XVI.- El Nuevo Beacon Hills

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Stiles se dejó caer sobre una de la sillas, Max de inmediato se acercó a él y se recostó sobre sus piernas. Magnus suspiró y acarició levemente el cabello del castaño mientras tarareaba una antigua canción que su madre solía cantarle. Alec sonrió levemente y fue a la cocina para preparar un té. Derek subió las escaleras y se acercó hasta su novio para después arrodillarse frente a él sin mover al pequeño cazador de sombras.

— ¿Cómo estás? — le preguntó el alfa de manera suave y tranquila. Su voz apenas parecía un susurro.

— Bien. Estoy confundido.

— A veces los traumas nos hacen cambiar. Allyson está en un trance, en este estado donde no crees merecer a nadie. Me recuerda a mi después del incendio.

— Entiendo eso. Recuerda que yo también me comporté de la peor manera después de salir de aquí.

— Es verdad. Tenemos que darle un poco de tiempo y luego puedes volver a un empujón.

— Bien, tenemos cosas que hacer mañana temprano. — suspiró — Odio tanta responsabilidad.

Derek rio levemente.

— Si, es un asco. Pero ahora es lo que tienes que hacer. ¿Te diste cuenta de que te convertiste en el patriarca Argent?

— No. Ese es papá. — frunció el ceño.

— Oh no, yo ya no soy el patriarca. Ese eres tu, guiarás al nuevo clan Argent, eres el indicado. — le dijo Chris con diversión al ver la mueca de cansancio de su hijo.

— No me agrada eso, papá.

— Lo siento. Pero será lo mejor, y algo me dice que ya habías pensado en eso.

— Si. Hace tiempo tengo un código, lo he usado todo este tiempo. — miró a su padre con una ligera sonrisa — Protegemos a los que no pueden protegerse a sí mismos.

— Me gusta, propio de ti.

— Solo tengo que pedirte un último favor antes de que asuma por completo esta responsabilidad.

— Adelante.

— Por favor no más secretos. Las cosas van a cambiar de manera drástica y necesito saber que puedo confiar en ti.

Chris miró a su hijo. No sabía que decir o hacer.

— Hay una cosa que debes de saber, creo que no puedo seguir ocultándolo.

— ¿De qué hablas?

Por alguna razón el brujo y los cazadores de sombras se alejaron del castaño. Algo iba a alterar a Stiles. Derek solo se levantó y se colocó detrás de su novio.

— Tiene que ver contigo. — suspiró — Cuando eras apenas un niño pequeño pasabas mucho tiempo con los Hale, tu madre te llevaba ahí, sabíamos que no corrías peligro a su lado, sabíamos que ellos te protegerían. Te gustaba jugar en el bosque con Derek, Laura y Cora, pero no fuimos capaces de ver el peligro a tu alrededor. — el cazador suspiró mientras negaba con fuerza — Fueron atacados, esas personas te querían a ti, ellos...

— ¿Papá?

— Ellos te asesinaron. Teníamos que hacer algo... No podíamos simplemente dejarte ir. — apretó sus puños con fuerza — Fuimos al Nemeton, es el ser más poderoso del mundo. Su espíritu se hizo visible ante nosotros y nos ofreció un trato. ¿Te has preguntado por qué te sentiste tan tranquilo al regresar al pueblo? ¿Por qué siempre te sientes tranquilo alrededor de personas sobrenaturales? ¿Por qué nunca te sorprendió la otra parte de nuestro mundo? El Nemeton unió parte de su alma a la tuya, así te trajo a la vida. Nos dijo que iba a llegar el momento donde tendrías que tomar el papel del protector de Nemeton y cuando mueras parte de tu alma se quedará en este mundo terrenal, a su lado. Era el precio que teníamos que pagar por pedirle que te reviviera.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

— Miedo. Tu vida esta atada a todo lo sobrenatural por nuestra culpa, pudiste haber vivido de manera tranquila.

Stiles se levantó y se acercó a su padre con una ligera sonrisa adorando su rostro.

— Papá de una forma u otra iba a terminar involucrado en este mundo. No tienes la culpa, además solo querías salvar a tu hijo. No estoy enojado, gracias por salvarme. — lo abrazó con fuerza.

Chris sintió que todo el peso con el que había estado cargado durante esos años se habían ido.

— ¿Quiénes eran las personas que lo querían? — le preguntó Derek una vez que padre e hijo se separaron.

— Una manada de CAT SÌTH. Son hombres bestias como ustedes, solo que ellos provienes de la mitología escocesa. También son conocidos como los ladrones de almas. Se podría decir que son hombres gatos, pero todos son negros y tienen alguna cicatriz en su rostro cuando son humanos y en su forma completa esa cicatriz se vuelve una mancha negra. Ellos buscan las almas de los humanos, pero cuando buscan a otros sobrenaturales ellos quieren su poder. Su mejor alimento son los usuarios con magia: una chispa, brujos, magos. Ellos son astutos y se camuflan muy bien porque su aroma se mezcla con el de los gatos normales, solo pueden tomar esa forma además de la humana.

— Recuerdo haber leído de ellos, son bastante peligrosos solo por esa cualidad de no poder ser encontrados. La mancha o la cicatriz en su rostro es lo único que puedes identificar ya que siempre es en el ojo derecho y parece un círculo. Bien, tenemos la información. — dijo Stiles mientras se estiraba levemente.

— ¿Ellos vendrán por Stiles, de nuevo? — le preguntó Derek confundido.

— Es lo más probable.

— Bueno... Eso lo veremos en el momento en el que vengan. Ya no soy el mismo niño que antes y mi poder es mucho más grande. Ahora tenemos que irnos a acostar. — les dijo Stiles mientras tomaba algunos libros.

— Nosotros nos encargamos de tu hermano y cualquier cosa llamamos a Gabriel o Castiel. — le dijo Magnus de manera tranquila.

— Gracias. Cuando se tenga que bañar por favor que la acompañe una de las chicas.

— Mica sabes que no nos gustan las mujeres. — le dijo Max con diversión.

— Lo sé, pero ella podría sentirse incómoda. Vendré una vez que las cosas estén más tranquilas.

Derek se despidió y tomó la mano de su novio.

*

Stiles miró a todos los integrantes de la manada y a todos los humanos del pueblo gritando su nombre.

— ¿Por qué? — le pregunto Stiles a su novio. Ya no quería más responsabilidad ya que eso significaba más trabajo y eso significaba menos tiempo con su adorado novio.

— Bueno... Ahora eres el nuevo líder de Beacon Hills y el patriarca Argent. — le dijo Dean con diversión. Sabía que Stiles haría las cosas bien y que en realidad no le importaba tanto tener esos cargos, era un líder nato.

— No olvides que también es la luna y el segundo al mando de la manada. — dijo Liam con emoción.

— Oh, cállense. — miró a todo el pueblo — Desde ahora nos convertiremos en un lugar donde se pueda vivir de manera tranquila, un lugar que se convierta en el hogar de humanos y de sobrenaturales. Eso no significa que no podremos defendernos, quiero ayudarlos con eso y descubrir los talentos de cada uno. Lo único que puedo prometerles, por el momento, es darles el hogar que todos merecemos. — les dijo Stiles de manera seria.

Derek solo pudo inflar su pecho con orgullo al ver como todos adoraban a su novio. 

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