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TaeHyung masajeo sus hombros adoloridos, después de regresar de su largo viaje, de ser herido para casi vagar por el mar amarillo del inframundo y casi beber la sopa de Meng Po. Él, que normalmente no se quejaba de su trabajo como ministro, quizo tomar unos buenos días libres.

Sin embargo, antes de siquiera poder hablar de este asunto con el Emperador, su despacho en la academia se lleno de pergaminos, llenos de solicitudes para ingresar a la academia Imperial y estudiar para convertirse en celebres eruditos que servirian a los futuros Emperadores.

TaeHyung quizo llorar sin lagrimas.

La puerta se abrió en ese momento, un sonriente JungKook entro con una bandeja de plata sobre su mano izquierda.

— Alteza...

JungKook lo observó seriamente y sus labios se juntaron... creando una imagen divertida ante los ojos del mayor.

— Eres mi pareja, ¿Por qué me llamas alteza? —JungKook se quejo.

TaeHyung se rió suavemente, después de pasar toda la mañana encerrado con una cara seria y sin expresión, por fin una sonrisa adorno su encantador rostro.

— Cierto, disculpa. Es la costumbre... —Avergonzado, dijo.

JungKook sonrió de lado, se acerco al escritorio y colocó la bandeja sobre la mesa. Había un plato con pasteles de osmanthus y una taza de té humeante.

TaeHyung enarco una ceja. —¿Y esto?

JungKook rodeo el escritorio y se situo atras de él, lo rodeo con sus brazos separandolo un poco del asiento y beso sonoramente la mejilla izquierda del mayor.

— JiMin cocino para mi hermano, un refrigerio dijo... no se que significa esa palabra, pero me dijo que sobraban unos pasteles de osmanthus, que si los quería podia comerlos o regalarlos. —Se explico seriamente.

TaeHyung tarareo un leve "hum" y luego se apoyo cómodamente en los brazos de la segunda alteza.

— Parece que lo odias menos.

El cuerpo de JungKook se puso rígido, pero luego se relajo. Sonrió misteriosamente.

— Digamos que, antes lo odiaba mucho por querer matar a mi hermano, no era el gege gentil que siempre me regalaba haws confitados y su mirada era perdida... —se detuvo, pensando.

— ¿Ahora?

— Es la misma persona, pero es mas viva que la marioneta en la que se convirtió. Aparte... da mucho miedo cuando pelea, debo admitirlo, aunque me moleste por el pasado, debo de aprender que las elecciones de mi hermano nunca son herradas, si él dice que JiMin cambio, es porque realmente cambió.

— Eso fue muy maduro de tu parte. —TaeHyung comento, con leve sonido de burla en su voz.

JungKook gruño. —Soy una persona cautelosa, no quiero que mi hermano sufra. Si JiMin vuelve a traicionar a mi hermano, yo mismo lo matare con mis propias manos.

Demonio y Emperador ; ©YoonminWhere stories live. Discover now