Abstracto | +18 | (Versión 2018)

|| VII ||

|| Capitulo +18 ||

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Terminaba de guardar mis cosas en la mochila donde Luca traía su cámara.

–¿Lista?

Escuche a Maxon desde la puerta, asentí soltando un suspiro, una sonrisa se dibujó en sus labios y se acercó a mi, acarició mi mejilla y aparto mi cabello dejando un beso en mi cuello.

–Te prometo que cuando menos lo esperes regresaremos aquí –Me estremecí y asentí una vez que se apartó de mi–. Por cierto esto es tuyo –dijo entregándome mi celular, lo tome y sonreí– ya están nuestros números en el. –Señaló el celular.

Reí y asentí, mi mala manía de no ponerle seguro o contraseña a las cosas.
Maxon sonrió y dio la vuelta para salir de la habitación, tome su brazo girándolo de nuevo a mi enredando mis brazos alrededor de su cuello y besándolo, sentí su sonrisa entre el beso y sus manos en mi cintura acercándonos más.

–No creas que lo de la piscina se quedará así. –dijo apartándose del beso viéndome a los ojos.

Sonreí.– Eso espero.

Maxon rió.– Después de golpear a Luca te prometo que te lo compensaré Muñeca.

Mordí mi labio al escucharlo, no había dejado de decirme así desde la noche de la piscina; al fin ese día habíamos podido estar nosotros dos solos y a Max se le había ocurrido la fabulosa idea de la piscina era un buen sitio para hacerlo y así hubiese sido hasta que Luca llegó y mágicamente también quizo nadar después de haber dicho que no más de tres veces, Maxon quería matarlo, yo simplemente estaba sonrojada a morir y desde entonces Max y yo no habíamos podido estar solos.

–Está bien pero no golpees a Luca. –Hable.

Maxon bufo y asintió.– Esta bien –Beso mi frente–, te esperamos abajo.

Asentí viéndolo salir de la habitación.

Se habían pasado realmente rápido los días, no habíamos cumplido el hecho de regresar el martes como habíamos quedado, recorrimos la mayoría de los lugares turísticos de aquí y agregando que un día entero nos costó limpiar la piscina por la lluvia por eso mismo se decidió que volveríamos el jueves y claro que había valido la pena el riesgo.
Era jueves y apenas no íbamos a poner en camino a casa, definitivamente Lugano se había vuelto mi lugar favorito en el mundo, cerré la mochila y me senté en la cama desbloqueando mi celular, mi preciado y amado celular por fin lo tenía de nuevo en mis manos, aún tenía demasiada batería, observe todas las notificaciones de mensajes que tenía, no eran demasiados, todos eran de días diferentes a diferentes horas y todos eran de Dalton:
Vega
¿Vega donde estas?
¡Alicia dice que no te ha visto desde el jueves!
Vega
¿Te paso algo?
¡Mujer!
¿Y ahora por qué no contestas?
Como sea, si no te mataron o algo te informo: mi madre está bien, la operaron y ya está mejor, claro que seguirá en tratamiento y lograron erradicarlo una vez más dicen qué tal vez está sea la definitiva, algo es algo. Regresaré hasta el próximo Sábado y tendrás que explicarme el por qué no contestas desde hace días.

Suspire al leerlos y sonreí al leer lo de su madre, esa mujer cada vez era mejor y más fuerte estaba muy feliz por eso.

Gracias al cielo no había entrado al chat porque no tenía como contestar a eso o qué pretexto poner.
Se me había olvidado Dalton en todo esto por completo, mi mejor amigo no iba aceptar esto para nada y no hablaba sobre el poliamor si no sobre los hermanos Vanlievedev, los seis no eran de su completo agrado y ahora no tenía como explicarle que tenía una relación no con uno si no con los seis hermanos, tendría tiempo para pensar en decirle todo y que no me dejara en el intento.
Entre en contactos para ver los números de los chicos reí al ver los apodos con los cuales se habían agregado definitivamente los cambiaria algún día.