𝔈𝔭𝔦𝔩𝔬𝔤𝔬

339 48 5
                                    

[ ]

Apagó el cigarrillo en el cenicero y se levantó de su asiento. Le había dado sed por haberse pasado fumando toda la tarde.

Quizás un poco de agua le vendría bien para él.

Tomó un vaso y abrió el grifo para llenarlo con agua.

Mientras tomaba agua, admiraba el francotirador que descansaba en su sofá.

Sonrió. Lo había hecho bien.

Le había advertido a su hermano más de treinta veces que cambiara. Porque cuando se tiró por la ventana y él estuvo ahí para ayudarlo, lo hizo con fé de que su hermano cambiara.

Pero no lo hizo.

Así que, así como a Minho no le importó el dolor y el miedo que experimentó Jisung, a él tampoco le importaría y le afectaría el hecho de haber matado a su único familiar.

Si él no mataba a Minho, nadie lo iba a ser, y él sería el que matara a Jisung con tal de tener una nueva colección de cabezas para sus maniquís horribles cuando se aburría de la persona de la cual se obsesionó.

Pero él no iba a permitir más eso, no iba a aguantar más ese tipo de cosas que Minho hacía.

De hecho, él había estado en ese balcón con intención de asesinar a Jisung si lograba escapar de Minho, pero de cualquier forma no lo iba a hacer, así que terminó matando a su hermano.

El timbre sonó y se dirigió hacia la puerta.

—Hola Jeongin, ¿que tal? —Dijo apenas abrió la puerta.

—Hola, estoy bien, ¿y tú?

Sonrió. —Estoy demasiado bien para ser sincero.

Jeongin se rió. —Anoche mataste a tu propio hermano, pensé que estarías triste.

Frunció el seño. —¿Triste? Triste estaba al ver la desesperación de Jisung por las cámaras que instaló ese psicópata en su casa. Minho se lo merecía. Si no lo mataba Jisung o Felix, lo mataría yo, y así hice.

—Muchas gracias, de verdad. Aunque literalmente Jisung presenció un asesinato, siento que sería mejor eso que Jisung siga viviendo con el miedo de que Minho regrese.

—Tienes razón, pero aún así él debe ir al psicólogo, no solamente lo intentaron secuestrar de nuevo, sino que también vió como alguien se moría en vivo.

Jeongin asintió.

El celular de Jeongin empezó a vibrar, Jisung lo estaba llamando.

Hola Innie.

H-Hola Ji.

Se burló de Jeongin, el papel de niño tímido le iba muy bien.

¿Puedes venir a mi casa?

—Claro, ya voy...

Colgó.

—Adiós, gracias por cuidar de Jisung.

—No hay de qué. Por cierto, quita las cámaras que instaló Minho en su casa, ya te di el papel de donde se encontraban.

—Sí, lo llevo conmigo. Adiós.

Se despidió con su mano y encendió un nuevo cigarrillo mientras escuchaba el sonido de la puerta cerrarse.

Por fin Jisung iba a poder vivir en paz.

[ ]

crazy over you. | minsung ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora