Está historia comienza desde que Chloe Bourgeois se va con su madre de París siendo despreciada por todos. Ella siempre quiso estar con su madre, pero ahora que consiguió su objetivo ¿Será feliz por fin? Después de todo tendrá a su madre solo para e...
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Pintura secreta del árbol de oro y diamantes de la familia Richelieu.
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Madame Henriette Marie Gagnon.
Ciudad de Montreal, Canadá Mansión de la familia Richelieu En la madrugada
Damien se encontraba en la habitación secreta de la casa admirando la pintura del árbol de diamantes... Ahora todos estaban dormidos, menos él que se encontraba ahí tratando de no pensar que hacer con respecto a Elizabeth y otros temas de interés.
Sabía que Elizabeth era una buena mujer y a pesar de todo los apreciaba para decir lo que sabia de manera pública porque sino ya hubiera hecho un movimiento, pero no sabía si aún le tenía cariño cómo para aceptarlo en su hogar para charlar sobre el tema y saber lo que pensaba, si sólo lo sabia ella o se lo había comentado a alguien más cómo a Jacques o a su familia.. Si ese llegaba a ser el caso estaba perdido porque sólo hacia falta que varias personas lo supieran para que se regara el rumor ya sea de manera intencional o no y si eso llegaba a pasar entonces todo lo que había hecho con Vincent Belshaw sería en vano y quedarían expuestos ante todos.
¡Qué horror! Y ya no podría usar la excusa de la locura. Lo único que le quedaría es pedir silencio por la amistad que los unía sino era en el presente entonces del pasado y por el bien de Chloe ya que era una persona muy querida para Elizabeth y seguro que no quería perjudicarla después de todo lo que había pasado.
- Sabía que te encontraría aquí... Siempre lo haces cuando no puedes dormir y no quieres pensar en nada de lo que ocurre aunque me sorprende que no puedas dormir ya que tienes una esposa que duerme contigo todas las noches. - Le dijo Michael.
Su tío también había venido ahí arriba a contemplar esa imagen. Lo más probable es que hubiera ido a la cocina por un vaso de agua y lo hubiera visto subir. Sí quería decirle algo, entonces aprovecho ese momento perfectamente.
- Sí, dentro de un momento iré con ella sólo que ahora quería venir aquí un momento... No importa cuantas veces lo vea sigue asombrandome cómo la primera vez que me trajiste cuando tenía dieciséis años, Freya captó su esencia. Tenía mucho talento para la pintura casi parece real y más porque le añadió el polvo de oro y los pequeños diamantes. - Le contestó.
