Prólogo

82 5 0
                                    

-No lo digo en broma Norris. Tenemos que terminar -En ese preciso instante el británico se llenó de lágrimas sintiendo cómo su corazón se rompía en mil pedazos con tan solo esas 9 palabras producidas por el hombre al que él más amaba.

-No entiendo por qué Sainz... Mi amor, eso no tiene ningún sentido... Yo te amo y lo sabes, te amaré más de lo que nadie nunca te puede llegar a amar -Las lágrimas empezaron a rodar por los cachetes del chico sintiéndose tan vulnerable frente a aquel madrileño.

-Seremos contrincantes Norris, ¡Por favor entiéndelo!

-¡Eso no quitará mi amor por ti! Te amo... Mi corazón y mi cuerpo te pertenecen a ti y solo a ti... ¿Por qué no lo entiendes? Esto me daña, Carlos... ¿O hay alguien más? -El madrileño negó con su cabeza rápidamente y el británico soltó un suspiro lleno de emociones fuertes de distintos puntos-... Si no hay nadie más ¿Por qué me haces esto? Mi amor... Nosotros nos amamos y nos hemos amado desde el primer día que estuvimos juntos en McLaren, sé que sentiste lo mismo que yo, lo mismo que mi corazón. Entonces, ¿Por qué me dejas? ¿Por qué te vas como si fuera una basura sin valor alguno? Porque yo sé y estoy seguro que no lo soy... He dado toda mi vida por ti, me arriesgué tantas veces... ¡Yo te amo!

-¡Yo también te amo, pero me prohibieron estar contigo! -El mundo del británico se vino abajo en ese preciso instante sintiendo como todos sus planes se iban a un basurero sin retorno alguno, perdió el equilibrio y terminó arrodillado en el suelo con su corazón hecho trizas, las lágrimas combinadas con la lluvia del momento demostraban lo roto que estaba el chico por dentro. Todo esto lo había vuelto nada... No podía creer que estaba perdiendo al hombre que más amaba, pero así era... Y no volverán a estar juntos jamás.

Eso fue lo que el británico de hermosos rulos en su cabello aceptó en cuanto el madrileño salió por la puerta dejándolo ahí vuelto un asco con el dolor a tope.

Mi madrileño Место, где живут истории. Откройте их для себя