One-Shots poco realistas sobre la pareja que son Lucifer y Alastor.
Aquí podrás encontrar de todo tipo de realidades: sirenas, reyes, cocineros, héroes, villanos, situaciones cotidianas de la vida, amor no correspondido, ¡de todo! ¡desde todas las p...
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Buenas tardes, días o noches, soy yo, reportándomenuevamente con una idea sugerida por _Loca_Fujoshi_1321, y muchas gracias, por cierto.
Espero que lo disfruten.
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《NARRADOR OMNISCIENTE》
¡San Valentín! Hermosa y romántica fecha para las amorosas parejas, ya sea del infierno o del mundo humano, incluso para las del cielo. Para los solteros... bueno, divertido si sabes cómo disfrutar el día solo.
Y, por sugerencia de quien nunca esperó recibir, Lucifer decidió regalar a todos los habitantes del hotel alguna cosa, simplemente por amistad.
¿Quién diría que una sombra sería tan amable?
—Tú me dices cuando parar –le dice el rey a su acompañante.
Últimamente se había hecho amigo de alguien que no habla, alguien que no puede dirigirle la palabra, y no, no es un animal, sino que es nada más y nada menos que la sombra de Alastor, el socio de su hija.
La propuesta era sencilla, los regalos también. Una simple figurilla de pato de hule hecha de chocolate, con la excepción de que cada pato tendría características similares a quién reciba el regalo.
Todos tendrían una receta tradicional, el clásico sabor chocolate dulce de siempre, siendo solo dos los que tendrían una notoria diferencia: Charlie y Alastor, la primera, porque su gusto por el chocolate es más dulce del normal y, el segundo, al contrario, no aprecia un buen chocolate dulce, por lo que le daría uno de chocolate amargo.
El patito de Charlie y de los demás fueron más simples de lo que se pensaría, el problema es que él nunca trató de preparar chocolate amargo, y aunque la sombra de Alastor tampoco es un experto, al menos tenía un poco de más experiencia que en rey.
Un par de señas más y el rey deja de verter la leche en el bote de la mezcla.
Ya es la tercera mezcla que intentan, las otras quedaron demasiado dulces, y es por lo que es complicado encontrar el equilibrio entre lo amargo y el dulce, sin llegar a ser demasiado de ninguno.
