Vidas Robadas (VR#1)

Capítulo 14: Fiestas.

                   

No sé qué cara habré puesto cuando vi el auto, pero esta es una de las cosas que definitivamente no me esperaba; aun así, no tengo nada que decir, el regalo me encanta, ¿a quién no le encantaría? Un pequeño detalle es que debo aprender a conducir pero Sarah debe tenerlo solucionado y en cualquier momento me avisa que tengo tomar las clases.

Me doy vuelta y Sarah me entrega una cajita, al abrirla veo que están las llaves de mi nuevo auto. Y aún sin poder creerlo del todo salgo corriendo de la casa y me subo; la verdad no sé nada de autos pero está increíble. La sonrisa no me la borrará nadie en un buen tiempo. Hace una hora no tenía idea de que era mi cumpleaños y ahora tengo mi propio auto, ¿quién lo diría?

Cuando termino de ver todos los detalles vuelvo a donde están mis amigos esperándome, entramos nuevamente a la casa y cada uno me hace entrega de sus presentes; el regalo de Ben es un bolso hermoso que recuerdo haber visto un día que le pedí que me acompañara al centro comercial y me quedé como estúpida mirándolo en la vitrina; abro el de Kate y es un libro que quería hace mucho tiempo y un cuadro pintado por ella donde se ven dos chicas, que seriamos nosotras en una playa, le quedó increíble y sin dudas encontraré un lugar en mi habitación para ponerlo; Sam y su novio me regalan un vestido y unos tacones con los que experimento el amor a primera vista. Gina también se acerca con un regalo para mí, lo abro y me encuentro con un anillo de oro, que en el medio tiene una pequeña piedra preciosa de un color parecido al burdeo.

—Era de mi abuela, luego pasó a mi madre y más tarde lo heredé yo. Como no tuve hijas y usted es lo más parecido a una se lo quiero regalar.

—¡Oh! Gi, no es necesario. Es un recuerdo de tu familia.

—Me haría muy feliz que lo usara mi niña —dice y se acerca a abrazarme. me aferro muy fuerte a ella, la quiero mucho, ha sido un pilar fundamental desde que desperté.

Luego de ese abrazo, ella se va a preparar las cosas para celebrarme y yo me dirijo a Ethan.

—Muchas gracias —le sonrío y me llevo una mano al cuello—, la cadenita está preciosa, me encantó.

—Me alegro que te haya gustado —me abraza y los demás hacen silbidos molestándonos haciendo que me sonroje.

—¿Y? —dice Kate cuando ve que mi cara ya está lo suficientemente roja—. ¿Dónde iremos a celebrar esta noche?

—¿Esta noche? —pregunto, la verdad no había planeado nada.

—Claro, no pensarás quedarte viendo series en Netflix en tu cumpleaños —continúa Ben, ¿no es lindo cómo se complementan las ideas?

—No creo que a Sarah le parezca —digo con un poco de decepción en mi voz—, mi accidente ocurrió luego de una fiesta y no creo que quiera pasar por lo mismo, con el miedo de que vuelva a ocurrir.

—April —me intenta convencer Kate—, tienes tres años más de los que tenías cuando pasó, ya no eres una niña y aparte, no te dejaremos sola en ningún momento —pone ojos de gato con botas—; llevas cuatro meses encerrada en esta casa, ¿cómo no te has vuelto loca?

—¿Y cómo hago para convencer a Sarah?

—Déjamelo a mi — Kate levanta las cejas—. Ben, acompáñame.

Esperamos bastante rato, impacientes por la respuesta, no sé por qué tengo la sensación de que la podrán convencer, Kate tiene un poder de convencimiento increíble. Al verlos llegar, todas mis esperanzas se van por la ventana solo con ver sus caras de funeral.

—Emm... April —comienza a decir Kate—, lamentamos decirte que...— se queda en silencio un segundo, supongo que para darle un poco de suspenso a la mala noticia—... ¡Hoy tendrás el mejor cumpleaños de tu vida! —grita emocionada.