Capítulo 8: Baelon Targaryen.

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Baelon Targaryen

Viserys estaba más que ansioso, su adorado Baelon nacería dentro de poco, había organizado un gran torneo en su honor y su familia lo acompañaba. Las reuniones del consejo no pasaban de lo mismo, él dando órdenes, informes del Reino o algo exterior y lo que nunca podía faltar su hermano peleando con su mano.

Pero lo que cambió dentro del consejo fue la llegada de su prima Rhaenys y sus hijos Aemon y Laenor. Cuando Rhaenyra no podía ir con su padre, los hermanos Targaryen le servían como coperos. Ellos no lo eran, en realidad eran sus escuderos, aunque en la reuniones solo se dedicaban a escuchar, estar con su madre y calmar a su tío Daemon cada que quería cortarle la cabeza a Otto Hightower con hermana oscura.

Algunos no recibieron a la princesa Rhaenys con honor, de hecho a la gran mayoría no le parecía que la mujer se sentará junto a ellos, "solo se aprovecha de su situación, habían dicho". Los únicos que la recibieron de buena manera fueron Lord Strong y Lord Caswell.

Sin embargo, la realidad era otra, Daemon había dicho que desde que había llegado al consejo las cosas habían cambiado, había más cambios en Desembarco, el dinero era gastado en cosas que habían sido útiles, la gente ya no pasaba tanta miseria en las calles, se les daba educación a la mayoría de niños en pobreza y no hablar de la gran influencia de Rhaenys. Daemon siempre decía "ella ha hecho más que esos gilipollas". Y esa era la verdad, Rhaenys era más líder que el propio Viserys.

—¿Y qué haremos con los Peldaños de Piedra?—preguntó uno de los Lores—. Si dejamos que la triarquía...

—¿Ese no era el problema de Lord Corlys?—respondió Otto Hightower con una pizca de malicia—. Según se el se encarga de eso y la única razón por la que lo hace es porque afecta a su casa, no ha traído informes desde el divorcio.

Los presentes se tensaron al igual que el Rey, sin embargo Rhaenys soltó una risa burlesca. ¿De nuevo, Otto? No era la primera vez que lo hacía, desde que había llegado a la corte, la Mano del Rey intentaba sacar a luz el tema de Corlys a como diera lugar, siempre intentado que a ella le afectará, pero ya no. A Rhaenys no le importaba. ¿Qué pretendía? Que ella llorará y contará su historia con su ex marido.

Patético.

¿Había vivido su duelo? Si, pero la vida no se detiene y no se detuvo para Rhaenys, ella tenía por quienes luchar, no podía quedarse toda su vida llorando por el hombre al que alguna vez amó.

Sin embargo, Otto haría lo que fuera para sacar a Rhaenys de la corte. Pero, no solo eso, también lo hacía para poner incómodo a Aemon más que a nadie. Sin embargo el joven príncipe con diecinueve onomásticos ya no le afectaba de la misma manera, había aprendido a sanar sus heridas y no dejar que las malas lenguas le afectarán como cuando era pequeño.

Daemon la miró, con su mano puesta ya en el mango de hermana oscura, sin embargo Rhaenys negó.

—El príncipe Daemon y yo iremos a investigar, su Gracia—respondió Rhaenys—. No se preocupe, traeremos noticias y buscaremos la forma de resolverlo, Si Lord Corlys Velaryon desea traer informes que lo haga, puede hacerlo un divorcio no tiene que afectar. La vida no se detiene. Por mi que lo haga. ¿Hay algo más que quiera compartir, mi Lord Mano? O quiere seguir hablando de mi ex marido.

Otto no dijo nada y Viserys asintió tratando de calmar las aguas.

—Pasando a otros temas—dijo el Rey—. Pronto nacerá su futuro Rey, quiero que ese día sea especial y que todo esté planeado tal y como se pidió.

—Y así será majestad—respondió Otto—. Todo está listo, tal y como lo ordenó.

—Si es así, doy por terminada la reunión.

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⏰ Last updated: Apr 29 ⏰

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