Nahya se pondrá en contra de su padre y sus hermanos al no querer seguir más sus órdenes, estaba cansada de que la conocieran como la "La asesina Bruja Blanca" de la tripulación de su padre
Pero Rousseau Easton no dejaría que escapará fácilmente, er...
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Nahya entró a la habitación donde estaba Ryad aún desmayado, a su lado estaba Kayden quién lloraba en silencio, en cuanto vio a su hermana se levantó y la fue a abrazar
—¿Estás bien?—preguntó él niño aferrado a ella
—Si... estoy bien—mintió, Kayden sabía que no le diría como se sentía con tal de mostrarle confianza
Se separó del niño y se acercó a Ryad, se veía demasiado pálido, incluso peor que como lucia Zoro, no perdió el tiempo y colocó sus dos manos encima de la gran herida de su hermano
Su aura salió pero no con esa confianza que antes, pues al ver el color verde solo la hizo pensar que estaba más inestable de lo normal, sin embargo la ayuda fue la misma, la herida de Ryad se cerró
Pero su color de piel y su respiración seguían igual, suponía que era por la sangre que perdió y vaya que fue mucha
Se dejó caer en una silla a lado de la cama viendo a su hermano mayor, Kayden se sentó en la orilla de la cama, el silencio de la habitación era horrible y el ambiente era aún peor, todo se sentía tan triste y sombrío, tanto por la pérdida de Imra y que Nami se fuera
A este punto, Nahya no sentía ni una pizca de esperanza, estaba cansada, destrozada mentalmente y herida, se perdió en sus pensamientos mientras lloraba en silencio, ni siquiera sintió como las lágrimas salían solas
[...]
Sanji entró al Baratie notando como todo estaba hecho un desastre, vio a Zeff sentarse pero lo ignoro completamente tomando una escoba y barriendo una parte de todo lo que estaba tirado
—¿Qué haces?
—¿Cómo esta, Ryad?—preguntó él rubio ignorando su pregunta
—Igual o peor que él espadachín—dijo Zeff con una mueca—No creo que sobreviva... es una lástima que la Bruja Blanca vaya a perder otro hermano
—Se llama, Nahya—dijo Sanji entre dientes, él hombre hizo un sonido sin importancia
Volvió el silencio a lo que siguió barriendo el piso tratando de ayudarle al viejo Zeff
—No tienes que hacer eso—dijo él anciano soltando un suspiró
—Mañana esto estará a reventar hay dos turnos de cena y un brunch—respondió Sanji
—¡Basta!, no me interesa...
—¿Cuál es tu problema?—preguntó Sanji mirándolo
—¿Qué?... yo estoy bien, tu eres el que tiene problemas
—Solo ayudo a limpiar—dijo levantando una silla
—Nadie te lo pidió, ¿no?... ¡largo de mi restaurante!
