ʟᴏᴠᴇ ᴛʜᴇ ᴡᴀʏ ʏᴏᴜ ʟɪᴋᴇ | ʀɪᴄᴋ ɢʀɪᴍᴇꜱ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2

Presente

Sus pasos hacían eco en el frío suelo de cemento de aquella vieja fábrica. A su alrededor todos la observaban con respeto y una sonrisa amable sobre los labios, lo cuál podría resultar hipócrita algunas veces.

No necesitaba ser una genio para saberlo. Las sonrisas amables no siempre eran verdad ni los ojos llenos de admiración.

― ¿Necesitas ayuda? ―deteniendo su andar se inclinó en dirección a una joven que intentaba vendar uno de sus brazos heridos―. Hola.

―Hola ―sus mejillas se tornaron rojas de la vergüenza―. Creo que puedo sola.

―Yo creo que necesitas ayuda ―no pregunto solo tomo la venda de la mano desconocida y empezó su trabajo―. Soy Alysha por cierto.

―Sé quién eres.

―Ajá.

―La hermana de Negan, te llaman "princesa de corazones".

―Ese es un apodo muy lindo ―admitió sin mirarla―. Pero solo dime; Alysha ―una vez acabado su trabajo se alejó sin esperar un agradecimiento o cualquier otra palabra que pudiera pronunciar la desconocida, una sonrisa sincera brotó de sus labios antes de volver a emprender su camino hasta Negan.

Si bien su sonrisa ya no le llenaba el alma como antes era un buen escudo delante de todos, excepto Negan; no podía ocultar su dolor delante de él.

No había días en los que los recuerdos la golpearan con fuerza ni noches en las que las pesadillas la dejaran dormir, se sentía como los muertos al otro lado de los muros con la única excepción de que no necesitaba carne humana para sobrevivir.

Pensó que podría vivir con lo ocurrido, pero no era así. No podía vivir con los recuerdos. No podía vivir con nada porque ya no quería.

Negan ayudaba a las personas, las salvaba y les brindaba protección a cambio de suministros. Él la había protegido y ayudado sin nada a cambio. La había ayudado a recoger cada pieza rota en su ser y se había convertido en lo más cercano al hermano que nunca tuvo; ella a cambio ayudaba a las personas heridas, especialmente mujeres.

No soportaba estar cerca de los hombres. Le aterraba aún la idea.

―Podríamos cerrarles el paso por esta ruta ―escuchó antes de abrir la puerta―. Arrinconarlos, llevarlos hasta nuestra trampa.

―Podría ser una buena idea ―Negan dijo.

¿Arrinconar?

Preocupada, abrió la puerta quedando a la vista de los hombres delante suyo.

― ¿Sucede algo? ―quiso saber.

―Alysha, ¿necesitas algo?

―Un poco de alcohol, hay una herida de una chica que necesita ser desinfectada. Dijeron que tenía que pedírtelo.