En tu mundo

Capitulo 28

~La discusión~

ALICE

—No lo entiendo muy bien, no se porque me pasa eso—le digo a la psicóloga

—¿Nunca te paso por la cabeza la idea de que talvez te estas comenzando a enamorar de Isaac?

Hecho a reír ante su estupidez—Esta llevando las cosas muy lejos licenciada

Ella sonríe y anota algo en su libreta, entrecierro los ojos.

—¿Qué es lo que siempre anota?

—Te lo mostrare cuando ya no nos tengamos que ver

—Osea que usted dice que si necesito venir a las sesiones

—Si, por el momento solo hemos avanzado tu problema con Isaac y una que otra cosa personal pero aun no se el motivo de tu dolor

Se me borra todo rastro de sonrisa.

—¿A que dolor se refiere?

—Al de tus ojos, esta algo escondido pero se alcanza a distinguir asi que cuando estés lista dime que es lo que te atormenta

—Nada me atormenta—aseguro

Vuelve a anotar en su libreta y regreso al tema de Isaac cosa que ella deja pasar y no me presiona sin embargo se que tarde o temprano va a meter mas presión para sacarme la realidad de la cual yo no estoy completamente segura. Cuando termino con la psicóloga me dirijo al departamento donde me encuentro con Isaac viendo la tele y Ares en su regazo también viéndola.

—¿Qué ves?

—El rey león

Eso explica porque Ares esta tan entretenido, me siento a su lado y me da un beso en la boca.

—¿Cómo esta tu tobillo?—pregunta sin dejar de ver la pantalla

—Bien, ya puedo caminar aunque lo siento algo sensible

—Es porque no ha pasado ni una semana, apenas es viernes asi que no te fuerces

—¿Y eso que significa?

—Aun no puedes patinar ni correr o caminar demasiado, ¿Entendiste?

—Si mamá, ¿Algo mas?

Me empuja por el hombro—Piérdete

Rio y me levanto dirigiéndome a mi habitación. Me boto en la cama y enseguida me llega una llamada de Chris.

—¿Qué pasa?

—Tus modales se pierden muy rápido, ¿Ni siquiera un como estas?

—Pues, nos vimos ayer asi que se que estas bien

—Las cosas pueden cambiar de un día a otro

—¿Me llamaste para hacer drama?

Ríe un poco—No, te llame porque mañana por la tarde haremos una carne asada en la casa y todos están invitados, ¿Quieres venir?

—Nunca niego la comida que tu haces, ¿A que hora?

—A las dos de la tarde

—¿Quieres que lleve algo?

—Tu presencia

—De acuerdo. Nos vemos mañana

Cuelgo la llamada y me quedo acostada un buen rato. Isaac entra a mi habitación y se bota a mi lado.

—¿Vas a ir mañana a la carne asada?

—Si, ¿Tu no?

—Si y…usare uno de los nuevos atuendos que me diste