CAPÍTULO XVI: GOLPEAR BALONES Y A UN ACOSADOR

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Ya era el viernes. Estaban comiendo juntos en la hora de receso.

—Hoy vamos a tener un encuentro contra el equipo del colegio de Hoover. Tienen que venir a vernos. Va a empezar a las seis de la tarde—dijo Ólive.

—Por supuesto que los apoyaremos chicas—dijo Sofía.

—Tienen que arrasar con todo. Tienes que darle otra vez Alaska ese pelotaso en la cara a Marissa.

—Será lo primero que voy a hacer Hade. No creas que no le guardo rencor.

—¿Qué hizo?—preguntó Juliét.

—Ella fue la que empezó a difundir rumores de cada una de las chicas del club. Lo hacía por despecho porque los habíamos ganado—dijo Alaska.

—Sí logré leer algunos de los rumores en una página. Que bueno que hubo justicia—dijo Sofía.

—Ólive no quiso enfrentarlos cuerpo a cuerpo a pesar que sabe Karate.

—No quise que terminaramos en dirección Alaska. Lo bueno es que lograste tu cometido y otra vez quieres volver a repetirlo.

—Marissa hizo algo muy malo. Merece más de diez balonasos en la cara.

—Hade—dijo Vincent.

—¿Qué? Es la verdad. Yo voy a ir específicamente a ver ese balonaso en su cara. Así que, tienes que hacerlo.

—Lo prometo.

Almorzaron, tocó la campana y regresaron a sus aulas.

Ya en la hora de salida Ólive y Juliét estaban en el almacén. Era su último día.

—Se ve mucho mejor ahora. Hasta da ganas de venir aquí seguido.

—Hicimos un buen trabajo. Solo nos falta recoger los libros que van a botar.

—Juliét.

—¿Sí?

—Van a venir a vernos hoy tarde ¿cierto?

—Creo que sí. Sofía se ha vuelto tu mayor fan.

—¿Tú no?

—Sonrió nerviosa—estaremos ahí para apoyarlas.

—Bien.

Colocaron los libros más gastados en cajas, ordenaron unos cuantos libros y ya estaban listas para irse.

En los pasillos.

—Definitivamente los van a ganar. Hoy jugaron increíble. Toma—Hade le dio un polo para que se cambiase.

—Se sacó el polo  mientras caminaba—espero que hoy vaya a ese partido. He oído rumores de que no va a ir.

—Que cobarde de su parte. Toma—le entregó una botella de agua.

—Guárdalo—le entregó la toalla con la que se limpiaba—yo lo cargo—cargó la mochila que llevaba Hade.

—Te vez cansada. Hoy no pidas tu cena. Yo lo voy a preparar—se apoyó en su brazo.

—Gracias. Podría ser mi favorita, por favor.

—Está bien. Prepararé pancakes, un bowl de frutas con yogurt y gelatina de piña.

Se iban muy felices sin tomar imprtancia a lo de alrededor.

—Como es que no son pareja.

—Sonrió—creo que Hade si está enamorada de Alaska, pero Alaska tiene miedo de tener pareja.

—¿Por qué?

—Sus padres. Son un claro ejemplo de lo mal que puede acabar una pareja.

—Y Hade no se rinde ¿Cuánto tiempo lleva enamorada de Alaska?

ÁMAME, JULIÉTWhere stories live. Discover now