One Shots (2)

18

La Lesión
(Parte 3 final)

Narra Tn

Hace una semana fue la operación de Gavi, actualmente estaba viviendo con él en su apartamento.

Si me preguntan cómo me sentía, les puedo decir que dividida en dos.

Estaba feliz por estar ahí, viviendo con él. Era lo mejor del mundo despertar a su lado y pasar con él el día.

Pero a la vez, me sentía mal. Verlo con dolores, sin poder caminar bien e incluso verlo tan desanimado me dolía.

Yo ya había intentado muchas cosas para sacarle una sonrisa, pero solamente lo lograba por un momento y al instante se volvía a amargar.

Tenía muchas cosas en mente para mantener su mente despejada y que estuviese feliz, pero sabía que me iba a costar.

-Pablooo, mira lo que te mandé a pedir -dije asomandome por el marco de la entrada de la sala con una bolsa de Mc en mis manos, olía delicioso.

Gavi me volteó a ver con pocas ganas y al ver la bolsa de Mc abrió sus ojos como platos.

-Que va Tn, gracias. Me voy a engordar de tanto estar sentado y de comer tanta comida chatarra -me dijo, no supe como tomarme lo que acababa de decir. ¿Me estaba agradeciendo o no?

Como no quería armar un problema, ignoré lo que me dijo.

-¿Quieres comer aquí o en la mesa?

-Aquí, con costos puedo moverme

Llevaba unos días hablándome así, no le había respondido aún porque como les digo. No quiero tener problemas y mucho menos con él sabiendo cómo se siente.

-Vale, dejo esto aquí y voy por servilletas ¿vale?

-Ujum...

Me fui a la cocina por unas cuantas servilletas, al volver vi a mi sevillano muy concentrado viendo algo en la tele. No le presté mucha atención y me dirigí a la mesita de la sala a sacar la comida de la bolsa.

-Mira, te compré dos hamburguesas y nuggets -le dije tendiendole las tres cosas para que escogiera- agarra todo lo que quieras

Pablo quitó la mirada de la tele para mirarme determinadamente.

-Gracias, creo que primero me voy a comer los nuggets. -me dijo así sin más, una mirada seca, fría. Tomó la caja con los nuggets más las salsas y se llevó su fresco con pajilla a la boca.

-¡¿Pero se puede saber qué pasa?! -pregunté desesperada

Pablo se exaltó, quitó la mirada de la tele y me miró con los ojos abiertos como platos

-He hecho todo Pablo, de absolutamente todo para intentar sacarte una sonrisa. Te invito a comer, te decoro la sala con luces para que hagamos pijamadas o veamos películas, te he sacado a comer. Y tú lo único que has hecho es evitar todo tipo de contacto conmigo, contestándome mal y seco
¿No que querías que me mudara contigo? ¿Que conmigo aquí te sentirías mejor?