Corazón dividido

227 51 4
                                    

Luego de aquel acercamiento, Kook solamente se había alejado y había salido de la habitación.

Aunque las ansias de poseer el delicado cuerpo le consumían, había algo en alargar la espera que le encantaba aún más.

El ser sin corazón, que no tenía ningún respeto por la vida de nadie, que tomaba y reclamaba lo que quisiera, está vez, quería que aquellos ojos miel lo mirarán con amor, con deseo, quería ser correspondido por ese chico antes de dar rienda suelta a todos sus instintos.

Se permitiría aquellos juegos, aquellos roces superficiales, Pero no llegaría a más, no hasta que el propio Taehyung fuese quien se lo pidiera, le rogara por qué lo follara, porque lo consumiera.

Podría ser el asesino más despiadado de la tierra pero jamás obligaría a alguien a tener sexo en contra de su voluntad, jamás haría que una persona inocente pasara por lo mismo que vivió Eun Woo.

Los recuerdos de su hermano lo mantenían alerta, lo mantenían sin querer cruzar aquella línea con Taehyung, no al menos hasta que el menor fuese consciente de que quería hacerlo con él, por voluntad propia.

Sabía que tendría una competencia constante, que Jungkook era quien controlaba aquel cuerpo durante el día y sabiendo lo asquerosamente encantador que era su otra mitad, era demasiado probable que el castaño cayera rendido ante los pies de esa parte primero de lo que lo lograba encantar el demente.

Sabía que tendría una competencia constante, que Jungkook era quien controlaba aquel cuerpo durante el día y sabiendo lo asquerosamente encantador que era su otra mitad, era demasiado probable que el castaño cayera rendido ante los pies de esa par...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Cómo había llegado a vivir con dos completos extraños? No lo sabía, tampoco quería pensarlo mucho, lo único que tenía en mente era ser de utilidad para aquellos dos hermanos un tanto extraños

y antónimos de sí mismos. Tres días después de ver por última vez a Kook aquella noche, decidió no ser tan tímido y salir del cuarto.

Por eso se encontraba en la cocina preparando el desayuno para el primero que llegara, tal vez para los dos, sería muy interesante verlos a ambos. Jungkook era tan… colorido, pacífico, tan dulce. Kook era… una completa fiera. Pero extrañamente se sentía bien con ambos. Unos pasos venían acercándose hasta él, poniéndolo bastante nervioso.

—Buenos días— dijo un adormilado Jungkook, lo sabía por el suéter con color amarillo que llevaba, Kook jamás usaría uno así.

Entonces se preguntó ¿Cómo diablo los conocía? ¿Cómo demonios sabía distinguir quién era quién? No llevaba ni una semana, y al único que había visto los últimos tres días era a Jungkook.

—Buenos días, espero no les moleste. Preparé el desayuno— dijo tímido.

—Por supuesto que no cariño, también es tu casa.

Taehyung no pudo soportar aquello, sus mejillas se ruborizaron de una manera exagerada ante el apodo, no dijo nada, pero mordió su labio tratando de no sonreír como un estúpido.

Porque a quién engañaba, los últimos días había observado de más a aquél chico dulce, le gustaba, era hermoso, su cabello, sus ojos, su sonrisa, todo, absolutamente todo le gustaba. No sintió cómo ni cuándo, Jungkook estaba a centímetros de él, Jeon sostuvo su mentón y lo alzó hacia arriba, clavando su mirada en los hermosos orbes contrarios.

Catarsis    (kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora