado y ahora mira, eres totalmente mío.
Lucifer se agachó a la altura que Adam estaba arrodillado, descaradamente paso su mano por la mejilla de Adam, su piel se sentía bastante suave, Adam a tal acto se asqueo y solo agachó aun mas la cabeza para evitar verlo.
Lucifer gruño, se levantó mirando a Adam aún simple y suspiro, se dirigió a la cama bastante cómoda que se encontraba en esa habitación, con sus poderes desencadenó a Adam para atraerlo hacia sus piernas. Obviamente para que no escapara lo amarro de las muñecas con sus poderes, de las piernas también y la cadena amarilla se mantenía en su cuello.
