Capítulo 42: Falta poco (seguda parte del maratón)

125 3 1
                                    

POV KIVA

Mis ojos se abre de a poco, siento los párpados algo más pesados y me es complicado tomar impulso para sentarme, mis manos y piernas tiemblan, de mi frente cae una gota de sudor que aterriza en mi mano

<<Está frío>>

Buscón a Derek con la mirada hasta que doy con sus ojos, está junto a mi con algo de preocupación él la mirada. Respiro profundo mientras él toma mi mano con cuidado y deja un tibio beso en ella, algo en su manera de actuar me preocupa, sus ojos se ven tristes y su expresión seria no me tranquiliza

— ¿Qué sucede? —cuestiono enseguida al ver su mirada compasiva—. Derek... ¿qué paso?

— Necesito que estés calmada y sobre todo que no te alteres, ¿de acuerdo? —asiento enseguida, esperando lo peor—. Nos quedaremos en el hospital hasta que termine el embarazo —suelta de golpe, dejándome en el limbo—, lo que acabas de tener fue un riesgo de aborto espontaneo, justo por el mismo problema que nos dijo la doctora... por eso los mantendrán en observación hasta que llegue la hora del parto

Mi cerebro intenta reaccionar enseguida, pero cada palabra que dice solo se queda flotando en el aire. Caigo en cuenta de que estuve a punto de perder a mis bebes y posiblemente, haya sido por mi culpa por ser inmadura e imprudente. Casi pierdo a mi razón de existir

— Ellos... ¿Están bien? ¿no les pasó nada? —es lo primero que preguntó al entrar en razón—. Dime qué los bebés están bien

— Si amor, ellos están bien —asegura con calma, logrando tranquilizarme—. Justo ahora escucho sus latidos —lo miro dudosa cuando dice lo último

— ¿Cómo escucharlos? —cuestiono curiosa y una sonrisa se dibuja en su rostro—. No es gracioso, ¿cómo puedes escucharlos?

— Es la conexión que los machos tenemos con nuestros cachorros desde que está en el vientre. Se supone que puedo sentir lo que ellos sienten y hasta algún punto leer sus "pensamientos"

— ¿Puedes sentir lo que ellos? —interrogó con ansias, pero no obtengo respuesta por su parte—. ¿Qué es lo que sienten ahora?

— Ahora, duermen... —dice mientras deja su mano en mi vientre y sonríe con algo de sorpresa en su rostro—. Kiva

— ¿Qué? ¿qué pasa? —pregunto desesperada esperando que no sea nada malo—. ¡Por los dioses, habla Derek!

— Es Zelene... puedo escucharla —confiesa, sacándome un suspiro de alivio

— Claro que puedes escucharla, yo también cada vez que me pide comida —bromeo

— Lo se cariño, pero no me refiero a eso —dice con obviedad, mientras se recuesta en mi vientre con los ojos cerrados mientras asiente—. La escucho, en mi cabeza... no es su voz, pero es como un subconsciente... no se como explicarlo

— ¿Cómo sabes que es ella? —cuestionó confundida, pero feliz al ver su tierna expresión—. Me alegra que puedas oírla

— No lo se, solo se que es mi princesa. Le gusta tu voz —confiesa con una sonrisa—... en serio le gusta, también mi tacto —sin pensarlo dos veces empieza a hacer círculos en mi panza mientras ríe y enseguida siento como la bebé se mueve en mi interior

— ¡Auch! —me quejo al sentir la presión—. Con cuidado...

— Zelene, princesa... no te muevas tanto o lastimaras a mamá, ¿de acuerdo? —mi expresión de dolor se mezcla con una de felicidad al escuchar cómo le habla y enseguida el dolor desapareció

— Ya no se mueve... —aviso mientras acaricio su rostro—. Ella te ama mucho. Yo te amo mucho

— Son las mujeres de mi vida —declara, dándome un beso en la sien, logrando ponerme algo roja por la manera tan cuidadosa con que lo hizo— . No puedo esperar a que Lyall y Conan también puedan dejarse escuchar

— Si van a reaccionar igual que Zelene, déjalos dormir un poco más o terminare por desmayarme —bromeo con una mezcla entre un quejido y una risa al sentir la presión en mi vientre

Me imagino como podrían lucir mis bebés, tal vez con cabello negro y ojos grises, tal vez tengan rizitos y ojos color almendra, piel pálida o algo bronceada; tantas imagines pasan por mi cabeza que sin darme cuenta empiezo a llorar, si tener noción del porque mi llanto. Derek se encarga de relajarme mientras me acuesta en su regazo y me cuenta lo que haremos mientras estemos en el hospital, también lo ayudó a organizar los horarios en que podrá venir, quedarse a dormir y también cuando saldra por posible viajes por negocios

Me dijo lo que hablo con su tío, pero me pidió— más bien exigió —, que no me involucrara, ya que por lo unico que deberia preocuparme es por estar saludable para mi y los bebés, que para él somos lo más importante. Al final terminó convenciéndome para que no hablara del asunto. Después de una charla sobre las cunas de los bebés y discutir sobre la decoración de la habitación; como aún estábamos haciendo las compras, la habitación no está del todo lista, así que ellos dormirán con nosotros mientras la habitación se remodela

Después de un rato, mamá y papá llegaron de visita luego de ver que todo con Jareth estaba en orden. Como estaba con ellos, aproveche para convencer a Derek para que fuera a descansar un poco y regresará para cenar, que se quedara a dormir y así pasaremos un rato juntos antes de que tuviera que ir hasta la manada de alguno de los socios de la empresa

— Derek se ve algo cansado —comentó mi madre, a quien no le falta razón—. Que bueno que lo convenciste, mi niña

— Si mamá. Me preocupa mucho que se sobre exija... está teniendo problemas con su tío por la empresa, y sumado a eso, lo que pasa con el embarazo... no quería ser un problema más

— Te dire algo, flaquita —habla mi padre, teniendo mi completa atención—. Para un hombre, independientemente de su especie, para nosotros siempre serán una prioridad. Nuestra esposa, hijos e hijas, son lo más importante —toma una pausa para seguir hablando con una sonrisa—. Al ser hombres lobos, somos más protectores y territoriales. Eso quiere decir que para el, tu y los cachorros que llevas dentro son su razon de ser y existir, daria la vida sin pensarlo dos veces por ustedes

— Él te ama mucho, hija —agrega mi madre con una expresión tierna—. Nunca pongas en duda eso

— Lo se mamá, porque yo lo amo con esa misma fuerza —confieso, sintiendo mis mejillas arder de vergüenza 

— Recuerdo el día en que naciste... —relata mi padre con nostalgia—, yo estaba más nervioso que tu madre —ella asintió con una risita—. Tu hermano y yo sostuvimos las manos de tu madre durante todo el camino, hasta que la llevaron a la sala de parto, casi me desmayo al ver tanta sangre —los tres reímos y él siguió hablando—. Cuando nos dijeron que habías nacido sana y llena de vida, enseguida pasamos a verte y a tu madre... ella estaba dormida mientras tú apenas podías abrir tus pequeños ojos

— Eras una miniatura. Los doctores hicieron análisis para confirmar que todo estuviera bien, ya que eras muy pequeña para ser una cachorra de lobo

— ¿En serio era tan pequeña? —ellos asintieron y yo rei

— Cuando por fin te tome en brazos, juro que tuve miedo de romperte o hacerte daño. Desde el momento en que te vi a los ojos, supe que serias la mujer más importante para mi

— Y cuando tu hermano te sostuvo, sus ojos se encontraron y él estaba muy nervioso porque empezaste a llorar, pero en cuanto el rozo su nariz  con la tuya, tu llanto se convirtió en risas que todos gozamos —agrego mi madre, logrado cristalizar mis ojos, ya que cada vez que yo estaba triste, el solia hacer eso para relajarme—. Cuando llorabas por las noches, él era quien te calmaba. Desde que lo viste fue tu persona favorita, y tu la de él...

— Aun lo sigue siendo... gracias por estar conmigo siempre y contarme esto, no saben cuanto lo aprecio

— Si es para verte sonreir, haríamos lo que fuera, flaquita hermosa —asegur papa, dándome un beso en la mejilla al igual que mama—. Ahora déjame conversan con mis nietos para que reconozcan la vos de su abuelo 

— También podríamos ponerles la voz de Jareth para que puedan oírlo —propongo entusiasmada

— Me parece una excelente idea

Encontrando Mi Alma {editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora