Estética Sintética Pausado

CAPÍTULO 9: EL CORAZÓN NO ES FÁCIL

Retazo o restos

ciudad de vale

30 de noviembre,

80 años después de la Gran Guerra

Toda la semana de Jaune había pasado borrosa, aunque no era por estar más ocupado de lo habitual y ya estaba lleno de cosas que hacer tal como estaba. El proceso de convertirse en un mejor líder de equipo, un mejor cazador y un mejor amigo fue un proceso interminable. Nunca hubo un día en el que le faltaran cosas productivas que hacer.

El problema era que en lugar de centrar su cabeza en el presente y hacer todo lo posible para mejorar sus propias habilidades, sus pensamientos se concentraban en el pasado. Desde su conversación con Penny la semana pasada, había pensado mucho en su comportamiento y en lo que sentía por las personas que lo rodeaban.

Más concretamente, pensó en el amor y en cómo había afectado su vida.

Jaune pensó por primera vez en su familia. Su madre y su padre, quienes lo amaban muchísimo, pero también lo mimaban y no esperaban mucho de él, al menos eso fue lo que él interpretó basándose en lo que vio a medida que crecía. Lo que antes había visto como desdén ahora parecía más bien una protección discreta.

Luego su hermana mayor, Zafiro, la que se burlaba de él y causaba muchas travesuras en su vida, pero que finalmente nunca le negó sus sueños, ni mucho menos. Ella había sido la que más me había apoyado; ella dijo que era su vida hacer o deshacer. Ahora que lo pensaba, su respaldo probablemente se debía a su propia vida y sus elecciones.

Entonces los pensamientos de Jaune se dirigieron a las otras seis hermanas que lo amaban, adoraban y jugaban con él. Lo que antes habían sido bromas molestas y frustrantes ahora se habían convertido en recuerdos de los que podía sonreír y reír. Viéndolo todo en retrospectiva, diría que era una buena vida, una que no cambiaría por nada del mundo.

Una vez que consideró cuánto amaba realmente a su familia y atesoraba los recuerdos que los acompañaban, consideró su interés romántico por Weiss Schnee.

Y el adolescente rubio se dio cuenta de que ni una sola interacción con la heredera había sido NUNCA positiva, ni una sola. Sólo había dos tres formas en las que se desarrollaba cualquier tipo de conversación: o ella lo ignoraba, lo insultaba con dureza y, en un caso extremo, usaba la violencia contra él.

¿Sin embargo, de alguna manera pensó que la amaba?

¿De alguna manera pensó que tenía una oportunidad con ella?

¿Y de alguna manera se le pasó por la cabeza varias veces seguir coqueteando con ella?

No sólo estaba cuestionando su inteligencia sino también el estado de su cabeza físicamente hablando. Tal vez se había golpeado la cabeza muy fuerte cuando decidió huir de casa por primera vez sin otro plan que el de recuperarse sobre la marcha.

Pensándolo bien, el caballero tuvo que reconsiderar seriamente algunas de sus decisiones de vida, incluso si ya no había vuelta atrás.

"¿Jaune?" Esa era la voz de Pyrrha. "¿Estás bien?"

"¿Eh?" Jaune se dio cuenta de que lo estaba haciendo de nuevo. "Oh no. ¿Me quedé dormido otra vez?"

"Un poco." Ofreció la pelirroja. "Pero si te hace sentir mejor, no pareces desanimado, simplemente sumido en tus pensamientos".

"Sí, yo... me di cuenta de eso." La rubia se rió. "He estado así toda la semana, ¿verdad?"

Pirra asintió. "Sí, y si puedo ser un poco intrusivo, ¿qué tienes en mente?"