Escuché a lo lejos una linda melodía formada por un suave viento y, a su vez, el canto de las aves. Abro mis ojos lentamente y esta vez puedo ver perfectamente el lugar donde me encuentro: es nuestra habitación, estamos en la casona y no en un viejo lugar escondido.
Me levanto despacio y me siento a la orilla de la cama. Llevo mis manos a tocar mi cuello y ya no se encuentra la venda que había allí.
—Taetae... —le menciono lento y bajito, intentando que este sea otro más de mis sueños, pero su voz me sorprende a un lado de mí.
—¿Taetae? —se levanta de la cama y se talla los ojos para después mirarme extrañado—. ¿Te sientes bien? Creo que debes tener fiebre aún.
Sonrío y después suspiré, pero todo quedó en eso: un simple sueño.
—¿Dónde está la venda? —preguntó tocando mi cuello.
—¿Venda? ¿Para qué necesitarías una? Lo que hiciste cicatrizó de inmediato al darte de mi sangre.
—Pero anoche tú mismo me dijiste que la pusiste...
—Levana, tuviste fiebre. Pudiste soñar cualquier cosa.
—Pero hablamos de nuestros planes —le dije casi angustiada, y después me sonrió, acomodó su cabello y se acercó a mí para darme un beso en los labios y después uno en la frente.
—No tiene caso que te atormentes con lo que pudo ser, pero jamás será. Ahora vayamos a darnos un baño; hay un lugar al que debemos ir.
—Taehyung...
—Levana, amor mío, debe terminar... ¿Entiendes? Hay cosas que debemos hacer.
Agaché la mirada porque entiendo demasiado bien lo que me está diciendo. Trato de contenerme; ya no deseo pensar más en lo que sucedió ni mucho menos en lo que pasará después. Solo me limito a sonreír un poco y después me levanto para ir al baño y meterme a la ducha con él.
Nuestro encuentro bajo el agua es íntimo e intenso; no estamos tomando nuestros cuerpos, pero nos estamos entregando en cada beso y cada caricia. No vamos más allá de lo que debemos.
Mis manos viajan por su piel y mis labios continúan el camino que recorren mis dedos. Él lava con paciencia mi cabello y cuida de mi piel como si se tratara de porcelana.
Así pasamos largos minutos, sin hablar, solo cuidándonos, solo uniendo nuestras almas en cada beso.Al salir de la ducha, cada uno comienza a arreglarse para salir. Es de mañana y, pese al clima de estos días, hoy se siente el sol radiante. Hoy es un día muy iluminado; es como si quisiera disipar la oscuridad que embarga mi alma. Abro por completo la cortina y me permito sentir los rayos del sol sobre mi pálida piel. Siento los labios de Taehyung sobre mi hombro y después escucho su ronca voz.
—Es un lindo día, uno que no podría disfrutar si no fuera por este anillo diurno que me diste.
—Después de mucho, logré hacerlos bien —le sonreí.
—Todos tuvimos uno; gracias a ti, pudimos vivir una vida "normal" caminando entre los humanos sin levantar sospechas.
—Siempre cuidaré de ustedes, ¿recuerdas?
—Siento pena por Yoongi... Él no pudo obtener uno de estos.
Me giré para mirarlo a los ojos y, aunque su comentario me molestó, no se lo demostré.
—¿Me llevas por una sopa de algas? —sonríe y toma de mi mano.
—Claro, prometí comida caliente y eso te daré. —Salimos de la habitación y él se adelantó un poco más que yo.

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PROMESA DE MUERTE |ᵇᵃⁿᵍᵗᵃⁿ ᵒᵗ7
Fanfiction"ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ ᴅᴇ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ" ¿Nací maldita? ¿Por qué todo lo que amo se marchita? ¿Pedí acaso ser lo que soy? ¡Dios! Tú que perdonas todos los pecados, perdóname, perdona a tu sierva manchada de sangre, perdona lo rojo de mi ser, porque no puedo evitar ser q...