Capitulo 42

2.9K 160 16
                                    

Dos meses después...

—¿Estas segura de que quieres volver?—pregunta el hombre de cabellos blancos frente a mi.

Juego con las pulseras de mis brazos mientras observo la nieve caer afuera de la clínica, ver caer los pequeños copos de nieve se ha vuelto algo adictivo para mi.

—Creo que es momento de hacerlo—digo segura de mis palabras—, tarde o temprano debo afrontar las cosas.

—Me gusta la seguridad de tus palabras—apunta algo en la libretita de sus manos—, apuesto a que extrañas mucho a tus seres queridos.

Una sonrisa se forma en mi rostro.

Pronto volveré a verlos y eso me emociona mucho.

—Los extraño demasiado y por eso quiero volver—digo sonriente.

—¿Extrañas al señor Caruso?—pregunta y mi sonrisa se borra de inmediato.

¿Qué si lo extraño?

Lo hago cada segundo de mi vida.

Marcello para mi es alguien insuperable y alejarme de el fue lo mas difícil que he hecho en mi vida.

—Lo hago—respondo con timidez a pesar de que hemos hablado de este tema muchísimas veces.

—¿Cómo te sientes al saber que volverás y revivirás momentos buenos y algunos no tan agradables?—pregunta con su voz seria pero agradable de siempre.

Respiro profundo mientras observo al hombre que ha sido mi psicólogo.

—Me siento bien con eso doctor, el tiempo que he hablado con usted me ha ayudado mucho a entender que Marcello también fue una victima y que no todo fue su culpa—digo recordando todas nuestras sesiones—, también cometí errores al no quedarme y permitirle explicarme las cosas, hui y lo atormente con su peor miedo que era que yo lo abandonara.

Pensarlo me duele, hice realidad su peor miedo.

Cada día me arrepiento de ser una vil cobarde y no ser capaz de despedirme dejando solamente una carta que no explico ni lo mas mínimo que sentía en ese entonces, me arrepiento de no haber dejado las cosas claras, me duele nuestra falta de comunicación pero en parte siento que hacerlo me hizo bien. Hoy soy capaz de entender muchas cosas que en aquel entonces no fui capaz de hacerlo con claridad dejándome llevar por el dolor y la ira.

—Entiendo tu perspectiva Irisha pero como te lo dije desde el día uno, no debes sentirte mal porque por mucho que ames a una persona tu eres tu prioridad, debes ser tu antes que el mundo y eso no es ser egoísta, eso es amor propio—asiento a sus palabras.

—Pero de igual forma se que lo lastime, no me quiero imaginar lo mucho que el sufrió o si sigue sufriendo—digo con un nudo en la garganta—, no he sabido nada de el desde el ultimo día que lo deje en aquel hospital.

—El contacto cero es bastante efectivo y el alejarte fue lo mejor que pudiste hacer para ambos, has tenido un progreso muy notorio desde que llegaste aquí como una mujer asustada y llena de dolor porque ahora te veo y veo a una mujer fuerte y llena de vida, capaz de luchar por lo que quiere.

No puedo sentirme mas que orgullosa de mi misma.

—Y quiero luchar por el—digo viéndolo a los ojos—, si el aun me lo permite voy a luchar y espero que esta vez hagamos las cosas bien.

No se si Marcello me espere o si me odia, si hace lo ultimo se que estaré condenada a un amor doloroso por toda mi vida pero si en cambio tengo la oportunidad de hacer las cosas bien y recuperarlo voy hacerlo.

Yo sane por mi parte, espero que el lo haya echo por si mismo y si no lo hizo yo voy ayudarle a sanar.

No voy a dejar que las cosas vuelvan a salir mal, no esta vez.

...

—¡Voy a extrañarte muchísimo!—dice Nara mientras me abraza fuerte, yo la recibo gustosa.

—Estoy tan agradecida contigo, gracias por ayudarme estos meses—susurro sobre su hombro mientras inhalo su aroma a vainilla, me separo para tomar su rostro entre sus manos—, no tenias obligación de nada y a pesar de eso no dudaste ni por un segundo en ayudarme y hacerme sentir bien, perdón por interrumpir su privacidad.

—Ni que lo digas, Noah estuvo encantado al tenerte aquí con nosotros—como por arte de magia el mencionado aparece por en umbral de la que fue mi habitación por dos meses.

—¿Lista?—pregunta mi amigo al que le debo mucho.

Noah y su novia Nara fueron las personas que me ayudaron todo este tiempo, Noah fue el mejor al recibirme en su departamento aquí en los Estados Unidos cuando recurrí a el por ayuda, si quería alejarme sabia que debía irme lejos y que mejor lugar que irme a otro continente. Los gastos y demás los he recolectado por mi cuenta trabajando en restaurantes y así para devolverle a Ovidio los ahorros que el me presto, gane muy bien a decir verdad tanto que incluso llevo mas de lo lo predestinado.

Intente pagarle a Noah el alquiler pero como el testarudo que es se negó por completo, jamás dejare de agradecerle todo esto.

—Lista—respondo con una sonrisa melancólica en mis labios antes de que Nara, la dulce chica con rasgos asiáticos me abraza con fuerza hasta que ambas terminamos riendo entre lagrimas.

Voy a extrañarlos mucho.

...

—Passengers bound for Italy, please board plane 065 for takeoff in 15 minutes... (Pasajeros con destino a Italia, favor abordar el avión 065 para el despegue dentro de 15 minutos...)—se logra escuchar a través de los parlantes del aeropuerto, Noah deja mi pequeña maleta a mi lado mientras me regala una sonrisa triste.

—Joder sabia que la despedida seria dura pero no tanto—dice tomando mi rostro entre sus manos, observo a mi amigo, el chico hiperactivo de cabello rubio y ojos grises que fue capaz de sacarme una sonrisa hasta en mis peores momentos donde lo único que hacia era hundirme en el dolor, el chico que no me dejo sola mientras las pesadillas invadían mis noches, donde a pesar de todo jamás se canso de decirme que "el merece una oportunidad", tiene un corazon precioso.

—Volveremos a vernos cada que visites a tu padre—digo mientras el acaricia mi rostro con dulzura—, y prometo venir a visitarte a ti y Nara cuando ahorre dinero.

—Eso me haría muy feliz Rusita—deja un suave y casto beso en mis mejillas—, eres como nuestra hija adoptiva ¿no quieres quedarte con nosotros?

Su comentario me hace reír.

—La idea es tentadora pero debo volver—el asiente resignado llevándome a su pecho para abrazarme con suavidad—, gracias por todo Noah, gracias por haber cuidado de mi.

—Lo haría siempre Rusita—me separa de su cuerpo—, no dejes que nadie apague tu brillo ¿de acuerdo?

—De acuerdo—el asiente complacido.

—Bien, ahora vete porque si no lo haces te raptare y te llevare conmigo de regreso—suelto una carcajada—, fue idea de Nara.

Doy un paso atrás con mi maleta en mano viéndolo por ultima vez antes de darle la espalda y alejarme, una lagrima corre por mi mejilla cargada de mucho sentimiento, una mezcla de felicidad y tristeza.

Bien Irisha Ivanov, aquí vamos.

Lo único en lo que soy capaz de pensar es en el hombre de ojos azules.

...

¡Dos meses! ¿Qué habrá sido de mi Marcello tanto tiempo?

¡Me alegro mucho que mi Irisha ya se encuentre mejor! ¡Gracias Noah y Nara por cuidar de nuestra Rusita!

¿Qué pasara cuando Irisha regrese?

Se aceptan teorías, los quiero.


Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")Where stories live. Discover now