One Shots (2)

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La Lesión
(Parte 2)

Narra Tn:

Luego de esa llamada, colgué y me fui directamente a donde a mi madre a explicarle la situación y a preguntarle si le molestaba que me fuese.
Le prometí que volvería a celebrarle como se merecía, que la llevaría a comer o lo que ella quisiese.

Sin tener que explicar ni suplicar mucho, mi madre me dijo que me fuese tranquila.

Logré tomar el vuelo más temprano posible, llegué algo tarde a Barcelona pero en cuanto llegué me dirigí inmediatamente a la clínica donde tenían a Gavi.
Me habían informado que tuvieron que hacerle una operación de emergencia.
Pasé todo el vuelo mensajeandome con la madre de Gavi para saber de él.

Aparentemente, su madre me había dicho que la operación salió de maravilla y ahora más que todo lo que era primordial era que Pablo descansara y mantuviera reposo.

Llegué a la clínica y los nervios que sentía antes se agrandaron.

¿Qué le podía decir para animarlo?

¿Qué podría decirle a un tío que su pasión era jugar fútbol y debía dejar de hacerlo durante tanto tiempo?

Conociéndolo, en vez de estar preocupado por su bienestar, estaría preocupado por el equipo y en cuánto tiempo tardaría en volver a jugar.

-¿Señora...? -llamé a la madre de Gavi justo cuando ella me estaba dando la espalda. Esta se volteó de inmediato, pude ver sus ojos rojos, debió de pasársela llorando. La madre de Pablo siempre lo cuidó y le dió todo para que él estuviese bien, siempre se preocupó por él hasta por las cosas más insignificantes, esto debía de estar matándola.

-¡Tn! Que bueno que ya estás aquí cielo, ey Pablo está bien ¿si? no te preocupes, lo han cuidado muy bien -me dijo para luego regalarme una sonrisa de apoyo, fue totalmente forzada. Luego de esto me extendió los brazos y me hundió en un profundo abrazo.

El abrazo que tanto necesitaba desde que venía en ese avión.

-¿De verdad está bien? -dije mientras la señora Gavira me acariciaba la espalda

-Por supuesto que si, mi hijo es un campeón -se acercó el Señor Gavira para saludarme, me dedicó una sonrisa

-Gracias por mantenerme al tanto del estado de su hijo -les dije mientras me separaba del abrazo- De verdad me quedé muy preocupada después de esa llamada

-Me imagino -me dijo su madre- Y gracias al cielo que hablaste con él, no sé que fue lo que le dijiste pero luego de eso, se dejó tratar por los doctores

-¿En serio? ¿no se dejaba?

-No, se puso a refunfuñar que él estaba bien y que podía volver al partido mientras lloraba del dolor -me dijo su madre, pude ver en sus ojos como recordar aquellas escenas le partían el alma.
Pablo Martin Páez Gavira tiene preocupada a su madre.

-Que va... Yo sé como es, ese loquillo es muy necio

-Si... Pero por suerte si se dejó operar y ahora está en reposo. No dejan entrar a nadie hasta un par de horas más -me dijo nuevamente su madre, ella era muy cariñosa conmigo y me partía el alma ver en sus ojos la preocupación y la tristeza de tener a su hijo allí