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Definitivamente no era formal, y definitivamente había uno que otro asistente. Pero Seungcheol deseó que Yoon quisiera irse, ¿siempre fue así de hablador? No es como si le molestara, pero lo hacía que no fuera con él en ese mismo instante. Diría que se acostumbró demasiado rápido a la versión extrovertida de su asistente, versión que él le había empezado a mostrar de a poco y que ahora parece haber perdido.

¿Por ese era que le había preguntado si la reunión era la razón del viaje? ¿Sabía que estaría ahí? El pensamiento le apretó el pecho.

Bebió de su copa y arrugó la cara, ¿Qué era esto? ¿Vino barato haciéndose pasar por champaña? Le quemó horrible la garganta y lo hizo querer vomitar. Pero lo ignoró y volvió su vista a Yoon.

Él hablaba entusiasmadamente con un tipo que desconocía por completo, no se veía como algún director de alguna compañía, parecía más un secretario que otra cosa. No estaba vestido tan formal y elegante a la vez como su asistente. Nadie lo hacía. Como estaban vestidos los demás era simplemente horrible para el gusto de Seungcheol, se tomaron el concepto de informal demasiado personal, incluso si era algo sencillo deberían tener un mínimo gusto e ir presentables, ¿no? O eso pensaba Yoon, y él estaba de acuerdo. Eran pocas las personas aun así, el lugar era pequeño, pero no quitaba que estaban todos mal vestidos, menos Yoon y él.

Le subieron a la música y le aturdió los oídos. ¿Era para esto que lo habían invitado? Estaba siendo aburrido y un poco incómodo. Lo único interesante que había pasado era la introducción que había dado el dueño de la reunión que no podría decir quien era en donde daba una reflexión sobre su vida laboral, Seungcheol se hubiera dormido ahí mismo si no hubiera sido por su asistente, él le mantenía preguntando sobre los presentes, la comida, la razón de la reunión, y cualquier otra cosa que se le ocurriera. Seungcheol le respondía sin mucho interés, pero asegurándose de que no se notara, no porque no quisiera decirle, sino porque él en realidad no sabía mucho tampoco y no es como si quisiera saber. Ni siquiera sabían quién de los que estaban ahí lo había invitado, a él solo le llegó el correo y aceptó.

Eso hasta que Yoon le preguntó lo que él nunca se hubiera imaginado.

"¿Puedo tomarme una foto con usted, señor Choi?"

Esas fueron sus palabras antes de que les sirvieran la cena y a Seungcheol casi se le olvida respirar. Se quedó sin reaccionar unos segundos, solo mirando a Yoon. Fue la mirada de él con un brillo de decepción que lo hizo asentir en automático. ¿Su asistente quería una foto con él? ¿Y por qué? Fue lo que pensó cuando se acomodó ante la cámara y Yoon presionaba el botón para tomarla. Le dio un gracias y empezó a comer. Seungcheol dirigiendo la comida con dificultad. Un revoltijo en su estómago, Yoon le pidió una foto. Con él.

Y Seungcheol jura haber intentado preguntarle, porque sentía que las dudas se lo comerían vivos si no las resolvía y Yoon tenía más confianza en él, ¿no? Así que le diría, ¿Verdad?

Si bueno, eso hasta que su asistente se paró casi gritando un hola hacia el tipo con el que hablaba ahora. ¿De dónde lo conocía? ¿Era amigo suyo? ¿O tal vez un ex amigo? ¿O un exnovio? El pensamiento lo hizo tragar en seco, bebió del asqueroso líquido hasta terminarlo por completo. Agarró otra copa del camarero que pasaba y volvió a bebérselo, la sensación de quemazón en la garganta lo único que sentía.

— ¡Cheol! — Volteó ante el llamado, Kim Mingyu, socio y viejo amigo, excompañero. Hace tiempo no lo veía. — ¿Viste las noticias? — Negó, volviendo a fijar su mirada en su asistente. — ¡Lee quebró! ¡Lee! ¿Puedes creer eso? Me costó asimilarlo un tiempo. — Dio el último trago, asintiendo pero no escuchando realmente. Mingyu balbuceo algo más sobre Lee y después se dio cuenta de a quien miraba. — ¿Y ese?

— Mi asistente.

— ¿Desde cuándo te gustan tus empleados? — Se burló Mingyu, nunca él hubiera dicho. Lo jura, pero con Yoon alejado de él, hablando con un tipo que tenía pinta de ser algún viejo amorío que para su desgracia imaginaria terminó bien y luciendo así de lindo...

— Desde hoy. — ... Fue lo único que pudo responder. Se paró y fue directo hacia él.

Seungcheol en sí no sabía que estaba haciendo. Solo sabe que está actuando por mero impulso y que probablemente se arrepienta más tarde.

— Yoon. — Lo llamó fuerte para que se escuchara a través de la música.

— ¡Señor Choi! ¡Hola! — posó su mano en su brazo, saludando. — ¡Él es Hong Jisoo! ¡Amigo de la universidad! — Él tal Jisoo le extendió la mano, la cual apretó y soltó rápidamente.

— Salgamos, necesito aire.

— ¡Señor, si señor! — Yoon terminó de beber su copa, se despidió de abrazo y salieron. El lugar daba afuera al mar, una noche estrellada se abría ante sus ojos. — ¿Se encuentra bien, señor Choi?

— Sí, yo solo... — Su asistente se tambaleó quitándose los zapatos, lo agarro del brazo para estabilizarse. — No me gustan los espacios cerrados. ¿Está ebrio, Yoon? — y este se río, alejándose.

— No, señor. ¿Usted lo está? — La luna le iluminaba la cara y el viento despeinaba sus cabellos. A Seungcheol se le atascó la respiración en el pecho, ¿cómo Yoon era tan lindo? — Si le soy sincero, creí que sería más aburrido. — Y él iba a decirle que lo estaba siendo, si no fuera porque su asistente se puso hablar de su amigo, con mucho ánimo. Le estaba contando como se conocieron, como fueron sus días en la universidad, como se hicieron amigos cercanos y en cómo sus caminos se separaron cuando se graduaron. Información que Seungcheol no dirigía, pero pretendía hacerlo. — ... Y se me hace increíble encontrarme con él aquí. Saldremos mañana para contar...

— Vámonos, Yoon. — Lo cortó, ¿saldrían mañana?

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Ya no quiero estar aquí, andando.

— ¡Pero yo sí, señor Choi! ¿No puedo quedarme? Sé dónde queda el hotel, volveré temprano, lo prometo.

— No, Yoon. Camine.

— Pero...

— ¿Tiene todo o necesita entrar por algo? — Lo vio bajar los hombros, en decepción. Un deje de tristeza en su rostro. Seungcheol sintió un apretón en su pecho.

— Iré a... no tardo— fue casi corriendo

Seungcheol se dirigió a la calle transitada y esperó. Llamó el taxi cuando Yoon apareció a su lado, sus zapatos ya puestos y su bolso colgando. Su cabeza gacha.

En el camino no dijo nada, solo jugueteaba con sus dedos y miraba por la ventana.

Sí, Seungcheol se arrepiente, en su totalidad.

Solo espera que Jeonghan no lo esté odiando.

💭

La foto que se tomaron es la de la portada 😋

journey of love ; jeongcheol 💭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora