Cazador // Adaptación Emiliaco Omegaverse

5. Los Peores Aliados

๛ Emilio no se movió de su lugar esperando no alterar al alfa que tenía frente a él, no es que pudiese llegar a Joaquín antes que él, estando a varios pasos de distancia de ambos. 

Eduardo suspiró cansado al pensar nuevamente en las horas de sueño que estaba perdiendo. 

No pretendía dañar de alguna manera a Joaquín, pero no es que sólo pudiera dejarlo ir sabiendo que era el culpable de las muertes de sus compañeros en el campamento. 

Sus ojos se entre cerraron al ver a Emilio llevar una de sus manos con cautela hasta su cinturón peligrosamente cerca de su arma, por lo que se apresuró a tomar su puñal en un rápido movimiento capturando a Joaquín por la espalda antes de presionar el puñal contra el cuello de quién a su parecer era su única opción para salir con vida de ese inmenso lío. 

─ ¡Espera! ─ alzó ambas manos Emilio frente a su rostro haciéndole saber que no pretendía tomar su arma ─ cuidado con lo que haces

─ No pretendía atacarlo en primer lugar ─ admitió Eduardo ─ pero no soy lo suficientemente estúpido para creer que me dejarás vivir sabiendo que conozco su secreto, me dejas sin opciones ─ se quejó ─ empezabas a caerme bien 

─ Baja el puñal y hablemos sobre ésto ─ sugirió Emilio

─ Primero deja tu arma en el suelo y luego hablamos sobre ésto ─ replicó Eduardo

Emilio tomó con cautela su arma, pero no la dejó en ningún momento.

Sintiendo su corazón latir apresurado Emilio quitó el seguro de su arma apuntando igualmente a Eduardo apesar de que Joaquín se interponía entre ambos.

─ ¿Qué te hace pensar que tienes alguna ventaja? ─ preguntó Emilio ─ lo que mencionaste sobre los nulos no está muy lejos de la realidad, realmente estarás acabado en pocos minutos

La mirada de Eduardo se mantuvo fija sobre la de Emilio esperando no darle alguna ventaja al estar distraído.

─ Es difícil deshacerse de ellos sin poder verlos, pero cuándo los tienes en tus manos sangran cómo todos ¿no? ─ preguntó presionando con más dureza el puñal contra el cuello de Joaquín ─ si no fuese así, no estarías tan preocupado ahora mismo

─ Mi paciencia no es eterna ─ aseguró Emilio ─ y soy un excelente tirador, Eduardo ─ aseguró ─ déjalo ir ahora mismo ó voy a acabar contigo

─ Ó podrías sólo bajar tu arma antes de que te vuele la cabeza ─ Emilio observó en dirección a la nueva voz viendo a Caballero a unos pasos de distancia apuntándole directamente con su rifle ─ debí imaginar que no era buena idea intentar trasladar al chiflado que grita por nada

─ Sólo ríndete de una vez, 2 contra uno sumado a un rehén no pinta bien para tí ─ advirtió Eduardo

Emilio bajó su arma viendo la expresión asustada de Joaquín.

Un fuerte disparo resonó al escapar un tiro del arma de Emilio, la cuál apuntaba directamente hasta el suelo.

─ ¿Qué mierda haces? ─ se quejó Nikolás ─ ¿quién te dió un arma siendo tan torpe?

─ Pareces desesperado ─ sonrió amplio Eduardo ─ no tienes cómo superarnos a ambos, sólo deberías rendirte

─ Tienes razón, dos contra uno teniendo un rehén no es justo ─ admitió ─ por suerte jamás estoy sólo

Nikolás volteó en dirección al pequeño campamento improvisado en el que estaban pasando la noche recordando recién en aquel momento al último integrante del grupo y recibiendo de paso un fuerte golpe en el rostro con la parte posterior del rifle de Sebastián.