Capítulo 23

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23. ASÍ

La lluvia de aquel día no había cesado, pero la intensidad de las gotas había disminuido.

Reece no iba a mentir al decir que, luego de pronunciar aquellas sucias y atrevidas palabras hacia Rider, su mente hizo un claro y notorio click que lo había hecho recapacitar de sus acciones.

Obviamente deseaba ver a Harry para abrazarlo y comérselo a besos. Tampoco mentiría al decir que anhelaba poder dejarse llevar y generar el deseado y esperado contacto de ambas pieles chocando entre sí, pero los nervios lo consumían con facilidad cuando pensaba e imaginaba cada detalle de su cuerpo estremeciéndose bajo el tacto de Harry.

¿Cuándo se había ilusionado tanto con una persona que no fuese él mismo?

Tener sexo con alguien a quién no amas, daba exactamente igual, pero hacerlo con alguien a quién realmente aprecias y quieres con, y en, tu vida; era completamente diferente a cualquier experiencia romántica y sincera que se haya experimentado en algún momento.

Harry era su triángulo, mientras que él era un simple cuadrado. No se parecían ni se asemejaban en nada, pero aún así ambos pertenecían al mismo universo.

Dejó escapar un fuerte suspiro mientras intentaba despejar su mente para no continuar pensando en aquel lindo y especial chico que, al parecer, le había robado el corazón.

¿Pero cómo se puede robar un corazón que aún late y se mantiene dentro de su dueño?

Y la verdad era que Reece ya estaba cansado de cuestionarse las cosas que le sucedían y experimentaba, pues gran cosa no podía hacer.

Por más que el cariño y el amor por Rider se encontraban presentes dentro de su pecho, obligándolo a sentir de forma incorrecta e incomprendida aquellos extraños y tiernos sentimientos que alguna vez negó, su cabeza trabajaba con prisa, y sus lógicos pensamientos no tardaban mucho en hacer acto de presencia cuando algo no parecía tener sentido.

Quería ser feliz.

Completamente feliz.

¿Pero alguna vez realmente podría serlo?

Lo deseaba, lo esperaba, más no tenía gran esperanza.

Un suave toque en la puerta de entrada llamó su atención.

Reece desvió la mirada y sonrió inconscientemente al suponer de quién se trataba.

Se levantó del sofá individual que decoraba la sala de estar junto a los demás muebles, y se encaminó con prisa hacia la puerta de madera para abrirle a su lindo chico.

─Realmente no pensé que vendrías ─comentó el mayor con gracia apenas se encontró con Rider frente a frente.

─Me lo pediste con demasiada amabilidad. No podía rechazar una invitación así, Reece ─El tono coqueto y divertido de Harry comenzaba a gustarle demasiado a Davies.

La Tesis #PGP2024Where stories live. Discover now