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Mientras Sasaki se concentraba en pintar su máscara, sus ojos se encontraron con los de Susanoo en un momento de risas. La atmósfera se llenó de un cómodo silencio, roto solo por el suave murmullo de los pinceles sobre la madera.
- ¿Y bien, Susanoo? Dijo de repente, interrumpiendo el silencio con un tono juguetón a medida que se acostaba un poco en la mesa, no era así con nadie, pero con el Dios se dejaba más. - ¿Necesitas que agrande la puerta para que puedas entrar en casa sin tener que agacharte?~
Susanoo soltó una carcajada, disfrutando del humor ligero de su honrado mortal. - No es necesario~ Pero es cierto que esa puerta es un poco más baja de lo que estoy acostumbrado...¡Ah! ¿Sabías que en mis primeros días de entrenamiento con la espada, rompí más de una cosa? Mis hermanos me regañaron mucho ese día. Confesó con una sonrisa nostálgica.
Sasaki asintió con simpatía, recordando sus propias luchas y desafíos en el camino hacia la maestría en la espada. - ¡Eso pasa mucho!, típico de todo novato. ¡Y yo también tuve mis momentos difíciles! Pero como dicen, el que persevera, alcanza. Respondió con determinación en su voz.
La conversación dio un giro hacia las hazañas pasadas cuando Susanoo mencionó la impresión que le causó la victoria de Sasaki sobre Poseidón. - Me alegra en parte que el primer humano en derrotar a un Dios del Ragnarok haya sido un espadachín como tú ¡es tan impresionante! Los ojos del Dios estaban brillando de alegría al saber que un mortal talentoso con la espada fue el primero en dar la victoria, dejando de lado su orgullo de Dios en ese duelo.
- Fue una tarea difícil, pero ahora Poseidón y yo nos llevamos...¿bien?... No se describirlo ¡es como un niño en grande todavía! Bromeó Sasaki, con una sonrisa irónica - Pero, en serio, agradezco tus palabras, Susanoo. Es grandioso saber que mi lucha ha sido reconocida, especialmente viniendo de alguien tan respetado como tú.
Susanoo asintió con aprobación, reflejando su admiración por la valentía y la habilidad de Sasaki. - Es comprensible por qué tantos humanos te admiran. Tu coraje y tu determinación son verdaderamente admirables, Sasaki. Y estoy seguro de que aún tienes muchas más hazañas por delante. Aseguró, con una mirada de confianza en su amigo.
La complicidad entre los dos hombres se fortaleció aún más en ese momento, sellando su vínculo con la gratitud y el respeto mutuo.
Mientras continuaban con su tarea, sabían que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara en la celebración del Setsubun y más allá.
Finalmente:
La tarde finalmente había llegado, y Sasaki se encontraba emocionado por compartir el resultado de su trabajo con Susanoo. Con un gesto de expectativa, Susanoo esperó con ansias para ver el diseño final de la máscara. Con manos temblorosas de emoción, Sasaki levantó la máscara para revelar el meticuloso trabajo que había realizado.
