Hong Jisoo es un vampiro de más de trescientos años de existencia. Lee Seokmin es un es un joven mortal con los días contados. De una manera muy peculiar sus vidas se cruzan, pero ¿Realmente era lo mejor?
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Según el folclore popular en varios países, principalmente en el viejo continente y en América del sur, un vampiro es aquella criatura oscura y siniestra envuelta en un aire de perversidad y malicia que se alimenta de la esencia que mantiene vivos a los seres humanos. Su sangre.
Estos pueden variar en aspecto, en forma, en cualidades y hasta en la manera de "acabar" con ellos según el país en el que se esté, sin embargo, en lo que la mayoría de culturas coincide es en que el origen de dicho ser ancestral, son las tinieblas. Se dice que un vampiro es un ciervo de la inmoralidad, de la mezquindad y de la vileza.
Los vampiros vendrían a ser algo así como el némesis de los ángeles. Ambas especies estaban conformadas por seres alados de inigualable belleza y de poder casi infinito, la diferencia: servían a diferentes amos. O al menos eso era lo que la gente solía contar de generación tras generación. Aunque nadie podía afirmar que los "chupa-sangre" fueran realmente leales servidores del maligno.
No se podía decir con exactitud cómo, cuándo y dónde se originaron, el único conocimiento real de ellos es que desde que se supo de su existencia habían fascinado a los seres humanos de una manera contradictoriamente cautivadora, pues resulta verdaderamente inverosímil apreciar como una persona puede verse seducida y encantada por un ente que para seguir "con vida" necesita precisamente de su sangre, necesita imperiosamente terminar con la existencia de lo que un día fue.
En la actualidad, aunque muchos negaran su existencia, dichos seres nocturnos coexistían con los mortales en una aparente tranquilidad y armonía. Se establecían en clanes a pesar de no ser entidades socialmente apegadas, y cada agrupación establecía sus propias reglas, políticas y normas, aunque todos por igual debían respetar el código máximo impuesto por la familia Hong, el clan más antiguo y actual familia líder de todos los vampiros en el mundo cuyo lugar de residencia se encontraba en Rumania.
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—Hay un mortal que insiste en hablar con nosotros desde hace más de un mes — se escuchó la voz de Hong Doyun, jefe de familia y actual "rey de los vampiros". Era el más veterano de todos, pues rondaba ya los cuatrocientos ochenta años, y sin embargo su apariencia seguía siendo la de un señor que apenas iba entrando a los cuarenta. Nadie tenía idea de quién era su creador, eso permanecía en el más profundo secretísimo.
—¿Y qué es lo que quiere? — preguntó su "hijo" mayor sin realmente importarle aquella situación. Éste evitaba relacionarse con los humanos porque creía demasiado hipócrita el hecho de hacer "amistad" con ellos cuando tarde o temprano terminaban siendo "su cena".
—Eso es lo que necesito que atiendas — respondió su padre — es un hombre bastante... tenaz que amenaza con "revelar" lo que somos—
—Estoy seguro que no tiene como demostrarlo — dijo su descendiente restándole importancia al asunto.
Jisoo... — su padre susurró su nombre en tono de advertencia — iré a Roma por una semana a atender asuntos de la asamblea, si cuando regrese ese chico sigue merodeando nuestra humilde morada... —
