Úʟᴛɪᴍᴏ ᴀñᴏ

Prólogo

Es un día común en Liberty High School. Los estudiantes están ansiosos por comenzar su primer día de clases. Con una mezcla de emociones, algunos grupos se preparan para los nuevos concursos escolares, mientras que otros se enfocan en el próximo partido de baloncesto, parte de las convocatorias anuales. Los estudiantes del grado más alto están listos para empezar su último año con energía y determinación.

- ¡Nayeon!, ¡Nayeon! – llama la castaña. Todos se giran para mirarla cuando ella cae al suelo – Nayeon – dice mientras se levanta como si nada hubiera pasado, y luego le da un abrazo, emocionada.

- Sana, ¡qué alegría! – dice su amiga riendo – también me alegra verte – agrega, ayudándola a arreglar su uniforme.

- Qué emoción, es nuestro último año. No puedo creer que lo haya logrado – dice pensativa.

- Yo tampoco – suelta una risita nasal.

- Escuche que habrá nuevos estudiantes – la pelinegra alza la ceja.

- ¿Nuevos?, ¿no era solo uno? – niega con la cabeza.

- Serán dos – dice, señalando con sus dedos. Nayeon asiente levemente, perdida en sus pensamientos.

- Ummm, interesante – dice, acariciando su barbilla.

- ¿Te imaginas que le guste el chocolate con pepino? – Nayeon frunce el ceño con expresión de disgusto.

- Dios, Sana, terminará de nuevo en el hospital. Espero que no sean un problema esos dos.

- Espero que sean buena onda, uno de ellos tiene beca – Nayeon levanta las cejas, sorprendida.

- Hace tiempo no hacen eso, interesante – susurra.

No tuve tiempo de maquillarme antes de salir – la toma de la mano y la arrastra.

Caminan con pasos rápidos por el gran pasillo. Saludan a varios estudiantes que las reconocen, con una sonrisa. Faltaba poco para dar inicio a las clases, por lo que en este momento hay demasiados estudiantes a las afuera de los salones. Todos discutían sobre el partido de hoy, deseando suerte para el equipo.

- Espero que sean chicas – doblan a la derecha cuando llegan al final del pasillo – hay demasiados chicos por aquí.

- Claro, lo dices porque te gustaría saber quién será tu próxima víctima – dice volteando los ojos.

Se detienen al encontrarse con la escena subida de tono. La capitana del equipo de baloncesto besa apasionadamente a su novia, quien está sentada sobre el mesón de los lavamanos. Nayeon carraspea discretamente para llamar su atención. La pelinegra se separa de su pareja y las mira con una expresión sería, mientras limpia con delicadeza, los restos de lápiz labial rojo de sus labios.

- Lo siento – murmura antes de darle un último beso a su novia y marcharse, pasando junto a las chicas.

La rubia arregla la falda gris del uniforme y se baja del mesón. Observa a las chicas de arriba abajo y luego sale sin decir una palabra.

- Dios, que molestas son. Todo el tiempo quieren estar en eso – dice Nayeon, cansada.

- Son novias – excusa Sana por el comportamiento de las chicas.

- Sean o no, no tienen derecho de convertir la escuela en un lugar, así – suspira tratando de calmar su ira – tendré que hablar de eso en la junta escolar – la castaña, la mira.

- ¿Seguirás adentro? – asiente. La chica arregla su corbata con una gran sonrisa.

- Incluso, espero ser líder estudiantil este año – arregla su cabello – espero ser elegida – dice con mucho anhelo.

- Lo serás, los docentes te adoran – anima su mejor amiga - ¿Cómo crees que serán los nuevos? – pregunta mientras se aplica un poco de labial en sus labios.

- Espero que sean todo menos de idiotas como esas dos. Empiezo a entender a Jisoo – suspira – ¿Cómo crees que sean ellos? – Sana la mira.

- Espero que sean muy buenas personas – sonríe.

- Yo también, Sana, yo también.

La joven se ajusta el uniforme recién estrenado con manos temblorosas. Se contempla en el espejo, indecisa sobre si dar el paso o no. Desde su mudanza, todo ha sido una sucesión de novedades, pero ninguna parece ofrecerle la sensación reconfortante del hogar.

- ¿Estás lista? – pregunta su hermana desde detrás de ella, con una sonrisa.

- ¿Crees que me acepten? – Jisoo suelta una risita.

- Lo harán, seguro. Nayeon y Sana te van a adorar, no lo dudes. Estamos felices de tenerte aquí con nosotros, te hemos extrañado – dice mientras la abraza. La más joven sonríe con gratitud.

- También los extrañaba.

- ¡Chicas, vamos! – grita su padre.

- Bueno, que empiece el show – murmura la chica, la menor de las Kim muerde su labio, nerviosa.

Suben al auto, listas para empezar su primer día. Jennie mira nerviosa su mochila roja adornada con peluches de capibara. Levanta la vista y se encuentra con la mirada de su papá en el espejo retrovisor, sonriéndole. Ella responde con una leve sonrisa y respira profundamente para tranquilizarse.

- ¿Listas para el primer día? – pregunta, dirigiendo su mirada hacia sus hijas.

- Listas – dice Jisoo con seguridad mientras toma la mano de su hermana – no te pongas nerviosa, Jenn. Hoy no serás la única nueva – añade, mirando a Jennie con complicidad.

- ¿No? – responde Jisoo con un movimiento de cabeza - ¿alguien más se unirá? – pregunta con curiosidad.

El chico termina de guardar su ropa en la antigua maleta de viaje, asegurándose de que no se quede nada fuera antes de cerrarla. Sale de la pequeña casa, saludando al taxista que lo espera afuera. El hombre lo ayuda a cargar la maleta en el maletero y le ofrece subirse al auto.

Cierra la puerta y respira profundamente. Observa la carretera y se muerde el labio nerviosamente. Está a punto de dejar atrás su antigua vida para embarcarse en una nueva, una que será muy diferente de la que ha conocido hasta ahora. Con la emocionante oportunidad de estudiar en una de las mejores universidades de California, Taehyung se despide de su pasado. No sabe qué le depara el futuro, pero confía en que este último año sea como él lo desea.

- Todo estará bien – se susurra a sí mismo con determinación.

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Bienvenidos a otra nueva historia escrita por mí para ustedes. La tenía como un borrador debido a que había olvidado que la tenía por ahí. Recuerdo que escribí esta historia por aburrimiento, pero me había gustado la idea, así que la guarde. Ahora, la estoy haciendo pública, espero les guste. Nos vemos pronto.