eclipse • kookmin

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Oh, diablos.

La fiesta definitivamente era mejor de lo que se esperó.

Montones de personas bailaban de aquí para allá. La casa de Jungkook se había convertido en una especie de discoteca, podría girar a cualquier lado y encontrarse con personas haciendo de todo.

Retos, besos, bailes...

Jeon tragó saliva.

Tal vez se le fue un poco la mano con las invitaciones. Ahora no tenía una jodida idea de cómo haría para callar a toda esta gente y fingir que no había nada antes de que Jimin llegara para recibir su sorpresa.

Observó su reloj y vio que faltaba alrededor de media hora para que su novio llegara, así que comenzó a ponerse manos a la obra para tratar de calmar a las personas.

Maldita sea. Sabía que no debió permitirle a Taehyung encargarse de el alcohol ya que ahora estaba dandole un vaso a todos cuando le especificó que era mejor esperar a que Jimin llegara.

Iba a matarlo.

Movió la cabeza, buscando al imbecil de su mejor amigo para que le ayudara a calmar la locura que el mismo creó.

-Hey, Jungkook, buena fiesta -saludó Nayeon pasando frente a él.

Él atinó a sonreirle con un asentimiento, mientras seguía buscando al castaño.

Pero se le prendió el foco. Nayeon era parte de la radio escolar, sabía desenvolverse con tanta gente, ella podría ayudarle.

-¡Nayeon! -la chica giró su bonita melena rubia y le sonrió, volviendo hacia él.

-¿En qué puedo ayudarte, guapo?

-Podrías, por favor, acercarte al micrófono del Dj y avisar a todos que Jimin está por llegar y deberían calmarse un poco para no dañar la sorpresa.

Ella le guiñó un ojo.

-Claro que sí. Callaré a todos estos imbeciles de una vez. No te preocupes -le colocó una mano en el hombro y luego se alejó para cumplir su misión.

Suspiró aliviado.

Era como una ayuda divina.

Luego observó a Yoongi sentado en uno de los muebles, concentrado en algo de su celular mientras bebía esporádicamente de su vasito blanco. Quizá él sabía dónde diablos se había metido Taehyung.

-Yoon, ¿sabes dónde está el pendejo de Taehyung?

Este alzó una ceja y frunció sus labios, pensativo.

-Lo vi hace menos de diez minutos junto a Yeji cerca del patio. Revisa por ese lugar.

-Vale, gracias. Tengo que hacer que deje de darle licor a todos -Yoongi negó bebiendo de su vasito de refresco. Toleraba muy poco el alcohol y tonto que podía llegar a ser Taehyung.

Mientras Jungkook se acercaba a su destino, pudo divisar a su amigo, pero en eso, escuchó la voz de Nayeon a través de las cornetas.

-Hey, pedazos de estiércol, ¿podrían dejar de ser unos alcoholicos de mierda y quedarse calladitos? -con su vaso en mano exclamó-. Jimin está cerca y sabemos que es el celebrado y no tiene ni idea de esta fiesta que su lindo novio le hizo. Gracias, Jk -su mirada paró sobre el mencionado y sonrió mientras la mayoría lo veía parado al borde de la salida-. En fin, callense y esten al tanto para la llegada de Jimin. Gracias -iba a alejarse, pero antes volvió a tomar el micrófono un momento-. Y al primer imbecil que quiera ponerse graciosito arruinando algo, voy a romperle las costillas.