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12 de octubre d 2023.


—por fin último día laboral— digo cuando vamos saliendo de la oficina con Candela, mañana feriado y fin de largo pues fecha suspendida por la selección.

—ay si, ¿hacemos algo mañana o el sábado? estuve viendo unas cabañas espectaculares podemos ir con los chicos— propone y asiento sin darle mucha bola, pero ella me amenaza.

—tengo que ver que hace Enzo, si tiene a los chicos todos los días o no, no puedo confirmarte ahora tonta.— digo y ella asiente comprendiendo.

—¿vamos?— me pregunta Enzo que venía ya con su bolso y justo que estoy por saludarlo veo venir a mi papá y me tenso al instante. Perez me mira confundido hasta que la voz de mi papá lo hace entender la situación..

—buenas buenas— habla mi progenitor y sonrío, los demás también lo saludan, y noto su expresión algo confundida al ver a Enzo hablando con nosotras. —¿cómo va gente?— disimula.

—bien, por suerte ya nos vamos todos.. menos vos— dice Candela para molestarlo, haciendo referencia a el con su tablet y algunas carpetas.

—que suerte que tienen algunos— sigue la broma y mi amiga sonríe.

—¡buen finde!— dice Enzo y empieza a saludarnos para huir como una rata.

—si, yo también ya me tengo que ir.. Quería decirte princesa que vayas a casa, mañana o pasado, tengo una sorpresa para vos..— dice mi papá y arqueo una ceja.

—¿qué es?— digo ansiosa y niega.

—tenes que ir a buscarla vos— dice y asiento sin más, cuando se que no va a largar nada. Papá nos da un beso a cada una y sigue su camino, mientras que con Candela vamos al estacionamiento.

—¿y el salame de tu novio?— le pregunto y vira sus ojos.

—tenía revisión médica hoy.. asi que toca ir viajando— dice y hago puchero, el calor era demasiado y ella tenía que tomar dos bondis.

—vamos, le digo a Enzo que te llevamos.—

—nooooo, ni se te ocurra Ju.. me da vergüenza— dice pero tarde yo ya estoy gritando el nombre del jugador que ya tenia el auto encendido esperándome, y cuando me escucha baja la ventanilla y me mira.

—¿podemos llevar a Cande a su casa?— puchereo y mi amiga se esconde atrás mio. Enzo arquea una ceja y sonríe antes de asentir.

—¿qué te haces la vergonzosa vos?— la molesta Enzo y mi amiga larga una carcajada.

En el viaje Candela tiro la de irnos algún día del finde a pasear, yo la asesine con la mirada y Enzo se limito a asentir lo que ella contaba. Y trate de cambiar de tema enseguida.

—bueno, nos estamos viendo. Gracias— dice la morocha y deja un beso en mi mejilla antes de bajar y saludarnos con la mano.

—ahora sí, por fin en casa— dice Enzo tirándose en el sillón apenas llegamos a su departamento y yo dejo mi cartera en el recibidor antes de ir a sentarme al lado de el.

—¿tomamos unos mates o que hacemos?— dice el pero ni lo registro, estoy subida en mis pensamientos. —eu.. ¡ju!— Enzo casi que me grita y se ríe cuando salgo de mi trance.

—perdón, ¿qué decías?— le digo y el frunce el ceño.

—¿estas bien?— me pregunta y se sienta bien para mirarme fijamente queriendo descubrirme, yo asiento. —dale Juli, decime en que pensas— sigue molestando y le hago una mueca.

—que me voy a ir a mi casa.. ya estoy como hace tres días instalada acá, y vos capaz queres hacer tus cosas, con los chicos, o salir con amigos o invitar a alguien— enumero y el se muerde el labio reprimiendo una sonrisa.

Animarse | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora