—¿Y? ¿Era lindo? —pregunta Kate emocionada.
—¿Quién? —le pregunto un poco distraída.
—Ben, ¿quién más?
—No lo sé, tal vez pero no estoy buscando novio, ya suficiente tengo con uno que no recuerdo.
—Bueno —se ríe y me guiña un ojo—, pero en verdad lo decía por mí.
—¿Te lo presento? Tengo su número.
—¡Oh por Dios! —me quita el teléfono de la mano—. Enséñame, maestra.
Nos largamos a reír a carcajadas, lo paso tan bien con esta chica, me hace olvidar todo lo malo que hay en mi cabeza. Me alegra mucho haberla conocido, me siento muy afortunada.
Entra Gina a mi habitación con cara de preocupación y sé que es por mi escapada imprudente.
—April, ¿podemos hablar un momento?
—Claro —salgo detrás de ella.
—¿Dónde estabas?
—Salí a trotar un rato, necesitaba despejarme.
—Es peligroso que salgas a esta hora, sobre todo por aquí. Podrá ser un barrio exclusivo pero no deja de ser peligroso. Sé que no lo recuerdas pero a esta casa llegan muchas amenazas —deja su expresión fría y me mira con cariño—. Solo te lo digo por tu bien, mi niña. Si tu madre se entera estarás en problemas.
—Está bien, cuando salga de nuevo lo haré más temprano y te avisaré.
Cuando terminamos esa pequeña charla, vuelvo a la habitación y veo a Kate muy pálida, como si hubiese visto un fantasma; está paralizada y nada parece hacerla reaccionar.
—¡Kate! —le digo pero sigue sin reaccionar—. ¡Kate! ¿Qué te pasa? —le tomo los hombros y la muevo un poco.
—Está aquí —dice en un susurro.
—¿Quién?
—Gabriel —respira con dificultad—, mi novio.
—¿Le diste mi dirección? —pregunto muy sorprendida.
—¿Qué? No —se apresura en aclarar—. Lo único que quiero es que no me encuentre, además no podría ponerte en peligro a ti ni a tu familia. No tengo idea de cómo me encontró.
—Espera aquí.
—¿Para dónde vas?
—A decirle que salga de mi casa —digo convencida—. No tiene derecho a estar aquí.
— April no lo entiendes, es peligroso —comienza a llorar.
—No me puede hacer nada, recuerda dónde estamos —señalo la casa —, cada dos centímetros hay un guardia.
Bajo las escaleras y me dirijo a la puerta, no hay nadie en el primer piso por lo que estoy deseando por primera vez que haya un guardia cerca, ya que no tengo idea de lo qué es capaz de hacer este tipo. Abro la puerta y él se da la vuelta.
—¡Mi amor! —dice sin darse cuenta de que no soy Kate.
—Te voy a pedir educadamente que salgas de mi casa.
—Necesito hablar con Kate.
—Creo que no me escuchaste, ¿te lo repito?
—No me hagas perder el tiempo, niñita —se acerca amenazante y yo finjo estar firme aunque por dentro estoy temblando—. ¿Dónde está?
—No quiere verte, te voy a pedir una vez más que te vayas por las buenas o llamaré a algún guardia para que te saque por las malas.
—No me iré hasta verla, será mejor que no te interpongas en mi camino.
—¿Por qué? ¿Me vas a golpear? —me lanza una mirada fulminante y comienzo a preocuparme, pero ya estoy lo suficientemente enojada como para callarme—. ¡Pégame! Tengo claro que es lo único que sabes hacer. Poco hombre.
Antes de que pueda darme cuenta, una navaja amenaza con cortar mi garganta y él afirma mis brazos en mi espalda con fuerza para que no pueda escapar.
—Llévame a donde esta Kate, ahora.
—¡Oh por Dios! —Grita Gina desde el segundo piso al ver la situación y yo siento que la hoja de la navaja hace más presión en mi cuello.
—Gi, quédate ahí. No hagas nada —le ruego, no sé lo qué pasará; no lo conozco, no sé lo qué estaría dispuesto a hacer.
—¡Gabe! —escucho la voz de Kate gritando mientras baja por las escaleras—. ¡Suéltala!
—No sin antes hablar contigo.
—Te estás metiendo en un gran problema —le advierte mi amiga—. ¿Sabes quién es ella?
—Claro que lo sé, una niñita mimada que no sabe lo dura que es la vida, que le dan todo en bandeja de plata.
—¡Es la hija de la alcaldesa, imbécil! —suelta Kate desesperada y Gabriel se queda paralizado por un momento.
—¡Sorpresa! —le doy un golpe en el estomago y creo que del dolor me suelta—. No te atrevas a hablar de mí, ni siquiera me conoces. ¿Qué no sé lo dura que es la vida? No recuerdo nada de mi pasado, no sabía ni siquiera mi nombre y aún así intento salir adelante. No me quedo estancada en un lugar de mierda como veo que haces tú —hay lágrimas que amenazan con salir de mis ojos, intento apartarlas para sonar firme—. ¡Fuera de mi casa!
—Te prometo que si la dejas en paz y te vas, me voy contigo —dice Kate en su desesperación mientras llora.
—No tienes que hacer eso, pediré que aumenten la seguridad. No puedes volver con él.
—Es lo que tengo que hacer.
Dice esto y se va con el animal que la maltrataba, ni siquiera lo puedo creer. Intente ayudarla lo que más pude pero nada funcionará si ella no quiere ser ayudada. Esta situación fue muy fuerte para mí y antes de que pueda darme cuenta ya no puedo contener las lágrimas, comienzo a llorar como nunca; desde que desperté no había derramado ninguna lágrima y ahora siento que nunca dejaré de llorar.
Necesitaba expulsar todo esto que estoy sintiendo, todo lo que llevo acumulando desde que desperté. Ahora realmente siento el dolor que es no recordar nada, no tengo identidad y sin eso no soy nadie.
Entro a mi habitación y no entiendo por qué lo hago pero me «escondo» debajo de la cama a llorar y me abrazo las piernas, como una niña asustada y triste.
No sé por cuánto tiempo estoy ahí pero en un momento dejo de llorar y salgo de mi escondite; encima de mi cama encuentro una hoja que no había visto antes, una especie de «carta» corta de Kate.
«April:
No me odies por favor, con el tiempo vas a entender por qué lo hice. Si no me voy ahora con él, no dejará nunca de molestar en tu casa y no sabes las cosas que es capaz de hacer. Él no es una mala persona, solo está perdido y son sus amigos los que lo hacen ser así; sé que soy una tonta, pero quiero intentar cambiarlo por última vez, si no pasa me alejaré y es una promesa que me hice a mí misma. Lo más probable es que no me quieras hablar después de esto, pero te quiero decir que nunca tuve una amiga como tú, eres una persona increíble y lo único que deseo es que puedas recuperar tu memoria y aclarar todas las dudas que hay en tu cabeza. Espero volver a verte.
con cariño, tu amiga Kate.»
Termino de leerla y la dejo encima del escritorio. No la odio, solo no puedo creer cómo es que es tan ingenua para creer que alguien así puede cambiar, casi me corta el cuello; ¿cómo una persona tan tóxica podría cambiar? Eso no ocurre en la vida real.
Me doy un baño de tina para relajarme y olvidar un poco la situación, pero se me hace imposible, aún siento el frío cuchillo en mi cuello y no puedo evitar sentir escalofríos cuando me acuerdo de todo. No podría explicar lo que sentí en ese momento, porque la verdad ni yo lo tengo muy claro; lo único que sé, es que cuando creí que no saldría viva de ahí, deseé con todo mi corazón, que ese tal Alex estuviese ahí para defenderme.

ŞİMDİ OKUDUĞUN
Vidas Robadas (VR#1)
Genel KurguVivo en un mundo perfecto. Claro, para los que lo controlan. Todo es controlado, desde dónde vivimos hasta la duración de nuestra vida. Al nacer, nos extraen una muestra de sangre, la examinan en un laboratorio, y no sé cómo lo hacen pero dejan en...