Intercambio de parejas

Final

Todo parecía pasar en cámara lenta. Mark se aferraba a un First que estaba por desmayarse. Neo lo sostuvo con fuerza cuando los paramédicos llegaron y subieron al azabache en una ambulancia, Khao se había ido con él. Ellos habían tenido que quedarse dando sus declaraciones, pero el castaño seguía en shock, ni siquiera sintió dolor cuando un paramédico reviso sus heridas.

Después de varias horas por fin los dejaron ir. Mark quería ir al hospital, pero Neo no quiso llevarlo, en cambio lo llevó a su casa para que descansara ya que él también estaba lastimado. Además, Khao estaba con el azabache, ellos podían llegar al día siguiente.

Llegaron al hospital pasado media día. Mark caminó ansiosamente a la habitación en la que se encontraba First, abrió la puerta y lo primero que vio fue a Khao durmiendo incomodándamente a un lado de la cama, sosteniendo fuertemente la mano del azabache aún en sueños. Neo se detuvo detrás de Mark y lo abrazó suavemente viendo juntos la escena. Volvieron a salir y cerraron la puerta en silencio.

Pasada aproximadamente una hora, Khao salió de la habitación tallándose un ojo.

—¿Hace mucho están aquí? —les preguntó un poco sorprendido. Mark le sonrió levemente y asintió—. ¿Por qué no entraron?

—Nos dijeron que First está fuera de peligro —cambió de tema Mark. Khao asintió.

—Sí, por suerte la bala no tocó ningún órgano vital —le respondió con alivio. Mark volvió a sonreírle y se levantó del asiento.

—Supongo que estás cansado. ¿Por qué no vas a descansar un poco? —le sugirió—. Me quedaré con First en lo que tú regresas —y antes de que Khao pudiera decir algo, volvió a hablar—. Neo, ve con él y asegúrate de que descanse.

El pelichocolate lo vio dudoso, por lo que Mark caminó a él y lo tomó de la mano sonriendo para tranquilizarlo. Khao los vio sintiéndose incómodo, cuando Mark lo notó, se disculpó con él.

—Lo siento... —le dijo apenado, bajando la mirada, pero no soltó la mano de Neo. Khao no contestó y empezó a caminar hacia el ascensor.

Khao no sabía que emoción lo dominaba en ese momento; se sentía traicionado, enojado, frustrado, cansado y triste, pero sobre todo se sentía culpable. Era su culpa que su relación con Neo no funcionara, y entendía el que lo hubiera cambiado por Mark, porque en primer lugar él mismo no consideró su relación como real, y estaba enojado consigo mismo por eso. Porque se había dado cuenta muy tarde que en realidad si quería a Neo.

El camino hacia la casa fue silencioso. Khao entró y fue directo a tomar un baño. Cuando salió, Neo le tenía preparada comida. Se sentó a la mesa viendo el plato frente a él y empezó a comer despacio. Después de unos bocados, ya no pudo más y comenzó a llorar.

—¿Khao...? —preguntó Neo sorprendido, no sabiendo que hacer mientras veía al castaño intentando parar su llanto.

—Quiero terminar con esto —le dijo cuando pudo calmarse—. No soy competencia para Mark, y tampoco planeo serlo.

—Khao...

—Esta situación me sobrepasa. No me importa si te quedas con Mark o no, no quiero ser el sustituto de nadie —dicho eso se levantó de la mesa y fue a su cuarto.

—Khao, lo siento —le dijo Neo yendo trás él—. Nunca quise que pasara todo esto. Yo en verdad te quería, pero tú...

—¡Se cuáles son mis errores! —le gritó encarandolo—. Por eso estoy terminando contigo, porque aunque Mark no te elja, sé que no serás feliz conmigo, y sé que yo tampoco lo sería sabiendo que soy un premio de consolación.

El pelichocolate no siguió discutiendo porque el castaño tenía razón, y lo único que pudo hacer fue ayudarle a empacar sus cosas en dos tristes maletas.