Capítulo O4

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La música sonaba desde el departamento 512, donde Jungkook estaba organizando todas sus cosas mientras las sacaba de las cajas y las acomodaba sobre las repisas alrededor del departamento. La pequeña Hyeri se encontraba en su portabebé mientras era entretenida con un par de colgantes, ajena a todo lo que le rodeaba.

Jungkook había estado nervioso por la entrevista, sobretodo por las miradas curiosas al ir con una bebé en lugar de solo. Había pasado, se había presentado y contestó todas las preguntas de manera eficiente, con su bebé dormitando y comprobando cada cierto tiempo que estuviera cómoda en su lugar. No estaba seguro si eso había tentado el corazón de sus nuevos jefes, pero tan pronto como terminó la entrevista le habían sonreído y dicho que se podía presentar a partir de mañana para el inicio del recorrido.

Sabía que eso significaba que el día siguiente se haría todo oficial cuando no tuviera que preocuparse por su bebé, sería más cómodo y podría concentrarse. ¿El problema? No tenía con quién dejar a su bebé encargada, su hermana estaba ocupada fuera de la ciudad, no podía costear ninguna niñera aún y sus padres jamás serían una opción para ello.

Estaba terminando de colocar una lámpara en la mesita de la sala cuando su puerta fue tocada, haciéndolo girar con sorpresa. Comprobando que todo estuviera en su lugar y Hyeri estuviera tranquila en su lugar, se dirigió con paso cauteloso a la entrada, entreabriendo la puerta.

—Oh, Jimin —sonrió tan pronto como lo reconoció, abriendo por completo la puerta—. ¿Qué te trae por aquí?

—Hey, Jungkook —saludó de vuelta, negando—. Me sorprendió escuchar música desde tu departamento, así que venía a ver si todo te fue bien en tu entrevista, ahora te miras mucho más animado que en la mañana cuando te dejé.

Él asintió con algo de energía, abriéndose paso—. ¿Quieres entrar? Debo contarte como estuvo la entrevista.

Jimin no se hizo esperar, adentrándose al departamento y sonriendo tan pronto como vió a la pequeña en su portabebé, aún viendo con atención a los colgantes. Se encaminó hasta ella y se acuclilló, tomando su manita con cuidado y acariciando su piel con el pulgar.

—Hasta música tienes, también pareces demasiado motivado por desempacar —mencionó al notar dichos detalles, girándose para verlo.

Asintió con un deje de pena—. Estaba muy nervioso por la entrevista, sobretodo al llevar a Hyeri conmigo ya que no me había tocado llevarla, pero no tuve de otra hoy. Contesté todo lo que me preguntaron, era una sala demasiado grande con dos hombres al otro lado viendo mi currículum, contesté lo mejor que pude y cuando terminó ya podía esperar el "nosotros te vamos a llamar" —hizo entre comillas en el aire, sacándoles una carcajada—. Pero siento que ellos ya estaban confiados en su decisión, porque solo sacaron una carpeta y me la acercaron, haciendo que firmara mi contrato de prueba por un mes, luego de eso podré firmar otro dónde me quede de planta, pero paso a paso. Me dieron el sí, mañana será mi primer día en mi nuevo trabajo —afirmó con una sonrisa, tomando asiento en uno de los sillones mientras mostraba una actitud radiante.

—¡Eso está genial, Jungkookie! Me alegro mucho que lo hayas logrado, espero que puedas quedarte definitivamente en el lugar. Escuché que es una buena empresa, tiene muchas prestaciones y facilidades, espero que se adapte a ti —contestó con emoción, sentándose en el sillón frente suyo.

—Me dijeron que tenían una guardería, pero que justo ahora está demasiado lleno y no podría dejar a Hyeri ahí —suspiró, formándose un leve puchero en sus labios—. No sé como le haré mañana, tengo que presentarme y no tengo a nadie para que la cuide, aún no puedo costear ninguna niñera ya que estoy limitado y además tengo que ver lo de mi auto. Tengo el empleo asegurado, pero aún muchas cosas por resolver.

Cuando ese detalle le trajo de vuelta a la realidad, no mentiría que le bajó un tanto de su buen humor. Si, tenía un empleo asegurado, pero mientras no pudiera solucionar quien cuide de su hija mientras él va a trabajar, ver el problema que tiene su automóvil y demás pendientes que se arremolinaban en su lista, no sentía que podía avanzar hasta resolver la mayoría de ellos.

—¿No tienes quien cuide a Hyeri? —cuestionó, recibiendo una negación—. Si quieres, yo puedo cuidarla. Mañana es mi día libre, así que no tengo problema alguno en cuidarla, si tú quieres.

Jungkook levantó la mirada con sorpresa, procesando las palabras—. ¿Por qué me estás ayudando tanto? Realmente jamás terminaré de pagarte.

Jimin negó divertido, restándole importancia—. Lo hago por gusto, ya te lo he dicho. Hyeri es una pequeña muy linda, y realmente te ves emocionado por ese trabajo, tómalo como un favor para un vecino.

—¿O será otro servicio a la comunidad? —cuestionó divertido, haciendo que Jimin lo viera mal por un momento antes de sonreír.

—Bien, jamás lo olvidarás, ¿No?

Negó con una expresión divertida—. Es muy memorable.

—Bueno, entonces, ¿Quieres que sea el niñero de Hyeri el día de mañana? Solo asegúrate de darme una lista de las cosas más importantes que deba de saber, sus cuidados, la alimentación, si ya tiene sus horas de dormir, de comer, de mantenerse despierta, todo lo que necesite saber para cuidarla.

—Claro, te lo haré llegar en el transcurso del día. En verdad, no sabes cuán agradecido estoy contigo, si no hubieras hecho lo de la mañana y ahora me dices esto yo probablemente ya me hubiera vuelto loco en este lugar.

—Este lugar es un tanto difícil de lidiar, pero con el tiempo te acostumbras. Los vecinos no son malos, solo un tanto especiales con ciertas cosas, pero lo demás está todo bien.

Asintió en comprensión, mirando a su hija—. De todos modos, agradezco conocerte, que seas mi vecino. Eres la única persona de aquí que es amable, lo aprecio mucho la verdad, aunque igual es raro ver a los demás.

—Tienes toda la razón, ni yo que he vivido aquí por tanto tiempo los he visto mas que un par de veces, pero tengo comunicación con ellos así que está bien.

—Por cierto, hablando de comunicación... ¿Te importaría darme tu número? Para poder mantenernos en contacto, si me puedes hacer el favor de mañana y si no te importa entonces me gustaría poder tener comunicación contigo para saber como se encuentra Hyeri cada cierto tiempo —pidió con un gesto un tanto avergonzado, provocando una sonrisa a Jimin.

—Claro, ¿Tienes dónde anotarlo? O si quieres pásame el tuyo, te llamo y ya lo agendas —sugirió de igual manera, sacando su celular.

—Bien, no tengo problema con ninguna forma —asintió, dictando su número. Esperaron un par de segundos hasta que el timbre del celular de Jungkook sonó, colgando la llamada cuando agarró su celular y agendó el número tan pronto como la llamada fue colgada.

—Perfecto, entonces ya quedamos de esa manera. ¿A qué hora quieres que venga? —se levantó del sillón, dispuesto salir de ahí.

—¿Está bien a las siete? Tengo que entrar a las nueve, pero por el tema de mi auto tengo que tomarme más tiempo para el traslado.

—Perfecto, entonces a las siete en punto me tendrás aquí —se encaminaron a la puerta, Jungkook abriéndola para él—. Nos vemos entonces, Jungkook.

—Hasta luego, Jimin.

save my life 𐙚 kookmin.Where stories live. Discover now