Cap. 15: ¿Quien mueve los hilos?

125 15 0
                                    

Percy Jackson y los dioses del Olimpo pertenece a Rick Riordan.


Una extraña Mestiza amnésica.


(Zeus)
Bastantes cosas habían estado pasando en el Olimpo, desde que Percy Jackson fue traicionado y pocas habían sido positivas.

●Mi hija Artemisa, ha dejado de responder ante el Olimpo. Aunque sigue en la tarea de matar a todos los monstruos que existen en nuestro mundo.

●Mi esposa se muestra pensativa y furiosa. Algo intentó hacerle a Hades o a su hijo Nico y ahora, ella permanece aterrorizada, cada vez que se lo topa o que escucha su nombre.

●Mi hijo, Jack Payton es ahora visto como un traidor y sé que será él, quien comenzará a conspirar en mi contra. Así como lo han hecho antes mis hijos.

Pero en esta ocasión, Jack ha sido declarado culpable del autoexilio y la desaparición del mayor héroe que el Olimpo ha tenido: Percy Jackson. Por esto, he desconocido a Jack como mi hijo, solo para que un poder misterioso lo envuelva, otros parecen estarse uniendo a su grupo. Por esto, es que las Cazadoras, siguen en el Campamento: Para cazar a los traidores.


(Jack Payton)

¿Tiene mi padre alguna idea de a quien está tratando de desconocer?

Fui yo, quien desterró al hijo de Poseidón, según los deseos de mi padre. Para que nosotros: Los hijos de Zeus, pudiéramos mantener el estatus de fama que nos corresponde.

Ahora, mi padre me ha desconocido y una Cazadora es adorada y tratada por todos, como una especie de hermana a quien no han visto en muchos años. ¿De qué se trata esto realmente?

Desde hace algunas semanas, cuando la mayor parte de mis poderes divinos estuvieron presentando fallas: Tenía que esforzarme más, pues controlar los vientos se volvió complicado y acababa malgastando energía que luego debía de recuperar, consumiendo grandes cantidades de comida y eso me ha hecho que me pase algunos kilos...

Aunque nada que no pueda recuperar entrenando aún más firmemente.

Por desgracia, cuando me acusaron de ser él traidor que alejó a su líder, ya nadie quería entrenar conmigo.

Entonces, ese sujeto extraño, se presentó en mis sueños: Tenía el cabello negro y ojos marrones. Estaba vestido con una toga gris y negra, en su mano derecha, empuñaba una espada.

— ¿Quién eres tú? —Pregunté, mirando al sujeto delante de mí.

El sujeto suspiró y liberó tal cantidad de poder, que caí de rodillas, sin poder lograr comprender realmente, cuan grande era el poder de este tipo. —Alguien con muy poca paciencia, mocoso. —me gruñó. Si este tipo me está visitando en mis sueños, eso significa que soy importante y que no debería de hablarme así. Cuando fui a replicarle, él me mandó una estocada, la cual yo desvié con la espada, que él me había entregado. Intenté contraatacar, pero él me atacó nuevamente y yo desvié su espada. Me centré e intenté demostrar a este estúpido, con quien estaba hablando. Pero él era más veloz que yo y ahora, no podía lanzar relámpagos, por culpa del estúpido de mi padre, quien me desconoció. Desvié una estocada, empujé su espada, cuando él hizo el típico movimiento de Decapitar a la Hidra, luego me lanzó un corte descendente, pero yo retrocedí y le lancé mi propio ataque horizontal, que él detuvo ágilmente, lanzando una estocada al suelo, deteniendo el avance de mi espada y causando que todo mi cuerpo se cimbrara. Todas las noches, entrenaba en mis sueños con este sujeto, quien jamás me dijo su nombre y quien no me ha regresado mis poderes a pesar de jurármelo. —Zeus es un verdadero estúpido, para haberte emancipado. Ni tan siquiera mantienes sus poderes divinos y, aun así, aprendes rápidamente el arte de la esgrima. —una sonrisa arrogante apareció en mi rostro —Sé lo que buscas. Tú, muchacho, estás en búsqueda de reconocimiento, pues yo voy a otorgarte eso que tanto buscas. Serás el líder de mi ejército. —mi sonrisa creció aún más. Este sujeto sí que sabe de lo que habla —Perséfone, le ha mandado a forjar una espada a su marido. Una espada que lo convertirá en una deidad supremamente poderosa, gracias a una de las llaves del Inframundo. Debes de ir a Central Park y justamente a las seis de la tarde, un montón de rocas apiladas se harán a un lado, para enseñarte el descenso al Inframundo. Usarás esa espada. —la señaló con la barbilla —Su nombre es Pollaplasiastís (Multiplicador) —un brillo escarlata, surgió de la espada y ahora su hoja era plateada, con su nombre en un idioma que me era desconocido —y te permitirá crear una copia del Casco de Hades. Además de eso, robarás la espada de la cual te he hablado.

—Comprendo. —Aseguré a esta deidad —Haré que te sientas satisfecho y te traeré tanto el Casco, como la espada.

Sé que me harás sentir satisfecho, diosesillo.

¿Cómo me ha llamado este anciano? ¿Cómo se atreve? ¡Soy el semidiós más poderoso de todos! ¡Y NADIE JAMÁS HA SIDO CAPAZ DE DERROTARME! Pero ya verá. Solo necesito una oportunidad para obtener el poder que mi padre se ha atrevido a arrebatarme.



Penny Jackson y La Espada de Hades

Una extraña mestiza amnésicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora